Respondiendo a preguntas acerca del Evangelio


Podemos ayudar a los demás a venir a Cristo al contestar a sus preguntas acerca del Evangelio.

 

 

¿Cómo puedo contestar a preguntas acerca del Evangelio?

Han aumentado las preguntas acerca de la Iglesia como resultado del crecimiento de ésta, la importancia de los miembros de ella ante el público y las representaciones de la misma en diversos medios de comunicación. Cuando otras personas formulan preguntas acerca de la Iglesia o de su doctrina, los miembros deben estar preparados para responder con respuestas “claras y sencillas que presenten la Iglesia tal como es actualmente a los que tengan curiosidad en cuanto a los puntos básicos sobre la Iglesia” (M. Russell Ballard, “Fe, familia, hechos y frutos”, Liahona, noviembre de 2007).

Principios para contestar preguntas acerca del Evangelio

Los siguientes principios pueden ayudarle a responder a preguntas sobre el Evangelio. Cómo reaccionan a una pregunta cuando comparten las verdades del Evangelio con los demás puede tener tanta influencia como las palabras que digan.

Consideren su reacción

  • Sean amables. Cuando otras personas formulen preguntas, dense cuenta de que se les ha dado la oportunidad de compartir las verdades del Evangelio. Consideren el expresar gratitud sincera a la persona por dirigirse a ustedes con sus preguntas.
  • Asuman que tienen buenas intenciones. Muchas veces las personas formulan preguntas por curiosidad y no porque quieren denigrar su fe. Sin importar la intención, es mejor contestarlas de una manera que no sea defensiva. El ser amables y estar tranquilos les ayudará a traer el Espíritu Santo a la situación en la que se encuentren. El élder M. Russell Ballard dijo: “También debemos recordar que a veces la mejor manera de responder al interés de la gente puede ser la forma en que vivamos, en que reflejemos el gozo del Evangelio en nuestra vida, en que tratemos a los demás y en que sigamos sinceramente las enseñanzas de Cristo” (“Fe, familia, hechos y frutos”).
  • Siéntanse cómodos aunque no sepan todas las respuestas. Si no saben la respuesta, está bien que lo digan. Informen a la persona que les gustaría hacer un seguimiento con ellos cuando hayan tenido la oportunidad de estudiar más en cuanto a su pregunta.

Consideren su respuesta

  • Con espíritu de oración estudien fuentes fidedignas. El hábito de la oración personal unido al estudio de las Escrituras y las palabras de los profetas vivientes es la mejor preparación para explicar las verdades del Evangelio a otras personas. Otros recursos que podrían ser de utilidad para responder a preguntas son Leales a la fe, Principios del Evangelio, el estudio por tema y las revistas de la Iglesia. Si se esfuerzan por prepararse espiritualmente, el Espíritu les guiará cuando llegue el momento de compartir (véase D. y C. 84:85).
  • Mantengan las respuestas breves, claras y simples. La mayoría de las personas no esperan respuestas largas y complicadas. Céntrense en el tema y seleccionen lo que es más esencial para compartir. Asegúrense de usar un lenguaje claro y evitar palabras o frases con las que no estén familiarizadas las personas que no pertenecen a la Iglesia.
  • Testifiquen con sinceridad y amor. El élder L. Tom Perry dijo: “Debemos ser audaces en nuestras declaraciones de Jesucristo. Queremos que los demás sepan que afirmamos que Él es la figura central de toda la historia humana” (“El perfecto amor echa fuera el temor”,Liahona, noviembre de 2011). El Espíritu dará testimonio cuando compartan las verdades del Evangelio, cómo han influido en su vida y en qué manera han llegado a saber de su veracidad.
  • Aprendan unos de otros. “Háganlos participar en una conversación de dos vías, compartan algo sobre las creencias religiosas de ustedes, pero también pregúntenles acerca de las creencias de ellos” (L. Tom Perry, “El perfecto amor echa fuera el temor”). Recuerden que los misioneros de la Iglesia son llamados por Dios y apartados para enseñar el Evangelio. Como el Espíritu les dirija, extiendan una invitación a quienes que tienen preguntas para que se reúnan con los misioneros para aprender más acerca del Evangelio restaurado.

Referencias de las Escrituras

Mateo 10:19–20
1 Timoteo 4:12
2 Timoteo 1:7–8
3 Nefi 11:29
Moroni 8:16
Doctrina y Convenios 38:41
Doctrina y Convenios 84:85
Doctrina y Convenios 100:5–8
Doctrina y Convenios 123:12–14

Recursos adicionales