El sacrificio y la “incomparable satisfacción” de la paternidad

“No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad” —3 Juan 1:4

¿Qué puedo hacer para cumplir mejor mi función como padre?

“Tal vez lo más esencial de la obra de un padre sea volver el corazón de sus hijos a su Padre Celestial”, enseña el élder D. Todd Christofferson. “Si mediante el ejemplo, así como con palabras, un padre es capaz de demostrar qué es la fidelidad a Dios en el diario vivir, ese padre habrá dado a sus hijos la clave de la paz en esta vida y la vida eterna en el mundo venidero. Un padre que lee las Escrituras a sus hijos y con ellos, los familiariza con la voz del Señor” (“Padres”, Conferencia General de abril de 2016).

“En nuestro hogar… lo de mayor valor serán los pequeños actos que nos ayuden a nosotros y a los que amamos a esforzarnos por lograr la vida eterna”, enseña el presidente Henry B. Eyring. “Esos actos pueden parecer insignificantes en esta vida, pero traerán bendiciones infinitas en la eternidad”.

“¿Qué pueden hacer ustedes?”, pregunta el presidente Eyring.

  • “Asistan a la reunión sacramental con su familia”.
  • “Tengan reuniones familiares en las que se invite al Espíritu Santo”.
  • “Oren con su esposa y con su familia”.
  • “Prepárense para llevarlos al templo”.
  • “Junto con ellos, avancen por el sendero que conduce a un hogar eterno en familia”.
  • “Traten a su esposa y a sus hijos de la manera en que el Padre Celestial los ha tratado a ustedes”.
  • “Sigan el ejemplo y la guía del Salvador para dirigir a su familia a la manera de Él” (“Familias eternas”, Conferencia General de abril de 2016).

“Sé que desearían ser padres más perfectos”, dice el élder Christofferson. “Sé que yo también lo deseo. Aun así, a pesar de nuestras limitaciones, sigamos adelante. Dejemos de lado las nociones exageradas de individualismo y autonomía de la cultura actual y pensemos primero en la felicidad y el bienestar de los demás. Ciertamente, a pesar de nuestras insuficiencias, nuestro Padre Celestial nos magnificará y hará que nuestros esfuerzos sencillos den fruto” (“Padres”).