Mi entrevista oportuna de hace 30 años

Por el presidente Dieter F. Uchtdorf
Segundo Consejero de la Primera Presidencia

Hace poco encontré una entrevista de televisión que grabé hace 30 años, aproximadamente en la época de la dedicación del Templo de Fráncfort, Alemania. Como pueden ver, en ese entonces yo era mucho más joven. Además de servir como director del comité de templo, también era presidente de estaca y jefe de pilotos de Lufthansa. De hecho, fue una época muy ocupada.

Mientras viajaba desde el programa de puertas abiertas del templo hacia la estación de televisión, hice una oración en mi corazón para poder compartir de forma apropiada y eficaz mis pensamientos acerca de mi fe y de por qué el templo es tan importante para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Al llegar, se me dijo que la entrevista sería solo de 2 o 3 minutos. Sin embargo, cuando las noticias de última hora que el canal pensaba que iba a recibir no llegaban, terminaron extendiendo mi entrevista a nueve minutos.

Debido a que la conductora no esperaba una entrevista tan larga, llegamos a un punto de nuestra conversación en la que ella ya no tenía más preguntas para hacerme. Eso permitió que habláramos de temas que de otra manera no habrían surgido. Hablamos incluso sobre la manera de vestir de los miembros de la Iglesia (a causa de mis calcetines blancos, de moda en aquel tiempo, y mi corbata delgada).

Aunque al recordar y ver esta entrevista, lo que más me impresiona es que, incluso 30 años después, las preguntas y respuestas de las que hablamos entonces son muy oportunas hoy en día.

Me gustaría invitarles a que lean el texto de esta entrevista y piensen en cómo esta conversación de hace treinta años aún se puede aplicar a ustedes hoy en día.


Transcripción de la entrevista


Presentadora:
Le doy la bienvenida al estudio a Dieter Uchtdorf, él es jefe de pilotos de Lufthansa y también presidente de estaca mormón en Hessen y en partes de Rheinland-Pfalz. Señor Uchtdorf, por favor, cuéntenos qué significa ser un presidente de estaca.

Dieter F. Uchtdorf:
Un presidente de estaca es el líder espiritual de una estructura organizativa que abarca una zona determinada, aproximadamente el estado de Hessen y partes de Rheinland-Pfalz. Una estaca está formada por 11 congregaciones. Cada una de estas congregaciones está presidida por un obispo y la Estaca Fráncfort está integrada por aproximadamente 2300 miembros de la Iglesia.

Presentadora:
¿Usted también efectúa algún tipo de trabajo en la congregación?

Dieter F. Uchtdorf:
Sí, llevamos a cabo un trabajo muy intensivo en la congregación y hasta el presidente de estaca participa, lo cual nos da el nombre de “estaca”. La palabra “estaca” proviene del antiguo pueblo de Israel que vivían en tiendas que la sujetaban con estacas. El presidente de estaca dirige a esas 11 congregaciones del área. 

Presentadora:
Ocurren muchas cosas en los templos. Un templo suena un poco a tradiciones y costumbres paganas aunque ellos pertenecen y son parte del cristianismo. ¿Qué ocurre en los templos?

Dieter F. Uchtdorf:
Bueno, somos cristianos; Cristo es el centro de nuestra religión. El templo es la Casa del Señor, la Casa de Jesucristo. Le pertenece a Él; ese templo se dedicará a fines de este mes, y allí llevamos a cabo actividades sagradas tal como se practicaban en la Iglesia primitiva y en el antiguo Israel, por ejemplo.

Presentadora:
¿Por ejemplo?

Dieter F. Uchtdorf:
Por ejemplo: el bautismo; las ceremonias matrimoniales; enseñar acerca del Espíritu y el propósito de la vida; y el aspecto particular de la ceremonia matrimonial es que no concluye con la frase “hasta que la muerte los separe”, sino más bien, esta ceremonia matrimonial es válida por esta vida y por toda la eternidad.

Presentadora:
¿Por toda la eternidad?

Dieter F. Uchtdorf:
Por toda la eternidad y eso también manifiesta cuán importante es para nosotros la familia. Creemos en la vida después de la muerte y, por lo tanto, creemos que la familia todavía puede continuar después de la muerte.


Presentadora:
Aunque este templo queda fuera del alcance de los que no son mormones.

Dieter F. Uchtdorf:
Sí, después de que se haya dedicado, solo estará abierto para los miembros de la Iglesia, ya que, de hecho, lo consideramos como una casa sagrada. Tal como cuando alguien entra en las aguas del bautismo, lo hace solo si está convencido de que esa es la senda correcta, del mismo modo, alguien solo entrará al templo para efectuar actividades sagradas si está seguro de que ese es el sendero de fe que quiere transitar en esta tierra.

Presentadora:
Aunque también se cierra a algunos miembros de la Iglesia mormona que necesitan algo así como un “certificado de dignidad”.

Dieter F. Uchtdorf:
Es correcto, una recomendación para el templo. De ese modo, el interesado puede testificar por sí mismo si realmente desea guardar los convenios que hizo con el Señor Jesucristo y dedicarle su vida a Jesucristo en esta tierra.

Presentadora:
Hace un momento, usted dijo que la familia es el centro de esta religión. ¿Quiere decir con esto que nunca puede haber un divorcio o un cambio de pareja?

