Actuar de acuerdo a lo que aprendiste en la conferencia


“Escoger”, “buscar”, “obtener” y “esforzarse”. Los profetas y los apóstoles vivientes utilizaron palabras como éstas durante la Conferencia General de octubre de 2014 para invitarnos no sólo a meditar y a orar acerca de sus mensajes inspirados sino también para actuar. *La siguiente lista puede ayudarnos a recordar lo que nos han pedido que hagamos:

Escoger seguir a Jesucristo.

El presidente Thomas S. Monson nos instó a escoger “llegar a ser discípulos de [Jesucristo] y hacer Su obra a lo largo de nuestra vida” al “aprender Sus palabras, al seguir Sus enseñanzas y al caminar en Su camino” de obediencia, servicio y oración.

En las Escrituras el Salvador “nos dice ser misericordiosos, ser humildes, ser justos, ser puros de corazón, ser pacificadores”, dijo el presidente Monson. “Él nos instruye a defender con valentía nuestras creencias… [y] ser moralmente limpios en pensamientos y acciones” (“Examina la senda de tus pies”).

Buscar la revelación personal.

El presidente Henry B. Eyring testificó que para “obtener respuestas a las preguntas más importantes de la vida” cada uno de nosotros debe continuar la comunicación con Dios. Para saber cómo podemos calificar para esa bendición, el presidente Eyring citó D. y C. 121:45: “Deja también que tus entrañas se llenen de caridad para con todos los hombres, y para con los de la familia de la fe, y deja que la virtud engalane tus pensamientos incesantemente”. El amor que sentimos por el profeta nos ayudará a sentir la confirmación de la revelación cuando habla como profeta del Señor, dijo (“Revelación continua”).

Recibir un testimonio de luz y verdad.

El presidente Dieter F. Uchtdorf dio cuatro pasos para recibir un testimonio:

• “Primero, deben buscar la palabra de Dios. Eso significa leer las Escrituras y estudiar las palabras de los profetas antiguos como de los modernos… con un deseo sincero de descubrir la verdad. Mediten sobre las cosas que sientan y preparen sus mentes para recibir la verdad”.

• “Segundo, deben considerar, meditar y esforzarse valientemente por creer, y estar agradecidos por… profetas, videntes y reveladores que dirigen Su Iglesia y nos ayudan a encontrar el camino de regreso a Él.

• Tercero, deben pedir al Padre Celestial, en el nombre de Su Hijo Jesucristo, que les manifieste la verdad a ustedes. “Pidan con un corazón sincero y con verdadera intención, teniendo fe en Cristo”.

• Cuarto, “pongan a prueba en su propia vida la doctrina del Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia. Háganlo con verdadera intención y fe perdurable en Dios” (“Cómo recibir un testimonio de luz y verdad”).

Procurar comprender la Expiación y fortalecer el testimonio de otras personas.

El presidente Boyd K. Packer dijo que debido a que “necesitamos la fortaleza de la convicción que se halla en el corazón de todo discípulo fiel de Cristo”, debemos:

• “[Sentir] una profunda reverencia por el Señor Jesucristo, por Su ministerio terrenal y por Su divina misión como nuestro Salvador”.

• “[Procurar] fortalecer el testimonio de los jóvenes y los ancianos, los casados y los solteros”.

• “Enseñar el evangelio de Jesucristo a hombres, mujeres y niños, a los de toda raza y nacionalidad, a los ricos y a los pobres” (“La razón de nuestra esperanza”).

Edificar la familia y el hogar sobre el fundamento de Jesucristo.

Al recordarnos que nuestros hogares deben ser “lugares santos a fin de resistir las presiones del mundo”, el élder L. Tom Perry dijo que debemos:

• “Seguir evaluando detenidamente nuestro desempeño como padres. La enseñanza más eficaz que un niño pueda recibir provendrá de padres y madres rectos que se preocupan por él”.

• “Encontrar en nuestro interior ese mismo espíritu decidido y vencer los desafíos que afrontamos con el mismo espíritu de sacrificio”.

• “Inculcar en las generaciones futuras una confianza aún más firme en las enseñanzas de nuestro Señor y Salvador” (“Encontrar paz duradera y edificar familias eternas”).

Sostener a los profetas.

“Al sostener a los profetas hacemos un compromiso personal de que nos esforzaremos al máximo por defender sus prioridades proféticas”, enseñó el élder Russell M. Nelson. Luego, al citar al élder George Albert Smith, dijo que eso significa que:

• “Lo apoyaremos;

• oraremos por él;

• defenderemos su buen nombre,

• y nos esforzaremos por actuar de acuerdo con las instrucciones que el Señor le indique” (“Sostengamos a los profetas”).

Procurar conocer a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo.

