Progresar y madurar para tener autosuficiencia, Parte 1

Mujeres Jóvenes, Manual 1, 1994


Objetivo

Que cada una de las alumnas reconozca que su independencia va en aumento y que procure ser más autosuficiente.

Preparación

  1. 1.

    Láminas 6, 7, 8 y 9, que son respectivamente: Una niña pequeñita, una joven, una pareja de novios y una madre con su hijita. Todas se encuentran al final de este manual.

  2. 2.

    Lleve a la clase lápices para todas las alumnas.

  3. 3.

    Haga una copia para cada alumna del ejercicio que aparece más adelante en esta lección, o prepárese para leerlo a la clase y que las jóvenes lo vayan contestando.

  4. 4.

    Optativo: Haga una copia del poema “Emerger…” para dar a cada una.

  5. 5.

    Asigne a las jóvenes los pasajes de las Escrituras, relatos o citas que desee que se lean en la clase en voz alta.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Al madurar, nos hacemos más independientes y autosuficientes

Presentación por la maestra y análisis

Coloque las láminas a la vista de la clase y diga a las jóvenes que las observen. Hágales preguntas para estimular un análisis de la forma en que van mejorando las facultades con la madurez. Pregúnteles, por ejemplo:

• ¿Qué puede hacer una niña de cinco años que una bebé no puede hacer? (Caminar, hablar, vestirse sola, tomar algunas decisiones, etc.)

• ¿Qué puede hacer una joven de veinte años que por lo general una de catorce no hace? (Sacar licencia para conducir, tener novio formal, tener un empleo permanente, casarse, tener hijos, ser ama de casa, etc.)

• ¿Por qué no esperaríamos que una niña de cinco años hiciera lo que una de catorce puede hacer, o que una de catorce años hiciera lo que se puede hacer a los veinte?

Hágales comprender que la transición de la dependencia a la independencia y la autosuficiencia es gradual y que a cada edad le corresponden ciertas habilidades.

Cita

El presidente Spencer W. Kimball dijo lo siguiente:

“La primera década de su vida estuvo llena de días alegres, divertidos y despreocupados. Sus padres y familiares los protegieron y les enseñaron, los alimentaron, los vistieron y les proveyeron la vivienda; pero ahora, en la segunda década de su vida, se encuentran con que el control de los mayores va aflojando y que gradualmente ustedes están desarrollando su personalidad y aprendiendo a tomar decisiones. Han empezado a madurar y a asumir responsabilidades” (“President Kimball Speaks Out on Planning Your Life”, New Era, sept. de 1981, pág. 47).

Análisis

• ¿Por qué podrían tacharse de “despreocupados” los primeros diez años de su vida? ¿Quién era totalmente responsable de ustedes en esa época?

• ¿De qué manera las protegieron sus padres y su familia?

• Al bautizarse, ¿qué responsabilidades nuevas asumieron?

• ¿Por qué se ejerce menos control sobre ustedes en la segunda década de su vida?

• ¿Qué clase de decisiones pueden tomar ahora que no podrían haber tomado cuando tenían diez años?

Nota a la maestra

Asegúrese de que las jovencitas comprendan claramente que el asumir responsabilidades y hacerse autosuficientes son metas deseables que nuestro Padre Celestial espera y desea que ellas alcancen; pero que eso no quiere decir independizarse de El y de Su guía ni del prudente consejo de sus padres y de los líderes del sacerdocio. “El Señor es muy generoso con la libertad que nos concede. Cuanto mejor aprendamos a seguir la rectitud, tanto más espiritualmente autosuficientes seremos y más se afianzarán nuestra libertad y nuestra independencia” (élder Boyd K. Packer, “Self-reliance”, Ensign, agosto de 1975, pág. 89).

Pizarra

Escriba la palabra dependencia sobre el lado izquierdo de la pizarra y la palabra autosuficiencia sobre el lado derecho; dibuje una flecha que parta de “dependencia” y apunte a “autosuficiencia”. Dígales que el profeta José Smith dio una buena definición de la auto- suficiencia cuando alguien le preguntó qué hacía para gobernar a los santos. Pida a una de las alumnas que lea estas palabras: “Les enseño principios correctos y ellos se gobiernan a sí mismos” (citado por John Taylor, Millennial Star, 13:339).

Explíqueles que hay dos elementos sumamente importantes para lograr la autosuficiencia: Uno es que debemos primero aprender los principios correctos; el otro es que debemos tener la capacidad de gobernarnos basándonos en esos principios.

