Lo que la Iglesia enseña acerca del diezmo


Henry B. Eyring, “Las bendiciones del diezmo”, Liahona, junio de 2011

Hay por lo menos tres maneras en las que el pagar un diezmo íntegro en esta vida nos prepara para sentir lo que tenemos que sentir a fin de recibir el don de la vida eterna.

Jeffrey R. Holland, “Como huerto de riego”, Liahona, enero de 2002

Debemos pagarlos [diezmos y ofrendas] como una expresión personal de amor hacia nuestro generoso Padre Celestial.

Robert D. Hales, “El diezmo: Una prueba de fe con bendiciones eternas”, Liahona, noviembre de 2002

Paguen su diezmo; abran las ventanas de los cielos; serán bendecidos abundantemente por su obediencia y fidelidad a las leyes y mandamientos del Señor.

Earl C. Tingey, “La ley del diezmo”, Liahona, julio de 2002

El Señor ha establecido la ley del diezmo como la ley financiera de Su Iglesia.

Capítulo 32: “El diezmo y las ofrendas”, Principios del Evangelio

Se nos han dado mandamientos para que nos preparemos en todos los aspectos con el fin de volver a vivir en la presencia de nuestro Padre Celestial. Él nos ha proporcionado la forma de agradecerle nuestras bendiciones. El pagar los diezmos y las ofrendas y hacerlo de buena voluntad es una forma de agradecerle.

Capítulo 19: “Las bendiciones temporales y la ley del diezmo”, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: John Taylor

[La ley del diezmo] es una prueba para el pueblo de Dios, o sea, para nosotros los que profesamos serlo, para que sepamos si las personas observarán o no una cierta ley específica que ha dado el Todopoderoso y, para que, de ese modo, tengamos prueba de su fidelidad y obediencia.

Capítulo 22: “El diezmo y la consagración”, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Brigham Young

El pago del diezmo nos permite participar en la obra del Señor al devolverle una porción de lo que le pertenece.

Capítulo 31: “La obediencia a la ley del diezmo”, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith

Dios requiere que un diez por ciento de nuestro interés sea colocado en Su almacén, lo cual se ha dado como ley fija a todas las estacas de Sión. Por este principio (el diezmo) se pondrá a prueba la lealtad de los miembros de esta Iglesia.

James E. Faust, “Abrir las ventanas de los cielos”, Liahona, septiembre de 2002

El diezmo es un principio de sacrificio y la llave para abrir las ventanas de los cielos.

Sheldon F. Child, “La mejor inversión”, Liahona, mayo de 2008

Si siempre pagan un diezmo íntegro, el Señor les bendecirá. Será la mejor inversión que hagan.

Yoshihiko Kikuchi, “¿Robará el hombre a Dios?”, Liahona, mayo de 2007

Cuando ustedes y yo paguemos un diezmo íntegro y honesto al Señor, Él abrirá las ventanas de los cielos.

Carl B. Pratt, “Las más ricas bendiciones del Señor”, Liahona, mayo de 2011

Al pagar nuestros diezmos fielmente, el Señor abrirá las ventanas del cielo y derramará sobre nosotros Sus más ricas bendiciones.

H. Bryan Richards, “Las ventanas de los cielos”, Liahona, abril de 2007

Sé que mi esposa y yo recibimos muchas bendiciones como resultado del pago del diezmo. También yo he sido testigo de Santos de los Últimos Días que habitan en lugares distantes del mundo y que reciben una abundancia de bendiciones porque están dispuestos a pagar el diezmo.

Stanley G. Ellis, “Nadie se va a enterar”, Liahona, febrero de 2009

Aprendí que tendremos pruebas procedentes de todos lados. Algunas de las pruebas más difíciles serán las internas y tendrán lugar en la tranquilidad de nuestro corazón y nuestra mente.

Lynn G. Robbins, “El diezmo: Un mandamiento incluso para los más pobres”, Liahona, mayo de 2005

El verdadero sacrificio ha sido el sello distintivo de los fieles desde el principio.

Jorge Luis del Castillo, “Las últimas palabras de mi padre”, Liahona, diciembre de 2006

La ley del diezmo es una gran bendición para nuestra familia. He aprendido que el Señor no necesita mi diezmo; antes bien, soy yo el que necesita las bendiciones que se reciben al obedecer esa ley.