Lección 9: Emplee métodos eficaces

"Lección 9: Emplee métodos eficaces," Parte G: Curso Enseñanza del Evangelio, ()


Objetivo

Ayudar a los miembros de la clase a aplicar los principios que aprendieron en la lección 8.

Nota para el maestro

Esta lección es una continuación de la número 8. Como preparación para enseñarla, deberá invitar a algunos miembros de la clase a que enseñen principios del Evangelio utilizando los siguientes métodos: compartir historias, formular preguntas y llevar a cabo análisis (véase “Preparación”, punto 1, a continuación). Usted deberá asegurarse de que ésta sea una experiencia que eleve el espíritu de los participantes y que les ayude a confiar más en su capacidad para emplear diferentes métodos de enseñanza. Deberá prestar particular atención a las necesidades y los sentimientos de los miembros de la clase que sean maestros con menos experiencia.

Preparación

  1. 1.

    Hable por anticipado con tres miembros de la clase pidiendo a cada uno de ellos que prepare una de las demostraciones enumeradas a continuación. Exhórteles a que consulten las Escrituras y el manual Principios del Evangelio (31110 002) para obtener ayuda en cuanto al tema de las demostraciones, y que consulten también este libro acerca de cómo utilizar los métodos que se les han asignado.

    Demostración 1: Relate una historia verdadera acerca del poder de la oración personal. Prepárese para compartir algunas ideas sobre cómo emplear con eficacia los relatos para enseñar el Evangelio.

    Demostración 2: Emplee preguntas para enseñar en cuanto a las bendiciones que provienen de santificar el día de reposo. Prepárese para compartir algunas ideas sobre cómo emplear con eficacia las preguntas para enseñar el Evangelio.

    Demostración 3: Lleve a cabo un análisis para enseñar por qué debemos estar dispuestos a hacer sacrificios. Prepárese para compartir algunas ideas sobre cómo efectuar con eficacia los análisis para enseñar el Evangelio.

  2. 2.

    Según sea necesario, ayude a los miembros asignados de la clase a preparar sus demostraciones.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Recuerde a los miembros de la clase que en la lección anterior vieron algunas demostraciones sobre cómo utilizar lecciones prácticas, comparaciones y la pizarra para enseñar principios del Evangelio. Hoy se les presentarán demostraciones en las que algunos alumnos previamente asignados enseñarán principios del Evangelio compartiendo una historia, haciendo preguntas y llevando a cabo un análisis.

Cómo compartir historias

Demostración y análisis

Pida al alumno previamente asignado que presente la primera demostración (véase “Preparación”, punto 1). Después de esta demostración, pida a los miembros de la clase que analicen la siguiente pregunta:

  • ¿En qué manera les ha ayudado esta historia a obtener un mayor entendimiento del poder de la oración personal?

Invite al miembro que hizo tal presentación a que comparta algunas de las ideas que ha logrado obtener en cuanto al empleo de historias para enseñar principios del Evangelio.

Presentación por el maestro

Pida a los miembros de la clase que busquen el tema “Historias” en las páginas 192–194). Repase con ellos “Pautas para preparar y relatar una historia”, páginas 193–194.

Cómo formular preguntas

Demostración y análisis

Invite al alumno previamente asignado a que presente la segunda demostración (véase “Preparación”, punto 1). Después de esta demostración, pida a los miembros de la clase que analicen la siguiente pregunta:

  • ¿En qué manera les han ayudado las preguntas en esta demostración a obtener un mayor entendimiento en cuanto a santificar el día de reposo?

Invite al miembro de la clase que hizo tal presentación a que comparta algunas de las ideas que ha logrado obtener en cuanto a cómo emplear preguntas para enseñar principios del Evangelio.

Presentación por el maestro

Ayude a los miembros de la clase a entender que las preguntas que empleamos como instrumentos para enseñar deben:

  1. 1.

    Promover la reflexión y la participación. Para determinar lo que la persona sabe, piensa o siente, hacerle preguntas que empiecen con qué, dónde, cuándo, por qué, cómo o de qué manera. Por lo general, las preguntas que pueden ser contestadas con un simple o no son ineficaces a menos que sirvan para proseguir con otras preguntas o para establecer un cometido.

