Pérdida de la memoria


tres mujeres sentadas en una mesa estudiando el Evangelio juntas

En qué consiste la pérdida de la memoria

En ocasiones, aparte de ser una consecuencia del proceso normal de envejecimiento, la pérdida de la memoria puede sobrevenir como resultado de enfermedades o lesiones cerebrales. Las afecciones cerebrales como la enfermedad de Alzheimer pueden provocar un aumento de la pérdida de la memoria. Otra causa común de ello son los accidentes cerebrovasculares (derrames o infartos cerebrales).

Después de una vida entera de independencia, conocimiento, confianza y valía personal, una persona puede hallar que la pérdida de la memoria inesperadamente le acarrea confusión, trastornos emocionales y cambios de personalidad y comportamiento.

Efectos sobre la memoria a corto plazo, las rutinas diarias y las aptitudes intelectuales

Es posible que a diario disminuya la capacidad de hallar objetos de valor, reconocer a familiares y amigos o mantener los sentimientos bajo control. Es probable que resulte difícil controlar los pensamientos y las conductas reiterativos. La disminución de las funciones mentales trae como consecuencia el aislamiento y la pérdida de independencia. Algunas ideas erróneas en cuanto a la pérdida de la memoria pueden causar temor y ansiedad tanto a la persona que la padece como a sus seres queridos.

La pérdida de la memoria requiere cambios en los hábitos de vida

Los familiares, amigos, conocidos y quienes sean responsables del cuidado de la persona deben adaptarse para satisfacer las necesidades de la persona afectada. A menudo, los modelos de vida familiar deben modificarse para brindar cuidados constantes y adecuados. Las personas con enfermedades irreversibles y progresivas con el tiempo serán incapaces de atender sus propias necesidades básicas.

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Cómo prestar ayuda

  • Busque asistencia médica e información ante los primeros síntomas. Consuele a las personas con pérdida de la memoria durante los momentos de ansiedad o desesperación.
  • Conteste las preguntas repetidas con la misma información. Reciba a los familiares y visitantes llamándoles por su nombre propio, parentescos o títulos. Ayude a la persona a organizar los pensamientos confusos.
  • Los espacios tranquilos, seguros y organizados ayudarán a la persona a mantener la calma. Conserve los medicamentos y los objetos peligrosos fuera del alcance de la persona. Elimine o guarde los elementos potencialmente peligrosos.
  • Organice las tareas cotidianas mediante el uso de listas escritas o imágenes a fin de contribuir a la realización de labores rutinarias. Considere rotular los objetos (identificarlos con etiquetas).
  • Proporcione un programa diario de actividades sanas y estimulantes que incluya música, discursos inspiradores grabados, conversación personal, ejercicio, juegos, actividades artísticas, artesanías y paseos.
  • Cuando el comportamiento sea inapropiado, no amenace, desafíe o confronte a la persona, en vez de ello, dirija la atención de ésta hacia otros objetos de importancia o belleza.
  • Hable delicadamente y con preocupación por lo que haya provocado la conducta indebida. Busque lo que se haya perdido, descubra lo que se haya olvidado, resuelva la disputa y responda a cualquier situación de desconfianza.
  • Fomente el ejercicio físico, la asistencia a la Iglesia y la participación positiva en actividades sociales a fin de reducir el temor de visitar lugares y de estar con otras personas. Proporcione a la persona oportunidades adecuadas de prestar servicio o ayudar al prójimo. Fomente un equilibrio entre el que la persona sea compasiva y el que los demás sean compasivos con ella.
  • Edifique la espiritualidad; recuerde que el comportamiento problemático es consecuencia de una enfermedad cerebral y no una deficiencia espiritual. Lea las Escrituras a la persona y utilice música inspiradora. Oren juntos, alternándose, para rogar bendiciones de consuelo. Busque la compañía y la presencia del Espíritu Santo para lograr la apacible seguridad del amor de nuestro Padre Celestial. Donde sea posible, asista al templo y, cuando resulte apropiado, pida una bendición del sacerdocio.

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Sugerencias para la enseñanza

  • Hable sobre principios básicos del Evangelio. Por ejemplo, recuerde a los demás que son hijos de un Padre Celestial amoroso y que Él jamás olvidará sus nombres.
  • Use fotografías de excursiones, actividades y vacaciones en familia para que la persona recuerde las buenas experiencias de su vida. Las fotografías también pueden ayudarle a recordar los nombres de los familiares.
  • Ayude a la persona a participar en actividades que promuevan movimientos físicos o actividades intelectuales. Las tareas simples pueden restaurar la confianza.

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Otros sitios web

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no mantiene ni controla los siguientes sitios, pero se mencionan aquí como fuentes de recursos adicionales.

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