Véase también Arca; Arco iris; Noé, patriarca bíblico
En los tiempos de Noé, la tierra fue totalmente cubierta por las aguas; esto fue el bautismo de la tierra y simbolizó su purificación (1 Pe. 3:20–21).
Yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne, Gén. 6:17 (Moisés 7:34, 43, 50–52; 8:17, 30).
Las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra, Gén. 7:10.
Dios puso un arco en las nubes como señal del convenio, Gén. 9:9–17.
Después que se retiraron las aguas, la tierra de América llegó a ser una tierra escogida, Éter 13:2.
Los inicuos morirían en los diluvios, Moisés 7:38; 8:24.