Las bendiciones de la casa de Israel

Mujeres Jóvenes, Manual 3, 1994


Objetivo

Que cada mujer joven comprenda las bendiciones y las obligaciones que tiene por ser miembro de la casa de Israel.

Preparación

  1. 1.

    Lámina 7, Una familia junto a un templo, que se encuentra al final de este manual.

  2. 2.

    Dé a algunas de las jóvenes la tarea de prepararse para contar los relatos, leer los pasajes de las Escrituras y las citas que usted desee.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Podemos recibir las bendiciones que el Señor le prometió a Abraham

Presentación por la maestra

• ¿Qué saben acerca del profeta Abraham?

Después que las jovencitas hayan dicho lo que sepan en cuanto a esta pregunta, explíqueles que Abraham fue un gran profeta que vivió en la época del Antiguo Testamento. Fue fiel y obedeció al Señor en todas las cosas, y el Señor le hizo promesas maravillosas.

Pida a las alumnas que lean el pasaje de Abraham 2:8–11 para ver cuáles fueron algunas de esas promesas.

• ¿Cuáles son algunas de las bendiciones que el Señor le prometió a Abraham?

Explique que el Señor le prometió a Abraham que su posteridad siempre tendría tres bendiciones muy importantes. Escríbalas en la pizarra, tal como se indica a continuación.

Análisis en la pizarra

La casa de Israel

Abraham y su posteridad pueden tener siempre:

  1. 1.

    Las bendiciones del evangelio.

  2. 2.

    Las bendiciones del sacerdocio.

  3. 3.

    Las bendiciones de la vida eterna

Presentación por la maestra

Explique a la clase que las bendiciones prometidas a Abraham llegan a nosotros por medio de su posteridad. Abraham tuvo un hijo llamado Isaac; Isaac tuvo un hijo llamado Jacob, cuyo nombre fue luego cambiado a Israel. Jacob, o sea, Israel, tuvo doce hijos y los descendientes de todos ellos llegaron a ser conocidos como la casa de Israel.

Somos miembros de la casa de Israel por medio de linaje directo (o sea, por ser descendientes literales de Israel) o por adopción. La persona que no sea descendiente literal de Israel pasa a ser adoptada en la casa de Israel cuando se bautiza. Los miembros de la Iglesia saben cuál es su linaje en la casa de Israel cuando reciben la bendición patriarcal.

Cita

Lea la siguiente declaración:

“Toda persona que acepte el evangelio llega a ser de la casa de Israel. En otras palabras, se convierte en miembro del linaje escogido, o en hijo de Abraham por la línea de Isaac y Jacob, a quienes se hicieron las promesas. La gran mayoría de aquellos que se hacen miembros de la Iglesia son descendientes literales de Abraham, por conducto de Efraín, hijo de José. Los que no son descendientes literales de Abraham e Israel, deben llegar a serlo, y cuando son bautizados y confirmados, son injertados en el árbol y tienen derecho a todas las facultades y a todos los privilegios de los herederos” (véase Joseph Fielding Smith, Doctrina de Salvación, tomos III, pág. 232).

Explique que cada mujer joven que sea digna tiene derecho, como miembro de la casa de Israel, a recibir todas las bendiciones prometidas a Abraham.

Como miembros de la casa de Israel, tenemos tanto bendiciones como obligaciones

Análisis en la pizarra

Señale lo escrito en la pizarra y ponga de relieve que una de las bendiciones más importantes que las mujeres jóvenes tienen como miembros de la casa de Israel es aprender el evangelio y ser bautizadas en la Iglesia mientras estén sobre la tierra.

• ¿Qué promesas hacemos cuando nos bautizamos y cuando participamos de la Santa Cena? (Prometemos que obedeceremos todos los mandamientos de Dios, que recordaremos siempre al Salvador, que amaremos y prestaremos servicio a los demás.)

Destaque que el poder hacer esas promesas especiales es parte de la bendición que recibimos como miembros de la casa de Israel.

Especifique que como miembros de la Iglesia y de la casa de Israel, toda mujer joven tiene también el privilegio de disfrutar de las bendiciones del sacerdocio.

Pida a las jovencitas que mencionen las bendiciones del sacerdocio que reciben ahora y las que podrán recibir más adelante. (Esas bendiciones son: ser bautizada en la Iglesia verdadera del Señor, recibir bendiciones de poseedores del sacerdocio, tomar la Santa Cena, ir al templo para efectuar la obra de las ordenanzas por nosotras y por los muertos, contar con líderes inspirados que nos ayuden y nos guíen, tener la posibilidad de casarnos o sellarnos en el templo.)

Experiencias personales

Pregunte a las jovencitas si han tenido alguna experiencia personal gracias a las bendiciones del sacerdocio. Invítelas a contarlas al resto de la clase. Si lo desea, cuente usted una experiencia personal. Haga hincapié en que el tener las bendiciones del sacerdocio da consuelo y protección a cada mujer joven.

