Escrituras


Deuteronomio 15:11

11. Porque no faltarán menesterosos de en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.

 

Isaías 58:6-12

6. ¿No es más bien el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de la maldad, soltar las cargas de opresión, y dejar libres a los quebrantados y romper todo yugo?

7. ¿No consiste en que compartas tu pan con el hambriento y a los pobres errantes alojes en tu casa; en que cuando veas al desnudo, lo cubras y no te escondas del que es tu propia carne?

8. Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se manifestará pronto; e irá tu rectitud delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.

9. Entonces invocarás, y te responderá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitas de en medio de ti el yugo, el señalar con el dedo y el hablar vanidad;

10. y si extiendes tu alma al hambriento y sacias al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía;

11. y Jehová te guiará siempre, y en las sequías saciará tu alma y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego y como manantial cuyas aguas nunca faltan.

12. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de generación en generación levantarás; y serás llamado reparador de brechas, restaurador de calzadas para habitar.

 

Malaquías 3:8-12

8. ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.

9. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.

10. Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

11. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.

12. Y todas las naciones os llamarán bienaventurados, porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.

 

Mateo 4:1-4

1. Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.

2. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

3. Y se le acercó el tentador y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

4. Mas él, respondiendo, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

 

Mateo 6:1-4

1. Mirad que no deis vuestra limosna delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera, no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

2. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

3. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,

4. para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público.

 

Mateo 17:18-21

18. Y Jesús reprendió al demonio, y éste salió del muchacho, y quedó sano desde aquella hora.

19. Entonces, los discípulos se acercaron a Jesús aparte y dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?

20. Y Jesús les dijo: Por vuestra incredulidad; porque de cierto os digo que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.

21. Pero este género no sale sino con oración y ayuno.

 

2 Corintios 9:6-7

6. Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra en abundancia, en abundancia también segará.

7. Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.

 

Omni 1:26

26. Y ahora bien, mis amados hermanos, quisiera que vinieseis a Cristo, el cual es el Santo de Israel, y participaseis de su salvación y del poder de su redención. Sí, venid a él y ofrecedle vuestras almas enteras como ofrenda, y continuad ayunando y orando, y perseverad hasta el fin; y así como vive el Señor, seréis salvos.

 

Mosíah 27:22-23.

22. E hizo que se reunieran los sacerdotes; y empezaron a ayunar y a rogar al Señor su Dios que abriera la boca de Alma para que pudiera hablar, y también para que sus miembros recibieran su fuerza, a fin de que los ojos del pueblo fueran abiertos para ver y conocer la bondad y gloria de Dios.

23. Y aconteció que después que hubieron ayunado y orado por el espacio de dos días y dos noches, los miembros de Alma recobraron su fuerza, y se puso de pie y comenzó a hablarles, diciéndoles que se animaran.

 

Alma 5:46

46. He aquí, os digo que el Santo Espíritu de Dios me las hace saber. He aquí, he ayunado y orado muchos días para poder saber estas cosas por mí mismo. Y ahora sé por mí mismo que son verdaderas; porque el Señor Dios me las ha manifestado por su Santo Espíritu; y éste es el espíritu de revelación que está en mí.

 

Alma 6:6

6. No obstante, se mandó a los hijos de Dios que se congregaran frecuentemente, y se unieran en ayuno y ferviente oración por el bien de las almas de aquellos que no conocían a Dios.

 

Alma 17:1-3

1. Y ACONTECIÓ que mientras Alma iba viajando hacia el sur, de la tierra de Gedeón a la tierra de Manti, he aquí, para asombro suyo, encontró a los hijos de Mosíah que viajaban hacia la tierra de Zarahemla.

2. Estos hijos de Mosíah estaban con Alma en la ocasión en que el ángel se le apareció por primera vez; por tanto, Alma se alegró muchísimo de ver a sus hermanos; y lo que aumentó más su gozo fue que aún eran sus hermanos en el Señor; sí, y se habían fortalecido en el conocimiento de la verdad; porque eran hombres de sano entendimiento, y habían escudriñado diligentemente las Escrituras para conocer la palabra de Dios.

3. Mas esto no es todo; se habían dedicado a mucha oración y ayuno; por tanto, tenían el espíritu de profecía y el espíritu de revelación, y cuando enseñaban, lo hacían con poder y autoridad de Dios.

