La mejor forma de rescatar a las personas es fortaleciendo la fe en Cristo


 

Al instar a los líderes del sacerdocio a rescatar a quienes se han apartado de la actividad en la Iglesia, el élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo que “si tan sólo pudiéramos fortalecer la fe de nuestros miembros en Jesucristo, serían fortalecidos y redimidos de esta manera más que de ninguna otra forma”.

Dijo: “No hay nada que una persona no pueda hacer que incremente más la asistencia, la actividad, el servicio, el guardar los mandamientos, etc., que el aumentar la fe”.

El élder Oaks ofreció su consejo durante una conferencia multiestaca de líderes del sacerdocio que se llevó a cabo en Bellevue, Washington, en las afueras de Seattle, el 19 de noviembre de 2011.

El élder Oaks y el élder Rasband responden preguntas

El élder Ronald A. Rasband, presidente de los Setenta de mayor antigüedad (izquierda), y el élder Oaks responden a las preguntas de los líderes locales

Edificar la espiritualidad

“Muchos de nuestros miembros han perdido de vista lo esencial del evangelio de Jesucristo y tienen apatía espiritual”, dijo el élder Oaks a los líderes. “Eso lo saben mejor que yo”. Citó al presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008, decimoquinto Presidente de la Iglesia), quien dijo: “Si yo fuera obispo o presidente de estaca, ¿qué haría? Creo que intentaría concentrar mis mayores esfuerzos en la edificación de la espiritualidad de la gente”. El élder Oaks dijo: “Ésa es otra manera de expresar lo que estoy tratando de decir”.

Élder Oaks

Antes de hablar en la conferencia de estaca, el élder Oaks saluda a un miembro

Ayudar a que las personas presten servicio

“Creo que el hacer participar a las personas en el servicio es una manera de ayudarlos a que regresen al hermanamiento en la Iglesia”, dijo el élder Oaks. “Algunas personas saldrán y prestarán servicio aunque no salgan para escuchar un sermón. Pero al final, la fuerza que los retiene es renovar su relación con el Salvador, y aumentar su fe”.

Crear entendimiento

Dijo a los líderes que es importante ayudar a quienes participan de la Santa Cena y renuevan sus convenios a entender la importancia de lo que están haciendo. Dijo que eso es particularmente importante para la nueva generación. Por ejemplo, dijo que los diáconos que reparten la Santa Cena pueden decirse a sí mismo: “‘Estoy oficiando en una ordenanza tan importante del evangelio que el Señor ha mandado que se repita una y otra vez durante toda la vida de los miembros’… creo que eso cambiará la percepción de un diácono con respecto a lo que está ocurriendo”. Dijo que es necesario que ocurra lo mismo con los maestros y presbíteros en sus respectivas funciones.

Relacionarlo con la edificación de la fe

Animó a los obispos para que se aseguraran que las reuniones sacramentales y otras reuniones, así como todas las actividades de la Iglesia, fortalecen espiritualmente a los miembros. “Los invito a que piensen en cualquier cosa que hagan de manera programada, o en decisiones que tomen, en sus responsabilidades de bienestar, etc., piensen en cómo todo esto se relacionará con la edificación de la fe en el Señor Jesucristo”, dijo. Dijo a los líderes que hicieran hincapié a los maestros en que: “dar una lección no es suficiente, la meta es enseñar a una persona. Nos centramos en el efecto en la persona. Y cualquiera que sea la lección, el objetivo final es edificar la fe en el Señor Jesucristo.

Sólo hay Uno que puede salvar

“Lo más importante que puedo [compartir] con ustedes hoy”, dijo el élder Oaks, “es un testimonio de Jesucristo”. Citó al rey Benjamín del Libro de Mormón, quien dijo: “Y además, te digo que no se dará otro nombre, ni otra senda ni medio, por el cual la salvación llegue a los hijos de los hombres, sino en el nombre de Cristo, el Señor Omnipotente, y por medio de ese nombre” (Mosíah 3:17).

Conferencia de líderes del sacerdocio

Los líderes locales del área de Seattle, Washington, se presentan durante la conferencia de líderes del sacerdocio

Otros temas tratados

Además de su consejo sobre establecer la fe en Cristo, el élder Oaks habló de muchos otros temas, y él y el élder Ronald A. Rasband, presidente de los Setenta de mayor antigüedad, respondieron a las preguntas de los líderes. El élder Oaks dijo que las conferencias de líderes del sacerdocio se llevan a cabo para tener más oportunidades de reunirse directamente con el Quórum de los Doce Apóstoles, que en esas reuniones siempre se integran muchas estacas, y que después de las reuniones las autoridades que visitan asisten a la conferencia de estaca en la unidad local que ha pasado más tiempo sin la visita de un Apóstol.

