Bendiciones para las familias ayer, hoy y por siempre

Mensajes destacados del Día de descubrimiento familiar de 2015


 

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Reclama las bendiciones deparadas para tu familia hoy mismo.


El Día de descubrimiento familiar tuvo lugar el 14 de febrero de 2015, como parte de RootsTech en Salt Lake City, Utah. Apóstoles y otros líderes de la Iglesia testificaron de las bendiciones que nuestras familias y nosotros recibimos hoy al participar en la obra sagrada de redimir a nuestros propios antepasados.

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Élder Quentin L. Cook

“En calidad de Apóstol del Señor, les dejo mi bendición, con la promesa de que si miran más allá de las limitaciones del tiempo y de la mortalidad, y ayudan a aquellos que no pueden ayudarse a ellos mismos, ustedes serán bendecidos con lazos más fuertes y mayor gozo en su familia, y con la protección divina que se concede a los que son fieles en el servicio del Señor”.

Élder Neil L. Andersen

“Este año, agreguemos una cuantas palabras más al desafío: ‘Preparen la misma cantidad de nombres para el templo que la cantidad de bautismos que efectúan en el templo y ayuden a alguien más a hacer lo mismo’”.

Élder Enrique R. Falabella

“No podemos esperar que las bendiciones nos caigan en las manos. ¡Las bendiciones no tienen pies! Tenemos que buscarlas”.

Hermana Linda K. Burton

“Las cosas sencillas que haces cada día marcan toda la diferencia. Al trabajar en la historia familiar, estás creando recuerdos con tus hijos”.

Hermano Tad R. Callister

“Al compartir las historias que fomentan la fe con nuestros hijos y nietos, al efectuar con ellos las ordenanzas de nuestros antepasados fallecidos y al enseñarles mediante el ejemplo, estamos dando un importante sermón a muchos sin predicarles”.

Hermana Neill F. Marriott

“La obra de historia familiar es la obra de salvación, así que la historia familiar está claramente vinculada con el templo. Al encontrar nombres de antepasados para llevarlos al templo, te unes al Salvador y por tanto, te unificas en Su misión de “sanar a los quebrantados de corazón… proclamar libertad a los cautivos y [abrir] la cárcel a los presos (D. y C. 138:42)”.