Trastornos del habla y del lenguaje


niño frente a computadora, sentado junto a una mujer

En qué consisten los trastornos del habla y del lenguaje

Los trastornos del habla y del lenguaje son diversos y pueden aparecer a cualquier edad. Independientemente de la gravedad de los trastornos del habla y del lenguaje, la capacidad de la persona para relacionarse y comunicarse con los demás se verá afectada. Dichos trastornos pueden interferir con la capacidad que la persona tenga de comprender o expresarse o que los demás la entiendan. Las causas que los originan son diversas; pueden ser de origen congénito o aparecer durante la niñez o más adelante debido a un accidente o a una enfermedad.

En qué consisten los trastornos del habla

Los trastornos del habla afectan la capacidad de articular las palabras de modo comprensible. Muchas personas con trastornos del habla no tienen problemas de comprensión ni de razonamiento. Por ejemplo, una persona con parálisis cerebral podría padecer un trastorno del habla pero no tener problemas de razonamiento ni de comprensión.

Los trastornos del habla también pueden comprender trastornos de la voz como los relacionados con el tono, la intensidad o el timbre. Uno de los trastornos del habla más comunes es la disfemia (tartamudez), la cual se caracteriza por la repetición de sonidos y por una gran dificultad para articular las palabras. Las causas de muchos trastornos del habla son desconocidas.

En qué consisten los trastornos del lenguaje

Las personas con trastornos del lenguaje pueden tener dificultad para entender las palabras habladas o escritas. Las deficiencias intelectuales, los trastornos del espectro autista, la deficiencia auditiva, las lesiones o los tumores cerebrales, los accidentes cerebrovasculares y la demencia pueden originar trastornos del lenguaje, o bien acompañarlos. Dichos trastornos también pueden aparecer en personas que se desarrollan intelectual, sensorial o físicamente de manera normal.

Los trastornos del habla y los del lenguaje no son lo mismo. Una persona puede padecer un trastorno del habla y uno del lenguaje, o sufrir sólo uno de ellos sin tener necesariamente el otro.

Quienes sufren trastornos del habla o del lenguaje quizás traten de ocultar sus afecciones y tengan dificultad para leer en voz alta y en público. Es probable que algunas personas, en especial los niños, no sepan que padecen este trastorno. Los familiares o los seres queridos de la persona con el trastorno pueden encontrar a un especialista en habla y lenguaje para que indique y haga las terapias. Tanto quienes tengan dichos trastornos como sus seres queridos deben ser pacientes al procurar tratamiento.

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Cómo prestar ayuda

  • Averigüe a través de la familia, de la persona o de quien sea responsable del cuidado de ésta en cuanto a la naturaleza del trastorno de comunicación, ya fuere un trastorno del habla, del lenguaje o de ambos.
  • Trate a la persona con respeto. No tema pedirle que repita una palabra o una oración. Sea paciente; no le sugiera palabras a la persona ni finalice sus frases.
  • Diríjase directamente a quien sufre el trastorno de comunicación. No suponga que la persona que padece dicho trastorno no tiene la capacidad para comprender.
  • Preste atención a los gestos del rostro, los movimientos de las manos u otras reacciones, ya que el habla no es la única forma de comunicación.
  • No pida a las personas que tartamudeen que hablen más lento o que vuelvan a comenzar. Ello tiende a empeorar el tartamudeo.
  • Apoye a la persona y a quienes sean responsables de su cuidado en su búsqueda de apoyo espiritual. No intente explicar por qué tienen que afrontar esa dificultad.
  • Proporcione maneras adecuadas para que la persona participe en los servicios de adoración, las actividades y el servicio en la Iglesia. Por ejemplo, una persona que padezca un trastorno del habla podría participar en una presentación musical tocando un instrumento, aunque sea una campana.
  • Hable clara y articuladamente, pero con naturalidad. Tenga en cuenta que la persona podría sentir que usted le habla como a un niño si lo hiciera con demasiada lentitud.
  • Esté dispuesto a esforzarse para mejorar la comunicación. En algunos casos, ello podría significar obtener conocimientos básicos de lenguaje de señas o estar al tanto de los dispositivos de comunicación especiales para personas que no se comunican verbalmente. Si fuera adecuado, familiarícese con los dispositivos, los sistemas y los programas que se han diseñado para brindar asistencia.
  • Tenga en cuenta que la persona necesita un grupo alentador y afectuoso de amigos, de miembros del barrio y de familiares.
  • Esfuércese por comprender lo que la persona diga al centrarse en lo que ella esté diciendo en lugar de en cómo lo esté diciendo.

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Sugerencias para la enseñanza

  • Esté atento cuando escuche o hable con alguien que padezca un trastorno de comunicación. Establezca contacto visual.
  • Prepárese de antemano y con espíritu de oración para las clases; ayude a algún alumno, si resultara adecuado, a practicar la lectura en voz alta o a hablar en público. Evite pedir la participación de alguien sin previo aviso.
  • Sea paciente y respetuoso cuando alguien que sufra un trastorno de comunicación participe en clase. Concédale tiempo para responder. Mediante el ejemplo, ayude a los alumnos a comprender que dicha persona es alguien inteligente que puede aportar reflexiones e ideas valiosas.
  • Cree un ambiente alentador y libre de bromas y burlas. Consulte al respecto a los familiares, a quien sea responsable del cuidado de la persona o a la persona misma. Si fuera apropiado, informe a la clase de antemano en cuanto al trastorno de comunicación de la persona. Si hubiera burlas, aclare con amabilidad que no se tolerarán. De ser necesario, hable luego con la persona que se haya burlado; o si resultara necesario y si un joven fuera el responsable de las burlas, solicite la ayuda de los padres o del líder de la Iglesia correspondiente.
  • Busque una manera de comunicarse con la persona. Si resultara necesario, especialmente en el caso de los niños, use símbolos o carteles con palabras para comunicarse. Hable con los padres o con quien sea responsable del cuidado del niño sobre la mejor manera de comunicarse en caso de que el niño no tenga la capacidad de hablar.

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Otros sitios web

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