Manual de Instrucciones

Habló del nuevo manual de instrucciones, diciendo que uno de los cambios importantes era compartirlo con los líderes del sacerdocio y líderes de las organizaciones auxiliares “para que todos estén unidos”. Dio ejemplos sobre cómo el manual permite a los líderes tratar circunstancias locales de todo el mundo, de cómo anima a los padres a participar en las ordenanzas del sacerdocio. Recordó a los obispados que el consejo de barrio es un grupo de diálogo, no un grupo de decisiones. Dijo que por lo general la respuesta correcta durante el consejo de barrio es que el obispo diga: “Voy a conversar con mis consejeros y me comunicaré con ustedes con respecto a ello”. Comentó que los obispados no deben tratar asuntos confidenciales durante el consejo de barrio.

Trabajar en la transmisión

El élder Oaks citó al presidente Boyd K. Packer, presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, quien dijo que con un mayor entendimiento de la función del Setenta, el sacerdocio ahora ha sido “eficazmente transmitido” hasta el presidente de estaca, pero aún necesitamos trabajar en la “transmisión” para que los padres lo utilicen en sus hogares.

El élder Oaks y un líder local

El élder Oaks saluda a un líder local y le agradece su servicio

Respondiendo a preguntas difíciles de entender

Dijo que, a medida que la Iglesia reciba más atención del público que nunca, los miembros no deben sentirse obligados a responder preguntas difíciles de entender que pertenecen a épocas anteriores. “Sus respuestas deben ser: ‘Tenemos un profeta viviente. Observen lo que nuestros líderes nos enseñan actualmente.‘ “También aconsejó a los miembros de la Iglesia a convertir comentarios hirientes o incorrectos en oportunidades para centrarse en la doctrina real de la Iglesia y en aclarar ideas erróneas.

Tanto espiritual como temporal

El élder Oaks aconsejó a los líderes que invoquen al Señor, teniendo en cuenta que no hay nada que el Señor no haya sentido, y que su Expiación no sólo nos limpia del pecado, sino que nos fortalece para resistir el mal. Tomó como referencia Alma 7:11: “Y él saldrá, sufriendo dolores, aflicciones y tentaciones de todas clases; y esto para que se cumpla la palabra que dice: Tomará sobre sí los dolores y las enfermedades de su pueblo”.

Crecimiento real

El crecimiento real en la Iglesia se calcula más eficazmente al contar cuantos miembros han recibido sus investiduras, y a cuantos hombres se ha ordenado al Sacerdocio de Melquisedec. Es preciso que seamos realistas al considerar cuántas personas pueden acomodar las unidades locales, y cómo ayudar a quienes se unen a la Iglesia, a no volver a sus antiguos hábitos adictivos. “Si las personas no tienen problemas en su vida, por lo general, no se les puede enseñar”, dijo el élder Oaks, “entonces, no debemos esperar que las personas que vengan a la Iglesia estén libres de problemas”. Dijo que debemos ayudarlos a crecer en el Evangelio y tener una red de apoyo para prestarles asistencia. Animó a los misioneros a que se mantengan en contacto con quienes enseñen, animándolos y brindándoles apoyo en formas adecuadas.

El Señor ayuda a Sus siervos

El élder Oaks también habló sobre cómo obtener inspiración al decidir sobre quién debe ser llamado a un cargo en la Iglesia. Dijo: “Ustedes son los siervos del Señor y su acción es la acción del Señor. Analícenlo y [extiéndanles el llamamiento] y después, porque son siervos del Señor, ellos son llamados por el Señor y recibirán el testimonio [del cargo] debido a que el Señor honra a Su siervo”.

El élder Oaks en un púlpito en Seattle

El élder Oaks explica que la inspiración llega a los líderes tanto para necesidades espirituales como temporales

Un testimonio apostólico

Después de toda la enseñanza, conversación y respuestas a las preguntas durante la conferencia de líderes del sacerdocio, lo que más recordaron muchos fue el sincero testimonio del élder Oaks.

“Como uno de los testigos de Su nombre para todo el mundo”, dijo, “les testifico de Jesucristo. Es Su sacerdocio el que poseen, y es Su obra la que hacen. Es de Él de quien testifican, y es a Él a quienes buscan traer los miembros de su barrio o rama y su estaca. Él es el Unigénito Hijo de Dios el Padre Eterno. Sabemos que es nuestro Salvador. Sabemos que es el Creador del mundo, bajo el plan del Padre. Sabemos que es el Jehová del Antiguo Testamento, el Señor Dios de Israel. Sabemos que es nuestro Salvador de la muerte y del pecado, si nos arrepentimos y venimos a Él con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, el sacrificio que se nos pide a nosotros hacer, y que traemos a nuestra memoria al tomar la Santa Cena. Testifico de Jesucristo como Su siervo, y testifico que ustedes son Sus siervos y que estamos realizando Su obra en ésta, Su Iglesia”.