Comprender las responsabilidades de los misioneros

Mujeres Jóvenes, Manual 3, 1994


Objetivo

Que cada mujer joven comprenda las responsabilidades de los misioneros.

Preparación

  1. 1.

    Lámina 12, Un misionero con su compañero, la cual figura al final de este manual.

  2. 2.

    Haga un cartel con el horario diario de un misionero.

  3. 3.

    Optativo: Haga los arreglos necesarios para que las alumnas canten “Llamados a servir” (Himnos, No. 161).

  4. 4.

    Dé, con anticipación, a algunas de las jóvenes la asignación de contar los relatos, de leer los pasajes de las Escrituras y las citas que usted desee.

Nota para la maestra: Esta lección trata acerca de las responsabilidades de los misioneros regulares. Se espera que todos los varones jóvenes vayan a la misión. Las señoritas solteras de veintidós años y mayores también pueden ir a la misión. Sin embargo, no deben sentirse obligadas a salir como misioneras y no se les debe instar a cumplir una misión regular. La misión no debe obstaculizar la oportunidad que tenga una joven de casarse.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Introducción

Lámina y relato

Muestre a la clase la lámina del misionero con su compañero y cuente el siguiente relato:

Después de años de preparación, se encontraba en el aeropuerto un élder que por fin estaba listo para ir a la misión a Guatemala. Él dijo:

“Cuando llegué a la puerta que llevaba al punto de embarque, mi padre me dijo:

“—Hijo, obedece todas las reglas y serás feliz en la vida.

“Asentí con un apresurado:

“—Naturalmente, papá —y partí.

“Mientras iba hacia el avión, sonreía interiormente pensando: Papá, te confundiste con las palabras. Lo que quisiste decir fue: ‘Obedece todas las reglas y serás feliz en la misión’. Con esos pensamientos archivé su consejo en la memoria bajo el rótulo de ‘Consejo paterno’.

“Siete meses después, mi padre murió”.

En las primeras horas de incertidumbre, después que el presidente de la misión le informó del trágico accidente aéreo de su padre, sintiéndose confuso y deprimido, parte de él decía:

“ ‘¿Qué estás haciendo aquí?… te mandan a una tierra extraña con gente y costumbres diferentes, y ¿qué pasa? Se muere tu padre. ¿Y éstos son los dos años más felices de tu vida? ¡A tres mil kilómetros de tu hogar y completamente solo!’ “

Pero, por otro lado, la otra parte de él decía: “ ‘Sé fuerte, élder. Tuviste un excelente padre del cual puedes sentirte orgulloso; fue un gran patriarca y te enseñó el evangelio en todas las cosas. Sabes que la vida eterna es un principio verdadero del evangelio y sabes que tu padre te estará esperando. Has tenido un testimonio del evangelio desde tu más tierna infancia; éste no es el momento de comenzar a dudar’.

“En medio de esta lucha interior, las últimas palabras de mi padre, pronunciadas en el aeropuerto, resonaron como un eco en mi mente: ‘Hijo, obedece todas las reglas y serás feliz en la vida’…

“…La muerte de mi padre llegó a ser el punto culminante de mi misión. Tal vez parezca raro que diga esto, y desearía que él viviera todavía, pero, a partir de ese momento, la misión se tornó para mí en un testimonio viviente de la vida de mi padre. Pronto me di cuenta de lo valioso que es vivir ‘todas las reglas’; no obstante lo pequeñas o insignificantes que parecieran, si las obedecía, me sentía feliz” (véase H. Kent Rappleye, “Obedecer todas las reglas”, Liahona, junio de 1980, págs. 30–31).

Preguntas para analizar

• ¿Por qué se nos dan reglas en casa, en la escuela y en la Iglesia?

• ¿Qué bendiciones han recibido por haber tomado la determinación de obedecer las reglas?

Los misioneros deben cumplir con las reglas de la misión

Pasajes de las Escrituras

Pida a las jovencitas que lean el pasaje de Marcos 16:15 y Doctrina y Convenios 18:15.