 

Alma 28:4-6

4. Y fue un tiempo en que se oyó gran llanto y lamentación por toda la tierra, entre todo el pueblo de Nefi;

5. sí, el lamento de las viudas llorando por sus maridos, y de los padres llorando por sus hijos, y la hija por el hermano, sí, y el hermano por el padre; de modo que el grito de angustia se oía entre todos ellos, llorando por sus parientes que habían perecido.

6. Y ciertamente fue un día lúgubre; sí, un tiempo de solemnidad, y un tiempo de mucho ayuno y oración.

 

Alma 34:28

28. Y he aquí, amados hermanos míos, os digo que no penséis que esto es todo; porque si después de haber hecho todas estas cosas, volvéis la espalda al indigente y al desnudo, y no visitáis al enfermo y afligido, y si no dais de vuestros bienes, si los tenéis, a los necesitados, os digo que si no hacéis ninguna de estas cosas, he aquí, vuestra oración es en vano y no os vale nada, y sois como los hipócritas que niegan la fe.

 

Helamán 3:35

35. No obstante, ayunaron y oraron frecuentemente, y se volvieron más y más fuertes en su humildad, y más y más firmes en la fe de Cristo, hasta henchir sus almas de gozo y de consolación; sí, hasta la purificación y santificación de sus corazones, santificación que viene de entregar el corazón a Dios.

 

3 Nefi 13:16–18

16. Además, cuando ayunéis, no seáis como los hipócritas, de semblante triste, porque desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya tienen su galardón.

17. Mas tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro;

18. para que no muestres a los hombres que ayunas, sino a tu Padre, que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público.

 

Moroni 6:5

5. Y la iglesia se reunía a menudo para ayunar y orar, y para hablar unos con otros concerniente al bienestar de sus almas.

 

Moroni 7:6-8

6. Porque he aquí, Dios ha dicho que un hombre, siendo malo, no puede hacer lo que es bueno; porque si presenta una ofrenda, o si ora a Dios, a menos que lo haga con verdadera intención, de nada le aprovecha.

7. Porque he aquí, no se le cuenta como obra buena.

8. Pues he aquí, si un hombre, siendo malo, presenta una ofrenda, lo hace de mala gana; de modo que le es contado como si hubiese retenido la ofrenda; por tanto, se le tiene por malo ante Dios.

 

Doctrina y Convenios 59:12-16

12. pero recuerda que en éste, el día del Señor, ofrecerás tus ofrendas y tus sacramentos al Altísimo, confesando tus pecados a tus hermanos, y ante el Señor.

13. Y en este día no harás ninguna otra cosa sino preparar tus alimentos con sencillez de corazón, a fin de que tus ayunos sean perfectos, o en otras palabras, que tu gozo sea cabal.

14. De cierto, esto es ayunar y orar, o en otras palabras, regocijarse y orar.

15. Y si hacéis estas cosas con acción de gracias, con corazones y semblantes alegres, no con mucha risa, porque esto es pecado, sino con corazones felices y semblantes alegres,

16. de cierto os digo, que si hacéis esto, la abundancia de la tierra será vuestra, las bestias del campo y las aves del cielo, y lo que trepa a los árboles y anda sobre la tierra.

 

Doctrina y Convenios 88:76

76. También os doy el mandamiento de perseverar en la oración y el ayuno desde ahora en adelante.

 

Doctrina y Convenios 104:14-18

14. Yo, el Señor, extendí los cielos y formé la tierra, hechura de mis propias manos; y todas las cosas que en ellos hay son mías.

15. Y es mi propósito abastecer a mis santos, porque todas las cosas son mías.

16. Pero es preciso que se haga a mi propia manera; y he aquí, ésta es la forma en que yo, el Señor, he decretado abastecer a mis santos, para que los pobres sean exaltados, y los ricos sean humildes.

17. Porque la tierra está llena, y hay suficiente y de sobra; sí, yo preparé todas las cosas, y he concedido a los hijos de los hombres que sean sus propios agentes.

18. De manera que, si alguno toma de la abundancia que he creado, y no reparte su porción a los pobres y a los necesitados, conforme a la ley de mi evangelio, en el infierno alzará los ojos con los malvados, estando en tormento.

 


Anterior Volver a la página principal de Ayuno y ofrendas de ayuno.