Mensajes de la Primera Presidencia en la conferencia general, octubre de 2011

Thomas S. Monson

Presidente Monson

Presidente Monson

“Quisiera mencionar que no hay en la Iglesia ningún edificio más importante que un templo Los templos son lugares donde las relaciones familiares se sellan para durar a través de las eternidades”, les dijo el presidente Thomas S. Monson a los miembros durante la sesión de apertura de la conferencia, el día sábado.

El presidente Monson anunció los planes de construir cinco templos nuevos. En Provo, Utah, el Tabernáculo de Provo quedó destruido por un incendio que ocurrió en diciembre de 2010, y se reconstruirá con el fin de convertirlo en el segundo templo de Provo. También se planea construir templos en Barranquilla, Colombia; Durban, Sudáfrica; Kinshasa, República Democrática del Congo, y Star Valley, Wyoming; además el presidente Monson señaló que están avanzando los planes de construir un templo en París, Francia, el cual ya había sido anunciado con anterioridad. Esto elevará el número de templos anunciados o en etapa de construcción a 31 y, una vez terminados, los templos de la Iglesia en todo el mundo serán 166.

El presidente Monson también anunció que se ha creado el Fondo General de Ayuda para Usuarios del Templo, a fin de brindarles la oportunidad de asistir una vez al templo a aquellos que vivan a suficiente distancia como para no poder costear la ida al templo.

Durante la sesión del sacerdocio, el presidente Monson dijo que habrá momentos en los que los poseedores del sacerdocio, individualmente, se hallarán solos para defender lo correcto. “Con todo mi corazón y mi alma”, dijo, “ruego que cada hombre que posea el sacerdocio, honre ese sacerdocio y sea leal a la confianza que se le otorgó cuando se le confirió. Que cada uno de nosotros que posee el sacerdocio de Dios sepa lo que profesa. Que siempre seamos valientes y estemos preparados para defender lo que creemos, y si tenemos que estar solos en el proceso, que lo hagamos con valor, con esa fortaleza que viene del conocimiento de que en realidad nunca estamos solos cuando estamos con nuestro Padre Celestial”.

En la sesión del domingo por la mañana, el presidente Monson dijo que, en un mundo que ha perdido la brújula moral, todos necesitan la ayuda del Señor para seguir Su plan. “La comunicación con nuestro Padre Celestial, incluso nuestras oraciones hacia Él y Su inspiración para con nosotros, es necesaria a fin de superar las tormentas y las pruebas de la vida”, dijo.

El domingo por la tarde, al concluir la conferencia, el presidente Monson le aseguró a la audiencia que el Padre Celestial está al tanto de las dificultades que enfrentamos. “Que el Espíritu que hemos sentido aquí esté y permanezca con nosotros al ir y hacer las cosas que nos ocupan cada día”, dijo.


Henry B. Eyring

Presidente Eyring

Presidente Eyring

Durante la sesión del sacerdocio, el presidente Henry B. Eyring, Primer Consejero de la Primera Presidencia, habló acerca de la necesidad de prepararse para las asignaciones del sacerdocio y de trabajar diligentemente a pesar de la fatiga y las distracciones. “Mi ruego es que podamos guardar los convenios del sacerdocio para hacer que nosotros, y todos a los que se nos ha llamado a capacitar, seamos merecedores de la vida eterna”, dijo. Les prometo que si hacen todo lo que esté a su alcance, Dios aumentará su fortaleza y sabiduría. Él los adiestrará”.

Durante la sesión del domingo por la mañana, testificó de que el Libro de Mormón nos ayuda a guardar tres promesas que hicimos al bautizarnos: tener caridad, llegar a ser testigos de Dios y perseverar. “El Libro de Mormón es la mejor guía para determinar cuán bien lo estamos haciendo y cómo podemos mejorar”, dijo.

El presidente Eyring explicó que, cuando los miembros prestan servicio al prójimo, el Señor los deja sentir Su amor. “Con el tiempo, los sentimientos de caridad llegan a ser parte de quienes son”, dijo.


Dieter F. Uchtdorf

Presidente Uchtdorf

Presidente Uchtdorf

“El Señor utiliza una balanza muy diferente de la del mundo para pesar el valor de un alma”, dijo el presidente Dieter F. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, durante la sesión del sábado por la mañana.

Advirtió acerca del orgullo y de preocuparnos demasiado por nosotros mismos. Además, compartió cuatro principios divinos que debemos considerar y que contrarrestarán cualquier duda de que cada alma es importante para Dios:

  1. Dios ama a los humildes y mansos.
  2. Ha escogido a los débiles y sencillos para que compartan el Evangelio.
  3. Nadie es invisible para nuestro Padre Celestial.
  4. El Padre Celestial tiene una perspectiva eterna.

Durante la sesión del sacerdocio, les dijo a los hombres que cada seguidor de Cristo tiene la obligación sagrada de ayudar a su prójimo. Los miembros de la Iglesia deben estudiar lo que el Señor ha revelado acerca del bienestar y los principios de la vida providente, dijo el presidente Uchtdorf, y luego deben procurar aplicar esos principios para ayudar a otras personas.

“Los principios de bienestar de la Iglesia no son sólo buenas ideas; son verdades reveladas de Dios; son Su manera de ayudar a los necesitados.”, dijo.