Ester

Dibuje en la pizarra figuras que representen a Ester, a sus padres y a su primo Mardoqueo. Explique que los padres de Ester murieron, así que necesitaba que alguien se encargara de ella. Lea Ester 2:7 a los niños y pídales que presten atención a lo que Mardoqueo hizo. Ayúdelos niños a pensar en necesidades que su familia tenga con las que ellos pudieran ayudar.

Invite a algunos de los niños a dramatizar algo bondadoso que pudieran hacer para servir a alguien de su familia y pida a los otros niños que adivinen lo que están haciendo. Invítelos a hablar de lo que hacen para bendecir a su familia y usted hable de lo que usted hace.

Entonen una canción sobre ayudar a nuestra familia, tal como “Cuando ayudamos” (Canciones para los niños, pág. 108). Exprese su testimonio de que ayudar a nuestra familia nos hace felices.

¿Saben los niños a quienes enseña lo que significa ser valiente? Comparta una definición sencilla, como “ser valiente significa hacer lo correcto, aunque sintamos temor”. Relate la historia de Ester (véase “Ester” en Relatos del Antiguo Testamento) y ayude a los niños a ver la forma en que Ester fue valiente. Permita que los niños utilicen las figuras de la hoja de actividades de esta semana para volver a relatar la historia.

Muestre una ilustración de Ester (véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar). Entone con los niños una canción que hable de ser valiente, tal como “Voy a ser valiente” (Canciones para los niños, pág. 85). Señale palabras y frases de la canción que describan a Ester y testifique que el Salvador puede ayudar a los niños a ser valientes.

Hable a los niños sobre ocasiones en las que Jesucristo fue valiente; por ejemplo, cuando sufrió por nuestros pecados, tanto en Getsemaní como en la cruz (véanse Mateo 26:36–39; 27:33–35). Pídales que hablen sobre alguna ocasión en la que hayan sido valientes (considere comunicarse anticipadamente con las familias de los niños para pedirles algunos ejemplos). ¿Qué les ayudó a ser valientes? Hable a los niños de cómo el Señor le ha ayudado a usted a ser valiente cuando ha sentido temor.

Imagen

Ester y el rey

Invite a alguien a tocar una canción para los niños en un instrumento musical, o bien, ponga a la vista una imagen de alguien que esté tocando un instrumento. Hable de lo que significa ser un instrumento en las manos de Dios. Repase la historia de Ester con los niños (véase “Ester” en Relatos del Antiguo Testamento) e invítelos a hablar de la forma en que Ester fue un instrumento para que Jehová lograra Sus propósitos. ¿Cómo podemos ser instrumentos para el Señor?

Después de repasar la historia de Ester, sujete en la espalda de cada niño una tarjeta con el nombre de uno de los personajes de la historia. Invite a los niños a tratar de averiguar qué nombre tienen en la espalda haciendo preguntas a otros niños como “¿fue justa esta persona?” o “¿es esta persona mujer?”; luego analicen cómo Mardoqueo y Ester fueron instrumentos para Jehová a fin de salvar a los judíos.

En la pizarra, escriba Mardoqueo demostró valor al… y Ester demostró valor al… Invite a algunos de los niños a leer Ester 3:1–11 y a los demás a leer Ester 4:10–17. Pídales que utilicen lo que leyeron para completar las oraciones de la pizarra; luego escriba Demostraré valor al… e invítelos a mencionar cosas que el Padre Celestial desea que hagan que requieren valor. ¿Qué podemos hacer para ser como Mardoqueo y como Ester?

Invite a los niños a pensar en situaciones que afrontan en las que pudiera ser difícil hacer lo correcto. Anote en la pizarra las palabras valientes de Ester: “… así entraré a ver al rey […]; y si perezco, que perezca” (Ester 4:16). Ayude a los niños a poner en práctica en sí mismos las palabras de Ester al reemplazar “entraré a ver al rey” con una decisión justa, pero difícil, que pudieran tener que hacer. Luego invítelos a reemplazar “perezco” y “perezca” con algo desagradable que podría ocurrir por hacer lo correcto. ¿Por qué es mejor hacer lo correcto, aun cuando haya consecuencias difíciles?

Lea a los niños esta cita del presidente Thomas S. Monson: “Que mantengamos el valor de desafiar la opinión general; que escojamos el difícil bien en lugar del fácil mal” (Liahona, mayo de 2016, pág. 86), y luego invítelos a decidir escoger un “difícil bien” en su vida. Analicen cómo Jesucristo es un ejemplo de ese principio.

Invite a los niños a elaborar una lista de cosas por las que podrían ayunar (si fuera necesario, podrían consultar “Ayuno y ofrendas de ayuno” en Leales a la Fe, págs. 23–26); luego invítelos a leer Ester 4:1–3, 10–17 para averiguar por qué ayunaron los judíos y Ester. Ínstelos a pensar en una razón por la que pudieran necesitar ayuda especial del Señor y sugiera que hagan de esa razón parte de su ayuno el próximo domingo de ayuno.

Invítelos a hacer de cuenta que le están explicando a un amigo por qué ayunan. ¿Qué dirían ellos? Si necesitan ayuda, diríjalos a la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Ayunar, ayuno” (escrituras.ChurchofJesusChrist.org). Comparta una experiencia en la que haya ayunado para recibir la ayuda del Señor. Invite a los niños a compartir experiencias que hayan tenido con el ayuno.