• ¿Por qué creen que la obra misional es tan importante para el Señor?

Presentación por la maestra

Cuando los misioneros comienzan la misión, se les dan reglas y horarios con el fin de que su importante obra misional sea eficaz y productiva. Por otro lado, los misioneros deben comprometerse a obedecerlas a fin de servir al Señor y de tener la guía del Espíritu. El siguiente horario es típico de la mayoría de los misioneros: Cartel Exponga el cartel

6:30 hrs.

Levantarse.

7:00 hrs.

Estudiar con el compañero.

8:00 hrs.

Desayuno.

8:30 hrs.

Estudio individual.

9:30 hrs.

Trabajar en la obra proselitista.

12:00 hrs.

Almuerzo.

13.00 hrs.

Trabajar en la obra proselitista.

17:00 hrs.

Cena.

18:00 hrs.

Trabajar en la obra proselitista.

21:30 hrs.

Suspender la obra proselitista; planear las actividades para el día siguiente.

22:30 hrs.

Retirarse a dormir.

Presentación por la maestra

Según la cultura y las costumbres del lugar, se espera que los misioneros cumplan con las siguientes reglas:

  1. 1.

    Escribir a los padres una vez a la semana.

  2. 2.

    No llamar por teléfono a la familia ni a amigos excepto cuando el presidente de la misión les dé permiso para hacerlo.

  3. 3.

    Escribirle una carta y darle un informe semanal al presidente de misión.

  4. 4.

    No contraer deudas. Deben ser precavidos con el dinero y gastar en cosas que estén relacionadas con la misión.

  5. 5.

    Cuando se les invite a comer, no deben quedarse más de una hora y deben aprovechar ese tiempo para motivar a los miembros a participar en la obra misional.

  6. 6.

    No estar nunca solos con personas del sexo opuesto ni tener un tratamiento indebido con ellas. Tampoco deben enseñar a personas solteras del sexo opuesto a menos que esté presente una persona mayor.

  7. 7.

    No escribir a personas que vivan dentro de los límites geográficos de la misión.

  8. 8.

    No salir del área asignada sin la autorización del presidente de la misión.

  9. 9.

    Comportarse con dignidad y evitar discusiones. Sólo deben leer publicaciones que el presidente de la misión les haya autorizado leer. (Véase Manual Misional [31152 002].)

Citas y análisis

Lea la siguiente declaración del presidente Gordon B. Hinckley:

“La obra misional es rigurosa, exigente y difícil; nunca ha sido fácil ni nunca lo será. Requiere fortaleza física, espiritual y mental” (véase Brian Kelly, “Una entrevista con el élder Gordon B. Hinckley”, Liahona, ene. de 1974, pág. 10).

• ¿Por qué creen que se han establecido estas reglas para los misioneros?

• ¿Qué ventajas tienen estas reglas?

Los miembros pueden ayudar a los misioneros a ser eficaces

Presentación por la maestra

Explique que los misioneros tienen sólo un breve tiempo para dedicar a la misión. Por lo tanto, deben aprovechar cada día al máximo. Han invertido muchas cosas en la misión: dinero, el sacrificio de sus familiares, años de preparación y de capacitación, tiempo y, lo más importante, ellos mismos. Como miembros, podemos entablar una relación apropiada con los misioneros y ayudarles a aprovechar el tiempo al máximo. Podemos ayudarles a conquistar el desafío más grande al cual se enfrentan: el de olvidarse de sí mismos y dedicarse por completo a la obra misional.

Cita

En la cita que aparece a continuación se explican las dificultades que tienen los misioneros para olvidarse de sí mismos y dedicarse por completo a la obra misional.

