Aprender a enseñar “Ven, sígueme”

Líderes y maestros comparten consejos sobre cómo crear experiencias positivas de aprendizaje del Evangelio.


Danielle Forbush de Colorado, EE. UU., es maestra de la Escuela Dominical en una de las estacas que se puso a prueba Ven, sígueme el año pasado. Su experiencia le ha demostrado que el prepararse con el Espíritu y hacer preguntas inspiradas han dado como resultado algunas poderosas experiencias de aprendizaje del Evangelio.

Al igual que la hermana Forbush, los maestros y líderes en todo el mundo están viendo cómo el aprender a enseñar como el Salvador enseñó está teniendo un profundo efecto en la vida de los jóvenes. Muchos de estos maestros comparten ideas que pueden ayudar a obtener experiencias inspiradoras en clase.

Prepararse espiritualmente

Los maestros y los jóvenes por igual vienen preparados para aprender por medio del Espíritu y los frutos de su preparación son evidentes. Una instructora de las Mujeres Jóvenes, Tee Williams, al principio estaba nerviosa debido a que ella no podía pensar en ninguna pregunta que llevara a la reflexión para su lección, pero descubrió que el Señor la bendijo al prepararse espiritualmente. “Ayunar, orar, ver videos de capacitación y escuchar los discursos en línea sin duda ayudó a prepararme”, dijo. “Las cosas fluyeron con naturalidad. Fue asombroso cómo las ideas y las experiencias personales llegaron a mi mente durante aquella hora de enseñanza”.

Sugerencia: Mientras enseña, recuerde que el Espíritu es el verdadero maestro. Adapte su método de enseñanza para ser receptivo al Espíritu y a las necesidades e intereses de los jóvenes.

Cuando anime a los jóvenes a participar, no se sorprenda si la lección no sale según lo planeado. Un instructor de los Hombres Jóvenes, Caleb Carter, Montana, EE. UU., describe cómo en su primera lección “terminamos hablando de preguntas que los muchachos tenían y no llegamos a dar toda la lección. Pero ése es el propósito, ¿no es así?”.

Fomentar la participación

Una de las mejores maneras que los maestros pueden fomentar la participación es al hacer preguntas para reflexionar. Trevor Atkison, maestro de Idaho, EE. UU., recomienda a los maestros “preparar y hacer preguntas inspiradas, y luego no tengan miedo del silencio mientras los alumnos piensan y el Espíritu habla. Una vez que alguien hace un comentario, otros lo harán”.

Sugerencia: Si ninguno de los alumnos responde inmediatamente, siga siendo paciente. Tal vez tome tiempo para que los jóvenes se sientan cómodos al compartir sus sentimientos frente a la clase.

Un joven que ha participado en el programa de prueba recuerda: “es bueno el silencio que se escucha cuando nadie tiene una respuesta… He oído algunas de las mejores experiencias luego de esperar unos minutos”.

 

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Edyth Matthews, maestra de Wyoming, EE. UU., aconseja: “Orar, estudiar y buscar. Estén preparados. Luego, conozcan a los jóvenes. Aprendan acerca de sus vidas y pruebas. Enseñen las cosas que les ayudarán con las circunstancias específicas. Compartirán, participarán y aprenderán. Creo que enseñar como el Salvador enseñó significa enseñar con amor”.

Saquen provecho de la tecnología

Aproveche la ventaja de la tecnología para ayudar a la clase. La hermana Forbush comenzó a enviar mensajes de correo electrónico a los jóvenes durante la semana para recordarles acerca de las metas o desafíos que se habían establecido. Los maestros podrían enviar textos alentadores. También puede conectarse con los jóvenes a los que enseña en las redes sociales.

Sugerencia: Evite problemas con dificultades de conexión a Internet y, en su lugar, descargue videos y materiales de antemano. Imprima copias de los discursos o grabe un DVD de videos que se podrían utilizar. Vea “Mostrar videos” para aprender más acerca de compartir multimedia.

“Utilice los videos y las herramientas en línea que la Iglesia ofrece”, dice la hermana Forbush. “Los jóvenes están familiarizados con estas herramientas y pueden llegar a ser una gran manera para que los jóvenes permanezcan conectados durante la semana”.

Deliberar en consejo

A medida que pasa el tiempo, los líderes y maestros tendrán más oportunidades para analizar las lecciones y llegar a ser capaces de aprender e incorporar las ideas de los demás para la enseñanza. Delibere en consejo con otros maestros, líderes y padres sobre las necesidades de la juventud. Juntos pueden crear una experiencia de aprendizaje más poderosa al edificar sobre lo que los jóvenes están aprendiendo en el hogar, en la Iglesia y en seminario.

Sugerencia: Hable con los padres. Hágales saber cómo pueden utilizar los videos y otras herramientas en línea para hablar en el hogar las mismas cosas que los jóvenes están viendo y analizando en la Iglesia.

“Aprender para convertirse es un proceso continuo de conocer, hacer y llegar a ser”, dijo el presidente general de la Escuela Dominical, el hermano Russell T. Osguthorpe.

“Cuando impartimos doctrina verdadera, ayudamos al alumno a conocer. Cuando invitamos a las personas a actuar, las ayudamos a hacer o a vivir la doctrina. Y cuando se reciben las bendiciones que el Señor ha prometido, cambiamos”.