Ejercicio

Para que las jovencitas evalúen su autosuficiencia, déles el siguiente ejercicio. Entregue una copia del ejercicio y un lápiz a cada una y dígales que lean las declaraciones y escriban en medio su propia evaluación. Las declaraciones de la izquierda indican que es necesario mejorar en ese aspecto; las de la derecha, que ya se ha logrado la autosuficiencia. (Si hay algunos puntos que no se apliquen al lugar donde vive, adáptelos.) Dígales que se evalúen del 1 al 10, según lo que consideren que les corresponde en cada punto, con el 1 como la calificación más baja y el 10 como la más alta.

Podemos ser completamente autosuficientes

Análisis e intercambio de ideas

Después que la clase haya terminado el ejercicio, recalque el hecho de que lograr la auto- suficiencia es un proceso gradual, y que no nos volvemos autosuficientes de la noche a la mañana. Y, según nuestra propia personalidad, tendremos también diferentes grados de progreso en los diversos aspectos del ejercicio.

Con la colaboración de las jóvenes, elija dos o tres de los puntos del ejercicio que la clase considere más importantes. Si son muchas, divídalas en grupos pequeños y asigne a cada grupo uno de los puntos para analizar, y que ellas presenten sus ideas en cuanto a la forma de ir logrando más autosuficiencia en ese aspecto particular. Por ejemplo, pueden estudiar y hablar sobre las formas de acostumbrarse a practicar una habilidad o a llevar a cabo determinada tarea todos los días; la forma de llevar cuenta de sus gastos y de que el diezmo tenga prioridad sobre todo lo demás; la forma de fortalecerse medi- ante el estudio diario de las Escrituras, etc. Una de las alumnas en cada grupo debe tomar nota de las ideas que se analicen y, por último, los grupos presentarán sus ideas a las demás.

Análisis de un pasaje de las Escrituras

Pídales que busquen Doctrina y Convenios 93:13–14 y 20; léanlo en voz alta y dígales que marquen esos versículos. Hágales comprender que la evolución y el progreso de una persona no se producen instantáneamente. El Salvador mismo obtuvo poco a poco “la plenitud” y la recibió “de gracia en gracia”. Dígales que se fijen en el versículo 20.

• ¿Qué se nos promete en ese versículo? (Que progresaremos como el Salvador lo hizo, poco a poco, y lograremos la plenitud.)

Explíqueles que así como un pollito debe romper él mismo el cascarón para salir al mundo, también nosotros para progresar hacia la autosuficiencia debemos dedicar nuestro propio esfuerzo y persistencia. Y a veces ese progreso puede ser incluso doloroso.

Volante con el poema (optativo)

Pida a una de las jovencitas que lea el siguiente poema:

Emerger

Es penoso emerger,
y tan sensible y tierno
el nuevo ser.
Atemorizador
no ser más que un polluelo
y atisbar el mundo
desde el cascarón.
Entonces, evoca
el toque de clarín que llama,
el que potente
al refugio te reclama:
“Debajo de las alas
os he de recoger,
como la gallina a sus polluelos”.
Y así amparada
te has de fortalecer.

(Dianne Dibb Forbis, New Era, dic. de 1977, pág. 7.)

Análisis

• En esta segunda década de su vida, ¿en qué sentido experimentan ustedes un “emerger” y son “sensibles y tiernas”? (Algunos de los ejemplos que se pueden mencionar: el testimonio que empieza a crecer, las nuevas tentaciones que surgen, los nuevos problemas en la escuela, los cambios de relación con las amistades, etc.) Todos esos nuevos sucesos y decisiones, ¿les hacen sentir a veces como un “polluelo” “tierno” y atemorizado?

• ¿Cómo es el sonido de un clarín? (Claro y nítido.)

• Cuando en el proceso de crecer te sientas insegura o atemorizada, ¿qué te sugiere el poema que hagas? ¿Con quiénes y dónde encontrarás refugio? (El Señor, nuestros padres y familiares, nuestro hogar.)

Análisis de un pasaje de las Escrituras

Diga a las jóvenes que busquen el pasaje de Doctrina y Convenios 29:1–2, y que lo lean y lo marquen.

• ¿Quién nos prometió juntarnos “como la gallina junta a sus pollos debajo de sus alas”?

Hágales notar que si nos acercamos a nuestro Padre Celestial y al Salvador, nos fortaleceremos.

Conclusión

Presentación por la maestra

Explíqueles que al hacernos autosuficientes, complacemos con ello a nuestro Padre Celestial. El desea que Sus hijos aprendan por sí solos a tomar decisiones y conducirse en la vida, y no se siente complacido con las personas que necesitan que se les diga todo lo que tienen que hacer (véase D. y C. 58:27–29).

Recalque el hecho de que al ir independizándonos gradualmente de otras personas, es preciso que nos capacitemos para escuchar la guía clara, “el toque de clarín” del Señor, que aprendamos a gobernar nuestra vida de acuerdo con Sus principios. Nuestro Padre Celestial, que desea vernos progresar, también nos dará las fuerzas para lograr ese progreso.