  2. 2.

    Ayudar a los miembros de la clase a ver cómo pueden aplicar los principios del Evangelio a su vida personal.

  3. 3.

    Alentar a los miembros de la clase para que compartan ideas y experiencias personales que se relacionen con los principios que se les están enseñando.

Indíqueles que no debemos preocuparnos si algunos alumnos permanecen en silencio por algunos segundos después de que les hayamos hecho una pregunta. Quizás necesiten tiempo para pensar bien sus respuestas.

Explíqueles que los miembros de la clase pueden encontrar sugerencias adicionales en “La enseñanza por medio de las preguntas”, págs. 73–75, en este libro.

Cómo llevar a cabo análisis

Demostración y análisis

Invite al alumno previamente asignado a que presente la tercera demostración (véase “Preparación”, punto 1). Después de esta demostración, pídales a los miembros de la clase que analicen la siguiente pregunta:

  • ¿En qué manera les ayudó este análisis a lograr un mayor entendimiento en cuanto a por qué debemos estar dispuestos a hacer sacrificios?

Invite al miembro de la clase que hizo tal presentación a que comparta algunas de las ideas que logró obtener en cuanto a cómo llevar a cabo análisis.

Presentación por el maestro

Ayude a los miembros de la clase a entender que al llevar a cabo análisis debemos:

  1. 1.

    Ayudar a los alumnos a sentirse cómodos al compartir sus testimonios, sus percepciones, sus experiencias, sus preguntas y sus ideas.

  2. 2.

    Reconocer con aprecio y respeto las contribuciones de cada alumno.

  3. 3.

    Tener especial consideración para con los alumnos que vacilan en participar. Podría ser de gran ayuda conversar con ellos en privado para evaluar sus sentimientos en cuanto a leer en voz alta o participar en la clase. Podría asimismo ser provechoso permitirles que se preparen para participar en los análisis en clase asignándoles pasajes de Escrituras que puedan leer y considerar antes de la clase.

  4. 4.

    Dirigir los comentarios y las preguntas de un alumno a los otros miembros de la clase, para que ellos las respondan.

Indique a los miembros de la clase que pueden encontrar sugerencias adicionales en “Cómo dirigir los análisis en clase”, págs. 68–70), en este libro.

Conclusión

Resumen

Exprese su agradecimiento por las demostraciones ofrecidas por los miembros de la clase.

Recuerde a los miembros de la clase que los métodos son importantes pero que no deben constituir el propósito mismo de las lecciones que enseñamos. Son instrumentos para ayudar a que los alumnos se concentren en las doctrinas salvadoras del Evangelio y que las pongan en práctica en su vida.

Indíqueles que nuestro entusiasmo por enseñar aumentará a medida que procuremos constantemente incrementar nuestra capacidad para emplear una variedad de métodos. Quizás tengamos un cierto temor o nos sintamos incómodos al utilizar algún mé-todo nuevo, pero podemos superar tales sentimientos.

Cita

El presidente Heber J. Grant citaba con frecuencia a Ralph Waldo Emerson, quien en una ocasión dijo: “Aquello que persistimos en hacer se vuelve más fácil de realizar, no porque la naturaleza de la tarea en sí haya cambiado, sino porque ha aumentado nuestro potencial para realizarla” (en La historia de la Iglesia en la dispensación del cumplimiento de los tiempos [1993], pág. 562).

Testimonio

Exprese su testimonio según lo inspire el Espíritu.

Asignaciones

Aliente a los miembros de la clase para que hagan lo siguiente:

  1. 1.

    Que prueben nuevos métodos para enseñar los principios del Evangelio. Pídales que escriban acerca de sus experiencias en sus cuadernos.

  2. 2.

    Que vayan a la clase de la semana siguiente habiéndose preparado para desarrollar un plan para una lección que habrán de enseñar próximamente. Esta lección podría ser parte de una asignación para la noche de hogar, una asignación de la Iglesia u otra oportunidad para enseñar. Que lleven asimismo los materiales para la lección, como son sus propios libros canónicos y sus manuales.