joven ayudando a otro joven a repartir la Santa Cena

En qué consiste el autismo

El autismo es una discapacidad con características que varían en un amplio espectro. Si bien no se puede identificar a las personas autistas por su apariencia física, por lo general tienen dificultades con el lenguaje o la comunicación, las relaciones interpersonales y la conducta, las cuales a menudo se deben a dificultades sensoriales.

Los diferentes grados de autismo van de moderado a grave. Es posible que las personas con autismo grave no se comuniquen verbalmente y parezcan indiferentes a las demás personas. Quienes tienen autismo moderado pueden parecer increíblemente inteligentes, pero quizás parezcan muy extraños al interactuar socialmente. La mayoría de las personas con autismo se hallan en algún punto intermedio de esa escala.

Las personas con autismo tienen dificultades en tres áreas principales

1. Comunicación

  • Reiteran palabras o frases, a veces fuera de contexto
  • Hay falta de reciprocidad (no responden)
  • Ríen o lloran sin razón aparente
  • Interpretan la comunicación de modo literal; no entienden las indirectas verbales o sociales
  • Carecen de capacidad para seguir diversas instrucciones

2. La interacción social

  • Les cuesta expresar a los demás cómo se sienten o lo que desean
  • Tienen una conducta social afectada o prefieren estar a solas
  • Les cuesta entablar contacto visual o emplear la comunicación no verbal
  • No perciben el peligro

3. La conducta

  • Les cuesta adaptarse a los cambios y prefieren las rutinas
  • Son muy susceptibles al exceso de estímulos. Se irritan fácilmente ante los ruidos, las muchedumbres, los hechos simultáneos o el contacto físico
  • Tienen juegos inusuales, rotación de objetos o apego excesivo a objetos
  • Demuestran gran interés en algún tema en particular (por ejemplo, trenes, películas, dinosaurios o animales)
  • Son demasiado activos físicamente o demasiado estáticos

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Cómo prestar ayuda

  • Para comprender mejor la situación de la persona, converse con los familiares sobre sus intereses y el modo de relacionarse mejor con ella.
  • Interactúe de modo relajado y amistoso.
  • Inste a los demás alumnos a no hacerle caso al comportamiento inapropiado y a encomiar a la persona cuando contribuya de manera positiva.
  • No permita bajo ninguna circunstancia que los compañeros de clase se burlen o insulten a otras personas. Sea un ejemplo y busque formas de que las actividades de la Iglesia sean una experiencia positiva para todos.
  • De ser apropiado, inste al resto de los alumnos a proponer formas de incluir a los niños con autismo. Hágales saber que aunque los niños con autismo pueden escoger pasar tiempo a solas, tal vez deseen tener amigos.
  • Hable con la familia o con el responsable del cuidado de la persona con autismo y aprenda a reconocer cómo la persona indica que se siente agobiada.

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Sugerencias para la enseñanza

1. Comunicación

  • Prepare un ambiente apacible donde haya pocas distracciones.
  • Dé instrucciones breves y simples. A fin de captar la atención de un niño con autismo, agáchese para estar a la misma altura y diga su nombre.
  • Proporcione orden y organización para ayudar a la persona a sentirse menos ansiosa y más cómoda. Tenga una rutina de clase o de actividades uniforme.
  • Prepare un programa para la clase valiéndose de imágenes o dibujos (por ejemplo, canción, oración, relato o lección, actividad y oración). Señale cada imagen conforme avance en el programa.
  • Use imágenes, objetos, fotografías y videos al enseñar. Por lo general, las personas con autismo tienden a aprender mediante la vista.
  • Recuerde que si una persona con autismo se obsesiona con una idea o pregunta, es improbable que la olvide hasta que se la responda y se sienta satisfecha.
  • Sea flexible; su programa puede adaptarse a las necesidades de la persona con autismo.

2. Interacción social

  • Averigüe lo que la persona hace bien (como armar rompecabezas o cantar) y busque maneras de ayudarla a usar esas aptitudes en el aula.
  • Escoja actividades apropiadas que incluyan la interacción con los compañeros de clase. Use dichas actividades para fomentar la creación de lazos de amistad y el tomar turnos.
  • Considere usar un “sistema de compañeros” en el que un compañero ayude a la persona con autismo cuando sea necesario.

3. Conducta

  • Enseñe con regularidad reglas claras y simples que el niño pueda cumplir.
  • Cuando aparezcan comportamientos inapropiados, reitere la regla y luego aliente al alumno a participar en otra actividad.
  • Encomie conductas específicas cada vez que la persona haga algo bien, como por ejemplo: “Te felicito por cruzar los brazos, Carolina”.
  • Ignore las pequeñas interrupciones y encomie constantemente las conductas apropiadas y los avances.
  • Pregunte a los familiares en cuanto al comportamiento inusual o impropio. Los padres pueden ayudarle a comprender lo que el niño trata de expresar y el modo en que usted podría responder de manera provechosa.
  • Proporcione interacción y actividad frecuentes. No se debe esperar que una persona con autismo se siente por periodos prolongados y escuche con atención. No espere obtener resultados a corto plazo. La paciencia, la persistencia y el cuidado con el tiempo producirán avances.
  • Considere visitar la escuela del niño con autismo. Al hacerlo podría aprender sobre las aptitudes del menor y algunas formas eficaces de interactuar con él. Antes de la visita, deberá solicitar permiso a los padres y a las autoridades de la institución educativa.
  • No se desaliente si el niño deseara sentarse y escuchar en vez de interactuar.
  • Tenga en cuenta que habrá días buenos y malos que podrían ocurrir inesperadamente. Un buen día no significa que esté todo arreglado, así como un mal día tampoco significa que todo esté perdido.

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Otros recursos

Otros sitios web

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no mantiene ni controla los siguientes sitios, pero se mencionan aquí como fuentes de recursos adicionales.

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