16 de octubre de 2018

Bienaventurado es el que guarda mis mandamientos

Estatua de pioneros tirando de un carro de mano

Conforme enseñe la lección 63 del manual de Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia, ayude a los alumnos a darse cuenta de que seremos bendecidos al permanecer fieles durante las pruebas y al ser obedientes a los mandamientos de Dios con firmeza. Los santos pasaron por muchas pruebas cuando comenzaron a establecerse en Independence, Misuri. A causa de su fidelidad y obediencia, Dios les prometió recompensas eternas que incrementarían a medida que se mantuvieran fieles en sus tribulaciones: “Porque de cierto os digo, bienaventurado es el que guarda mis mandamientos, sea en vida o muerte; y el que es fiel en la tribulación tendrá mayor galardón en el reino de los cielos” (Doctrina y Convenios 58:2).

Ayude a sus alumnos a comprender que al obedecer fielmente los mandamientos podemos recibir bendiciones inconmensurables. Es mediante la obediencia diaria que llegamos a recibir recompensas eternas. Cuando los santos recién llegaron a Independence, Misuri, se sintieron decepcionados por lo que encontraron allí. Siendo una pradera solitaria con unos cuantos árboles, el lugar parecía estar muy alejado del ideal de Sion. Muchos santos hicieron sacrificios para estar allií, viajaron grandes distancias y dejaron familia y posesiones. Pero lo hicieron porque se les mandó y sabían que era la voluntad de Dios que se establecieran en Independence, Misuri. (Véase Matthew McBride, “Ezra Booth e Isaac Morley: D. y C. 57, 58, 60, 61, 62, 63, 64, 71, 73”, serie Revelaciones en contexto, 24 de abril de 2015, history.lds.org).

Aunque los santos tuvieron dificultades durante sus pruebas y tribulaciones, también sabían que les esperaban grandes recompensas. Algunas de las pruebas y tribulaciones de los santos en Independence, Misuri se describen en Santos: La historia de La Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I: El estandarte de la verdad, 1815–1846. En el capítulo 12, se destaca la fe y obediencia de Lydia Partridge a medida que se prepara para ir a vivir a Independence: “[Ella] no deseaba darle la espalda al mandato del Señor de edificar Sion. Sabía que el abandonar su hermosa casa sería una prueba, pero creía que sería un honor ayudar a poner los cimientos de la ciudad de Dios” (Santos, tomo I, 2018, pág. 138).

Conforme el Señor reveló Su plan para edificar un templo, una Casa de Dios, los santos pudieron ver que su obediencia y fidelidad serían recompensadas.

El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) dijo: “… la felicidad, la paz, el progreso y la prosperidad de los Santos de los Últimos Días, y la salvación eterna y exaltación de este pueblo radican en obedecer los consejos… de Dios” (“Si quisiereis y oyereis”, Liahona, junio de 1995, pág. 6). Todos podemos encontrar felicidad, paz, progreso, prosperidad y salvación si nos mantenemos en la senda de los convenios.

Invitar a los alumnos a compartir

Aliente a los alumnos a meditar sobre cómo su fidelidad y obediencia a los mandamientos de Dios los han bendecido o los bendecirán en el futuro. Testifique que las pruebas y tribulaciones por las que atraviesan ahora traerán bendiciones a su vida y en el Reino de los cielos. Recuérdeles que podemos hallar gozo en nuestras tribulaciones al ser fieles y obedientes. Después, invítelos a compartir su testimonio en las redes sociales. Aliéntelos a incentivar a sus amigos a participar en la conversación respondiendo las siguientes preguntas:

  • ¿De qué manera has sido bendecido al guardar los mandamientos y mantenerte fiel?
  • ¿Qué puedes hacer ahora que te ayude a prepararte para las pruebas y tribulaciones que puedan surgir en el futuro?

Hay imágenes que se pueden compartir en la página de Facebook de Seminario y que se incluyen a continuación. Invite a los alumnos a incluir #LDSSeminary [#SeminarioSUD] en sus publicaciones.


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