Depender de un andamio seguro

Élder Perry

“Los principios eternos son el andamio que la Iglesia ofrece”, dijo el élder L. Tom Perry, del Quórum de los Doce Apóstoles, a los estudiantes de la Universidad Brigham Young—Idaho. “Esos principios eternos están grabados en las doctrinas del reino de nuestro Padre Eterno y reflejan Su eterno plan de felicidad. Nos reunimos como miembros de la Iglesia para enseñar y aprender los unos de los otros los principios de rectitud, así como para recibir las ordenanzas salvadoras, con el fin de que el andamio sea estable y seguro al edificar nuestras unidades familiares eternas”.

El élder Perry recordó las palabras del undécimo Presidente de la Iglesia, Harold B. Lee (1899-1973), quien hizo hincapié en que la Iglesia debe sostener el propósito central del evangelio de Jesucristo, que son las personas y las familias.

Ser firmes al predicar acerca de Cristo

“No se preocupen nunca en cuanto a ofender a otras personas al vivir las normas de la Iglesia”, dijo el élder Perry en el devocional del 24 de enero de 2012. “Les prometo que vivir al nivel de ser dignos de una recomendación para el templo les bendecirá, y nunca les dañará en ninguna situación en la que se puedan encontrar”.

Al desafiar a los estudiantes a “atreverse a ser diferentes”, el élder Perry dijo que vivimos en tiempos en los que se ridiculizan la religión y la moralidad. A medida que la Iglesia es más conocida, dijo él, debemos estar listos para defender nuestra fe por medio del ejemplo justo y del deseo de compartir el Evangelio.

“Ustedes y yo debemos ser firmes al declarar la divinidad de Jesucristo”, dijo él. “Queremos que los demás sepan que afirmamos que Él es la figura central de toda la historia. Sólo a través de Jesucristo es posible la salvación. Por eso creemos que Él es la figura central de toda la historia de la humanidad”.

“Ninguno de nosotros sabe cuándo volverá el Salvador, pero estoy seguro de que ustedes sienten, tanto como yo, la innegable aceleración del cumplimiento de las profecías. A medida que se juntan las piezas finales del plan del Padre Celestial, cada uno de nosotros se debe preparar ahora para llevar a cabo su parte preordenada, en ésta, la dispensación del cumplimiento de los tiempos. Se requerirá mucho de nosotros, porque se nos ha dado mucho”.

Edificar tradiciones duraderas

“Dense cuenta de que la Iglesia no hace el trabajo de los padres, sino que guía el trabajo de los mismos. La Iglesia ofrece una perspectiva eterna. Como edificadores de familias eternas, nos tranquilizan las promesas de que si edificamos de acuerdo con esta perspectiva eterna, nuestros esfuerzos pueden proporcionar la seguridad y protección que buscamos para aquellos a los que más queremos”.

“Hagan que honrar las tradiciones familiares y el desarrollo de nuevas sea una prioridad a lo largo de su vida”, dice el élder Perry. “Hay estudios que muestran que la razón por la que hay jóvenes que se unen a las pandillas es por la tradición y el ritual de pertenecer a algo más grande que uno mismo. Eso es lo que debería ser la familia. Asegúrense de que crean un ambiente atrayente al que su familia anhele en esta época especial del año en la que las tradiciones los mantienen juntos como una gran unidad familiar eterna.

“Las tradiciones familiares pueden ofrecer un apoyo básico y duradero, pero hay muchas cosas que se deben edificar a su alrededor. Quizás las tradiciones familiares sólo funcionan cuando creamos un papel para cada miembro de la familia, y existe un esfuerzo conjunto para llevarlas a cabo. Eso significa que los miembros de la familia deben pasar tiempo juntos, así como aprender a trabajar en unión. Al hablar de las familias, no existe calidad de tiempo a menos que haya cantidad de tiempo juntos. … El andamio de la Iglesia les recordará esas prioridades eternas”.

¿Por qué no pedir leche?

Tal y como en nuestra vida familiar, el élder Perry dice que la Iglesia también sirve como andamio para nuestra vida profesional. Tenemos el conocimiento de la veracidad del Evangelio y, por esa razón, tenemos el deber de mejorarnos a nosotros mismos así como a otros.

Cuando el élder Perry era un ejecutivo en ventas, asistía a reuniones en las que se servían bebidas alcohólicas. En lugar de hacerse parte de sus colegas o esconder su moralidad ante ellos, el élder Perry decidió pedir un vaso de leche para mostrar a todo el mundo sus normas y lo que significaban para él.

“Algo interesante comenzó a suceder”, dice el élder Perry. “En las reuniones siguientes, hubo más gente que comenzó a pedir leche y a beberla conmigo. Me contaban que a sus esposas no les gustaba que bebieran alcohol, porque podía afectarles mientras manejaban de regreso a casa. En lugar de sentirme incómodo durante las horas en las que bebían, pronto me convertí en el centro de la conversación. Me ayudó a conocer a más personas y a cumplir el propósito por el que me estaba reuniendo.

“Aprendí una lección importante de esta experiencia. Si guardo mis promesas al Señor, Él siempre cumplirá Sus promesas a mí. Siempre cumpliría Su lado del trato—y mucho, mucho más—si yo cumplía con el mío”.