En lo que es un ministerio tanto global como muy personal, el élder Bednar destaca que “hay pruebas que no he afrontado que son superadas por medio de la Expiación de Jesucristo; y no tengo por qué haber experimentado personalmente esas pruebas para poder dar testimonio del Salvador y del poder limpiador y fortalecedor de Su Expiación en la vida de las personas que están sufriendo”.