Un experimento con el Libro de Mormón en el centro histórico de San Salvador

La juventud de la Estaca San Salvador y sus líderes eligieron la Plaza Gerardo Barrios de San Salvador, que forma parte del centro histórico de la capital del país, para realizar una actividad misional.

Poco más de 60 hombres y mujeres jóvenes junto a sus líderes, vestidos con playeras blancas con el nombre de su estaca, llegaron a la plaza central con la meta de que cada uno hablaría con al menos tres personas o familias que estuvieran de paso por el lugar. Como parte de la preparación, los líderes locales de la Iglesia obtuvieron el permiso de la alcaldía municipal de San Salvador.

El experimento consistía en presentarse como miembros de la Iglesia y hacer que las personas leyeran un extracto del Libro de Mormón, sin que supieran con anticipación el nombre del libro. Quienes aceptaban, debían buscar y resaltar el nombre de Jesucristo o alguno de los títulos con los que se le conocen (“Salvador”, “Príncipe de Paz”, entre otros) y anotar en una hoja los sentimientos que habían tenido mientras leían.

Finalmente, debían identificar a qué libro pertenecía lo que habían leído. Muchas personas contestaron que se trataba de la Biblia, y se sorprendían cuando se les informaba que habían leído Escrituras que se encuentran en el Libro de Mormón, y que este es otro testamento de Jesucristo.

Los jóvenes estuvieron tan emocionados de hacer este ejercicio misional, que muchos sobrepasaron la meta de hablar con tres personas y compartirles folletos con información de la Iglesia y su testimonio.

La mayoría de las personas que aceptaron participar en el experimento se mostraron interesadas en aprender más del libro, de la Iglesia y del efecto del Evangelio en la vida de estos jóvenes.

Ariana H., una joven de 16 años, recuerda que, como preparación, habían aprendido algunas técnicas para hablar del Evangelio con desconocidos; sin embargo, al llegar a la plaza no pudo evitar sentir un poco de temor a la reacción de las personas. No obstante, esa sensación se esfumó pronto y tuvo muchas experiencias hermosas.

“Mientras avanzaba la actividad, estaba alegre por ayudar a los demás. Hablé con bastantes personas y algunas estuvieron muy interesadas en el Libro de Mormón. Antes de esta actividad nunca había hablado del Libro de Mormón o de la Iglesia con desconocidos, así que fue mi primera vez y pienso que quiero hacerlo de nuevo. Creo que ahora podría responder más fácilmente a las preguntas sobre la Iglesia”.

William Hernández, consejero del presidente de estaca, calificó la actividad como un “experimento social para dar a conocer más de la Iglesia de Jesucristo, y demostrar el efecto que tiene en la vida de adultos y jóvenes”. Dijo también que esta actividad demostró “la importancia de que, ante un mundo tan confuso, los jóvenes puedan aprender de Cristo y permitir que Él dirija sus vidas”.

Por su parte, Sara Contreras, líder de la juventud, añadió que “el éxito del evento fue posible por la participación de los líderes de barrio, los padres y los exmisioneros que ayudaron a la juventud a sentir el espíritu misional”.