“A todos nos gusta la comodidad; pero la laboriosidad es el corazón de la obra misional. Esto no ha cambiado desde la época del Salvador. Él dijo: ‘…y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará’ (Marcos 8:35). Estas palabras son particularmente ciertas en la obra misional. El mayor problema ha sido siempre presentarse ante el Señor en oración y pedirle fortaleza, capacidad y guía, y después dedicarse totalmente a la obra. El Señor ha dicho: ‘…Así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz’ (Mateo 6:22). Si el misionero trabaja con la mira puesta únicamente en la gloria de Dios, la obscuridad desaparecerá: la obscuridad de la pereza, del pecado, de la indecisión y del temor, los cuales son todos factores que influyen en el trabajo misional” (véase Brian Kelly, “Una entrevista con el élder Gordon B. Hinckley”, Liahona, enero de 1974, pág. 10).

Pregunta y análisis en la pizarra

• ¿Qué puede hacer una mujer joven SUD para ayudar a los misioneros a cumplir con las responsabilidades que ellos tienen en la obra del Señor? Escriba en la pizarra las respuestas de las jovencitas.

Si las jovencitas no mencionaran ninguna de las ideas que se encuentran en la siguiente cita, preséntelas a la clase:

“Podemos presentarles a nuestros amigos y a nuestros familiares que no sean miembros de la Iglesia. También debemos respetar el tiempo de los misioneros. Cuando les invitemos a comer a nuestra casa, debemos servir la comida pronto y después motivarlos a reanudar su labor. No debemos esperar ni permitir que ayuden a lavar la vajilla ni invitarlos a ver televisión. También podemos averiguar cuáles son las reglas de la misión y ayudarles a cumplirlas.

“…Las mujeres jóvenes no deben estar nunca a solas con un misionero ni animarlo a una amistad más estrecha. Las jóvenes no deben mantener correspondencia ni charlar por teléfono con los misioneros.

“Si todos demostramos respeto por los misioneros y por el llamamiento de ellos, les ayudaremos a llevar el mensaje del evangelio a otras personas” (véase La mujer Santo de los Últimos Días, Parte A, pág. 135.)

Agregue que las mujeres jóvenes también pueden instar a los varones jóvenes a ir a la misión. El presidente Ezra Taft Benson dijo:

“…Porque vosotras [las jóvenes] podéis tener una influencia positiva en los jóvenes para que sirvan en una misión regular. Haced que los jovencitos a los que conocéis sepan que vosotras esperáis que ellos cumplan con sus responsabilidades misionales; que, personalmente, vosotras deseáis que ellos sirvan en el campo misional, porque sabéis que allá es donde el Señor los quiere.

“Evitad el noviazgo serio con un jovencito antes del tiempo de su llamamiento misional. Si vuestra relación con él es más bien amistad, él podrá tomar esa decisión más fácilmente y concentrar sus energías de lleno en la obra misional” (presidente Ezra Taft Benson, “A las mujeres jóvenes de la Iglesia”, Liahona, enero de 1987, pág. 84).

Conclusión

Presentación por la maestra

Diga a las jóvenes que cuando el élder Vaughn J. Featherstone y su esposa estaban cumpliendo una misión en Texas, la hermana Featherstone se dirigió al Señor en oración pidiéndole ayuda; estaba tan ocupada en el campo misional que no tenía ni siquiera unos minutos al día para sí misma. Entonces ella suplicó: “‘Padre Celestial, ayúdame a fin de que disponga de tiempo para mí durante nuestra misión’”. Y, de la forma más clara que uno pueda imaginarse, recibió del Padre la siguiente respuesta: “‘Hija mía, éste no es tu tiempo, sino mi tiempo’” (véase Vaughn J. Featherstone, “La bendición de ser misioneros”, Liahona, feb. de 1979, pág. 32).

Explique que los misioneros están trabajando para el Señor y nadie tiene el derecho de distraerlos con otras cosas que no estén directamente relacionadas con la obra misional. Por lo tanto, es preciso que tratemos a los misioneros con todo respeto y cordialidad, pero, al mismo tiempo, con cierta formalidad. Nosotros podemos ayudarlos a vivir de acuerdo con lo que se espera de ellos y a dar a conocer el evangelio a otras personas.

Música

Para terminar la lección, pida a las jóvenes que canten el himno “Llamados a servir” (Himnos, No. 161).