Cómo dirigir el comportamiento en el aula

mujer mostrándole a cuatro niños una ilustración que representa la naturaleza

Algún integrante de la clase podría tener problemas de comportamiento debido a diversas razones. Los problemas de comportamiento suelen ser un esfuerzo por expresar una necesidad o un temor, o son un intento por evitar algo desagradable. Los problemas de comportamiento hacen que las personas se tornen agresivas, amenazantes, apáticas, hiperactivas o distanciadas.

Hay muchas cosas que pueden hacer los maestros para ayudar a un alumno a mostrar una conducta apropiada en clase y en otras actividades. Cuando usted entienda por qué ocurre un problema de conducta, podrá ayudar a quien lo padezca.

Existen muchas posibles razones para que se presenten problemas de comportamiento

Una persona puede presentar problemas de comportamiento debido a muchas razones, entre ellas:

  1. Quizás la persona trate de evitar alguna situación, algún lugar o alguna persona.
  2. Tal vez esté tratando de atraer la atención, pasar tiempo a solas, de ejercer control, etc.
  3. Es posible que la persona esté expresando necesidades físicas como hambre, sed o fatiga.
  4. La persona podría estar expresando problemas médicos como una enfermedad, dolor o los efectos de algún medicamento.
  5. Quizás esté expresando emociones tales como ira, temor, ansiedad, tristeza, confusión, felicidad o frustración.

Cómo prestar ayuda

Tras consultar con los líderes del sacerdocio, con los familiares y con quienes sean responsables del cuidado de la persona:

  • Establezca unas pocas reglas sencillas.
  • Cree una atmósfera positiva en el aula para que cada miembro se sienta seguro y amado.
  • Con la aprobación de los padres y los líderes, trace un plan para reaccionar ante un comportamiento inapropiado.
  • Busque oportunidades para encomiar específicamente la conducta positiva.
  • Evite reaccionar con ira, amenazas, castigos o críticas.
  • Tenga en cuenta y evite (si fuera posible) las situaciones difíciles que podrían generar la mala conducta.
  • Aprenda sobre cualquier discapacidad o circunstancias que pudieran contribuir al mal comportamiento.
  • Busque un ayudante que brinde apoyo según sea necesario.
  • Evite la confrontación o “pugna de poderes”.
  • Ayude a la persona a aprender a expresar sus necesidades de modo apropiado.
  • Recuerde siempre que la persona es un hijo amado de nuestro Padre Celestial.

En ocasiones podría haber cierta conducta que ponga en riesgo a los demás o a la persona misma. En tales situaciones, consulte con los familiares, con quienes sean responsables del cuidado de la persona y con los líderes a fin de establecer un ambiente donde todos, incluso la persona con discapacidades, puedan sentirse seguros emocional y físicamente. Busque ayuda de inmediato si existe la posibilidad de que la persona se haga daño a sí misma o a los demás.

Otros sitios web

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no mantiene ni controla el siguiente material, pero se menciona aquí como fuente de recursos adicionales.