El élder Robert D. Hales testificó que el Padre Celestial desea que busquemos conocimiento sobre Él y Su Hijo Jesucristo, ahora.

“Al buscar un testimonio personal —su revelación personal— descubrirán que nuestro Padre Celestial ha proporcionado una manera especial para que conozcan la verdad por sí mismos: a través del tercer miembro de la Trinidad, un personaje de espíritu al que conocemos como el Espíritu Santo” (“La vida eterna es conocer a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo, Jesucristo”).

Amar a nuestro prójimo y evitar la contención.

“Los seguidores de Cristo deben ser ejemplos de civismo”, enseñó el élder Dallin H. Oaks.

• “Debemos amar a todas las personas, ser buenos oyentes, y demostrar interés por sus creencias sinceras.

• Aunque podamos estar en desacuerdo, no es apropiado ser desagradables.

• Nuestra postura y comunicaciones relacionadas con temas polémicos, no deben ser contenciosas.

• Debemos ser prudentes al explicar y poner en práctica nuestras posturas y al ejercer nuestra influencia”.

• Y debemos “ser personas de buena voluntad hacia todos, rechazando la persecución en cualquiera de sus formas, incluyendo la persecución basada en raza, origen étnico, creencia religiosa o incredulidad, y diferencias en la orientación sexual” (“Amar a los demás y vivir con las diferencias”).

Experimentar una conversión continua.

“Tenemos que aumentar nuestra fe en Jesucristo y nuestra fidelidad a Su Evangelio a lo largo de nuestra vida para experimentar una conversión constante, no sólo una vez, sino con regularidad”, enseñó el élder M. Russell Ballard.

• “Llegar a ser hombres y mujeres ‘de sano entendimiento’” al “[escudriñar] diligentemente las Escrituras, para [que conozcamos] la palabra de Dios” y “[centrarnos] en estudiar, vivir y amar la doctrina de Cristo”.

• “Dedicarnos ‘a mucha oración y ayuno’ (Alma 17:3)”.

• “[Llegar a ser] discípulos amables, bondadosos, amorosos, tolerantes, pacientes y dedicados” al “ayudar, apoyar y comprender a todos, incluso al enfermo, al débil, al pobre de espíritu y cuerpo, al que duda y al afligido, así como a otros miembros discípulos, entre ellos los líderes de la Iglesia” (¡Permanezcan en el bote y sujétense!).

Ejercer la fe con cuatro costumbres básicas.

“Debemos dedicar tiempo a ejercer activamente nuestra fe”, enseño el élder Richard G. Scott. Cuatro “costumbres básicas” invitarán el poder de la Expiación a nuestra vida y nos ayudarán a “encontrar paz en medio de las dificultades de la vida terrenal”:

• La oración. “Hablen seguido con su Padre Celestial… [Protejan] a sus hijos armándolos con el poder de la oración familiar por la mañana y por la noche”.

• El estudio de las Escrituras. “[Estudien] la palabra de Dios en las Escrituras y la que proviene de los profetas vivientes” individualmente y en familia.

• La noche de hogar. “No [permitan] que… ninguna otra cosa, [sea] más [importante] que ese tiempo que pasan juntos como familia”.

• La asistencia al templo. “Si no tienes una recomendación para el templo, esfuérzate por merecer una. Cuando la tengas, utilízala a menudo. Establece un tiempo para ir regularmente al templo” (“Haz del ejercicio de tu fe tu mayor prioridad”).

Hacer lo que podamos por otras personas necesitadas.

Al preguntar, “¿No clamamos todos por ayuda, esperanza y respuestas a nuestras oraciones? ¿No pedimos perdón por los errores que hemos cometido y los problemas que causamos? ¿Acaso no imploramos todos que la gracia compense nuestras debilidades y la misericordia triunfe sobre la justicia, al menos en nuestro caso?”. El élder Jeffrey R. Holland nos alentó a:

• Hacer “lo que podamos” por los pobres.

• Orar por los necesitados.

• “Dejar de retener nuestros medios por creer que los pobres han traído su miseria sobre sí” (“¿No somos todos mendigos?”).

Obtener un testimonio personal del profeta José Smith.

“Obtengan un testimonio personal del profeta José Smith”, el élder Neil L. Andersen desafió a los jóvenes en particular:

• “En primer lugar, busquen pasajes en el Libro de Mormón que sientan y sepan que son absolutamente ciertos.

• Después compártanlos con su familia y amigos… para afirmar que José fue un instrumento en las manos de Dios.

• Segundo, lean el testimonio del profeta José Smith en la Perla de Gran Precio o en este folleto… Léanlo con frecuencia.

• Consideren la posibilidad de grabar el testimonio de José Smith con su propia voz, escucharlo regularmente y compartirlo con sus amigos” (“José Smith”).

 

 

*Puntos y formato agregados.