La bendición más grande que recibimos por ser miembros de la casa de Israel es la vida eterna

Pasaje de las Escrituras y análisis

Pida a las jovencitas que lean y que marquen en sus Escrituras el pasaje que se encuentra en Doctrina y Convenios 14:7.

• ¿Cuál es el mayor de todos los dones de Dios? (La vida eterna.)

• ¿Qué dice el Señor que debemos hacer para ganar la vida eterna?

Escriba en la pizarra las respuestas de las jóvenes, según el ejemplo que se da más adelante.

Pida a las jovencitas que lean los pasajes de las Escrituras que se mencionan a continuación para ver cuáles son otros requisitos para obtener la vida eterna. (Lean la primera y la última parte de Doctrina y Convenios 132:19, tal como se indica a continuación.) Agregue esos requisitos a los que ha escrito en la pizarra.

  • Juan 3:36

  • 2 Nefi 9:39

  • D. y C. 132:19: “Y además, de cierto te digo, si un hombre se casa con una mujer por mi palabra, la cual es mi ley, y por el nuevo y sempiterno convenio, y les es sellado por el Santo Espíritu de la promesa, por conducto del que es ungido, a quien he otorgado este poder y las llaves de este sacerdocio… los ángeles y los dioses que están allí les dejarán pasar a su exaltación y gloria en todas las cosas, según lo que haya sido sellado sobre su cabeza, y esta gloria será una plenitud y continuación de las simientes por siempre jamás.”

Ejemplo de la pizarra

Abraham y su posteridad pueden tener siempre:

  1. 1.

    Las bendiciones del evangelio.

  2. 2.

    Las bendiciones del sacerdocio.

  3. 3.

    Las bendiciones de la vida eterna.

Para ganar la vida eterna debemos:

  • Guardar los mandamientos.

  • Perseverar hasta el fin.

  • Creer en Jesucristo.

  • Ser espiritual.

  • Casarnos o sellarnos en el templo.

Cita

Pida a las jovencitas que escuchen con atención la siguiente cita para ver la diferencia que existe entre la inmortalidad y la vida eterna, y saber quién será digno de cada una de ellas.

“La vida eterna es el nombre que se da a la clase de vida que vive nuestro Padre Celestial…

“Cuando decimos ‘vida eterna’ no nos estamos refiriendo sólo al hecho de que la vida futura no tiene fin. La inmortalidad significa vivir para siempre en el estado resucitado y, por la gracia de Dios, todos los hombres obtendrán esa vida imperecedera. Pero sólo aquellos que obedezcan la plenitud de las leyes del evangelio heredarán la vida eterna” (Bruce R. McConkie, Mormon Doctrine, 2ª ed., Salt Lake City: Bookcraft, 1966, pág. 237).

Análisis en la pizarra

Trace una línea en la pizarra y póngale un punto al final de la misma.

Diga a la clase que la línea representa nuestra existencia premortal y que las decisiones que tomamos allí influyen en la clase de vida que estamos viviendo en esta etapa mortal. El punto simboliza la etapa mortal. En seguida, trace otra línea después del punto, prolónguela hacia el extremo de la pizarra, y explique que en realidad esa línea no tiene fin y que representa la eternidad. Por lo tanto, lo que hagamos mientras estemos en el pequeño lapso de esta etapa mortal (representada por el punto) determinará la clase de vida que tendremos en la eternidad.

Explicación con la ilustración Señale de nuevo la ilustración de la pizarra y explique que la bendición más importante que una joven puede obtener como miembro de la casa de Israel es la vida eterna. Muestre la lámina de la familia junto a un templo y destaque que el casamiento en el templo abre las puertas para que las familias sean selladas eternamente y le brinda a cada mujer joven la oportunidad de ser esposa y madre por toda la eternidad. Ésa es la bendición más grande que el Señor puede dar a cualquiera de Sus hijas.

El presidente Ezra Taft Benson dijo lo siguiente a las mujeres jóvenes de la Iglesia:

“Mis jóvenes hermanas, tenemos una tremenda esperanza en vosotras. Esperamos mucho de vosotras. No os conforméis con menos de lo que el Señor espera de vosotras…

“Sí, dadme una jovencita que ame su hogar y a su familia, que lea las Escrituras diariamente y medite en ellas, que tenga un testimonio ardiente [del] Libro de Mormón…. Dadme una jovencita que sea virtuosa y que haya mantenido su pureza personal, que no se conforme con menos que un matrimonio en el templo, y yo os daré una jovencita que hará milagros para el Señor, ahora y en las eternidades” (“A las mujeres jóvenes de la Iglesia”, Liahona, enero de 1987, pág. 86).

Conclusión

Repaso

Para concluir la lección, vuelva a señalar la pizarra, y recuerde a las jovencitas las tres bendiciones especiales que esperan a los miembros de la casa de Israel. Ponga de relieve que el obtener esas bendiciones es la responsabilidad de toda mujer joven. Ellas deben aceptar las normas del evangelio y vivir de acuerdo con ellas, deben honrar el sacerdocio y ser dignas de recibir la vida eterna.