¡Pregúntenles a los misioneros; ellos pueden ayudarlos!


 

Seguimos al Señor Jesucristo y enseñamos acerca de Él. Sabemos que después de su glorioso triunfo sobre la muerte, el Señor resucitado apareció a Sus discípulos en muchas ocasiones; comió con ellos y caminó con ellos. Antes de su Ascensión final les mandó: “…id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19). Los apóstoles siguieron esa instrucción y también llamaron a otros para que los ayudaran a cumplir el mandato del Señor.

Hoy en día, bajo la dirección de apóstoles y profetas modernos, se ha extendido el mismo mandato a los misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Estos misioneros sirven en más de 150 países. Como representantes del Señor Jesucristo, tratan de cumplir con ese mandato divino —que ha sido renovado en nuestros días por el Señor mismo— de llevar la plenitud del Evangelio al mundo y bendecir la vida de las personas en todas partes (véase D. y C. 68:8; 84:62; 112:28).