10: Trate de encontrar lecciones en toda circunstancia

"10: Trate de encontrar lecciones en toda circunstancia," Parte A: Su llamamiento para enseñar—Perfeccione sus talentos, ()


“Y así como has empezado a enseñar la palabra, así quisiera yo que continuases enseñando; y quisiera que fueses diligente y moderado en todas las cosas” (Alma 38:10).

Mientras trabajaba en su jardín, un presidente de estaca pensaba acerca de un discurso que tenía que dar en una próxima conferencia de estaca. Planeaba hablar acerca del fortalecimiento de las familias.

Una vecina suya que parecía tener un talento especial para cultivar magníficas flores, también se hallaba trabajando en el jardín. Llamándola, le preguntó: “¿Cuál es su secreto como jardinera?”.

Su respuesta fue profundamente sencilla. Dijo: “Me mantengo cerca de mi jardín. Vengo a él todos los días, aun cuando no sea muy conveniente. Y mientras estoyaquí, trato de encontrar muestras de posibles problemas, cosas tales como las hierbas malas, los insectos y las condiciones de la tierra que sean simples de resolver si los encaro a tiempo pero que podrían llegar a ser abrumadores si no les presto atención”.

El presidente de estaca se sintió inspirado a comparar el cuidado que su vecina le prestaba al jardín con el cuidado que debemos prestar a nuestras familias. En su discurso en la conferencia de estaca, se refirió al jardín de su vecina. Comentó que si deseamos que las relaciones con los miembros de nuestra familia se cultiven y florezcan, es necesario que nos mantengamos “cerca del jardín”, que pasemos tiempo con ellos cada día, que hablemos con ellos, que les expresemos nuestro cariño y que observemos toda pequeña muestra de posibles problemas que podamos resolver antes de que se conviertan en algo abrumador.

Una hermana que había escuchado el discurso del presidente de estaca recordó que algunas de sus plantas se estaban marchitando. No había tomado tiempo para vigilar a diario su crecimiento y eso le recordó que sus hijos estaban creciendo y que no debía desperdiciar los pocos años que le quedaban con ellos. Gracias a la enseñanza de su presidente de estaca, pudo entonces ser una mejor madre.

El presidente de estaca había seguido el ejemplo del Salvador, quien con frecuencia comparaba las verdades espirituales con las cosas y actividades familiares de todos los días. Usted puede hacer lo mismo. Puede encontrar lecciones provechosas para la vida en las cosas que hace y observa día a día. A medida que medite y ore en cuanto a una lección y en cuanto a las personas a quienes enseña, todo lo que le rodea puede cobrar vida con respuestas a las preguntas y con ejemplos de los principios del Evangelio.

Los dos ejemplos siguientes muestran cómo otros maestros han percibido algunas lecciones al observar lo que les rodea en la vida cotidiana:

Cierto domingo, una maestra de la Primaria prestó atención a una familia que asistía a la iglesia. Observó que uno de los niños, que era miembro de su clase y que solía ser desconsiderado con sus compañeros, ayudaba a su pequeña hermana. “Ése es el ejemplo que necesito”, se dijo a sí misma. “Voy a enseñar ese principio y a ayudar a ese niño”. Más tarde, compartió el ejemplo en una lección sobre cómo ser bondadosos. Los niños aprendieron por medio del ejemplo y el muchachito comenzó a mejorar su comportamiento con los demás miembros de la clase.

Un hombre y su hijo estaban jugando con bloques de madera. Cuando el niño no conseguía que algunos bloques grandes permanecieran sobre otros pequeños, el padre percibió en ello una oportunidad para la enseñanza. Le explicó la importancia de contar con bases fuertes y sólidas. Entonces, antes de continuar jugando, le leyó Helamán 5:12, donde dice que “es sobre la roca de nuestro Redentor, el cual es Cristo, el Hijo de Dios, donde [debemos] establecer [nuestro] fundamento”. Más tarde ese mismo día, los miembros de la familia estudiaron juntos las Escrituras y en una breve lección que confirmaba ese pasaje, el padre y su hijo, empleando los bloques de madera, demostraron la importancia de edificarnos sobre el fundamento de Cristo.

Cómo puede el maestro desarrollar su capacidad para ver y escuchar

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle a descubrir ideas para enseñar en todas partes.

Estudie la lección con mucha anticipación. Al familiarizarse con las lecciones que habrá de enseñar, estará más al tanto de los acontecimientos diarios que podría aprovechar para presentar dichas lecciones. Si enseña una clase con la ayuda de un manual, es conveniente saber lo que ese manual contiene en su totalidad. Entonces habrá más posibilidad de que se percate de alguna observación que se pueda aplicar a una lección que habrá de enseñar varias semanas después.

Ore todos los días para obtener ayuda durante su preparación. Pida a nuestro Padre Celestial que le ayude a prestar atención a cosas que podrían contribuir a que sus lecciones sean más claras, inolvidables e inspiradoras para quienes enseña.

Siempre tenga en cuenta a quienes enseña al preparar sus lecciones. Piense en aquellos a quienes enseña. Considere la vida de cada uno de ellos, las decisiones que deben enfrentar y los caminos que estén siguiendo. Sea receptivo a cualquier idea provechosa para la enseñanza mientras haga cosas como estudiar las Escrituras u observar las bellezas de la naturaleza. Incluso podría encontrar ideas para la enseñanza en actividades como limpiar su casa, ir a trabajar o salir de compras. Prácticamente cualquier experiencia podría suministrarle el ejemplo, el enriquecimiento o el esclarecimiento que necesite para una lección sobre el Evangelio.

Anote las impresiones que reciba

A medida que perciba cada vez más las ideas para la enseñanza que le rodean, sería provechoso que fuese anotando las impresiones que reciba. Lleve consigo una pequeña libreta y escriba en ella todo lo que le parezca que podría ser una buena idea para la enseñanza. Anote ideas tomadas de discursos o lecciones en las que participe. Escriba experiencias que promuevan la fe. A medida que vaya desarrollando el hábito de percibir estas cosas, irá teniendo una mayor conciencia de las fuentes de recurso para la enseñanza que le rodean.

No se preocupe sobre cómo habrá de aprovechar esas ideas. Simplemente anótelas. Sus observaciones a veces se aplicarán a una próxima lección, pero habrá ocasiones en que percibirá ejemplos maravillosos de principios que quizás tenga que enseñar varias semanas o aun años más tarde. Si no los anota, podrían olvidársele.

Quizás también le gustaría preparar una carpeta o un sobre para cada lección que habrá de enseñar en los próximos meses. A medida que se le ocurran algunas lecciones prácticas, comparaciones y otras ideas, organice sus notas en la carpeta o en el sobre que corresponda. Cuando llegue el momento de preparar una lección específica, descubrirá que ha coleccionado una gran fuente de ideas y de actividades para enriquecerla.