Dieter F. Uchtdorf:
Desde luego que también hay divorcios en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Aunque el porcentaje es muy pequeño, es muy poco probable, ya que al optar por el divorcio, una persona es consciente de que esto no se considera solo como algo temporal, sino más bien como algo que se extiende mucho más allá de esta vida. Naturalmente, hay una diferencia entre las personas que tengan diferencias que pulir y que también puede desencadenar en el divorcio. Eso también es muy posible con nosotros.

Presentadora:
La poligamia ha sido abolida. Sin embargo, hay algunos grupos disidentes en Arizona, Estados Unidos, donde todavía se practica. ¿Qué piensa usted acerca de la igualdad de género?

Dieter F. Uchtdorf:
Bueno, de hecho, probablemente sea cierto que en 1890 el matrimonio plural —el cual existía en aquel entonces, al igual que existió en el antiguo Israel y para Abraham, Isaac o Jacob, para ciertos miembros dignos— fue abolido debido a la situación legal y a los cimientos de la fe que tienen valores morales y éticos muy elevados. Es verdad que el matrimonio es altamente valorado, la fidelidad a la esposa, y también es cierto que a causa de eso la mujer desempeña una función especial en la Iglesia, ellas tienen una posición elevada. En muchas de las estructuras organizativas, la mujer se encuentra en lo más alto. Por ejemplo, la directora de obreras del templo es una mujer. Tenemos una estructura organizativa a nivel de la congregación y también a nivel de estaca que podría compararse con la de una universidad, y de hecho, es cierto que sin las mujeres, la estructura de nuestra iglesia no existiría de la forma en que lo hace.

Presentadora:
¿Quién o qué influyó en usted para llegar a ser mormón?

Dieter F. Uchtdorf:
Bueno, cuando era niño, mis padres me criaron en esas enseñanzas. Sin embargo, por supuesto, cuando perteneces a una religión tal como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, siendo joven, si los amigos o conocidos te hacen preguntas, tienes que profesar eso y decir: “Esto es lo que quiero”. Yo lo hice, y me siento feliz de que hoy en día pueda prestar servicio.

Presentadora:
Hace un momento escuchamos al pastor en un video. Él nos dijo que no puede haber nada en común. ¿Dónde traza los límites con las enseñanzas de fe del luteranismo o el catolicismo?

Dieter F. Uchtdorf:
Espero que también pueda haber una gran cantidad de cosas en común, incluso en Friedrichsdorf. Somos cristianos; somos llamados para amar y tener el deseo de servir a nuestro prójimo, para acercarnos a los demás, para ayudarles donde haya necesidad y para consolar a los que necesiten consuelo. Por supuesto que tenemos diferencias teológicas que deben quedar claras. Eso es bastante obvio. En la actualidad, nosotros creemos que Jesucristo ha llamado a un profeta viviente en esta tierra, que Él ha llamado a Doce Apóstoles, al igual que en la Iglesia primitiva. Eso es algo que nos distingue. Por ejemplo, el matrimonio, del cual acabo de hablar, el bautismo por inmersión y hay muchas otras cosas más. Pero creo que lo importante es que verdaderamente nos ayudemos unos a otros, que seamos tolerantes con los demás, que respetemos sus creencias pero que compartamos las buenas nuevas los unos con los otros. Todos tenemos el albedrío y podemos decir por nosotros mismos lo que preferimos creer y hacer.

Presentadora:
Quizá no sea tan importante, pero sin embargo, yo lo encuentro interesante: ni alcohol, ni cigarrillos, ni tampoco café o té negro. Por favor, ¿qué hay de inaceptable con el café o el té?

Dieter F. Uchtdorf:
Realmente no hay nada inaceptable y por favor, no me malinterpreten. Sentimos tanto afecto por los que beben café o alcohol y por los fumadores como por cualquier otra persona. Solo es que hemos aceptado ciertas normas y leyes, y una de ellas es la que llamamos la Palabra de Sabiduría, la cual son normas relacionadas con la salud; hemos aceptado que estas cosas —tales como el alcohol, la nicotina y otras cosas— son parte de lo que no deseamos consumir. Y una vez que has decidido algo así, debes hacerlo.

Presentadora:
¿Observan algún tipo de restricciones en cuanto a la vestimenta o cortes de pelo?

Dieter F. Uchtdorf:
No, absolutamente no. Me verá en diferentes circunstancias de la vida vestido con lo que considero que es el atuendo apropiado, ya sea en traje de baño, jeans o vaqueros, o de traje. La vestimenta correcta para la ocasión correcta.

Presentadora:
¿Y también pueden ir al teatro y al cine?

Dieter F. Uchtdorf:
Sí, tenemos el principio de buscar lo mejor en todo lugar, de buscar lo bueno y conservar lo mejor. En nuestra Iglesia, tenemos una gran participación y desarrollo en el arte y en la música. Nos reunimos los domingos y durante la semana en lugares de adoración que están colmados de jóvenes, de personas que interpretan música, cantan, que actúan en obras de teatro amateur, que practican deportes. Tenemos gimnasios en nuestros centros de reuniones, en donde se juega al voleibol y al baloncesto. Así que hay una actividad muy fuerte e intensa en la congregación, basada especialmente en el ámbito musical y artístico.

Presentadora:
Tengo que reconocer que todo me parece muy fascinante. Le agradezco que haya venido.

Dieter F. Uchtdorf:
Gracias.