Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia
José Smith, Profeta del Dios Viviente


Capítulo 8

José Smith, Profeta del Dios Viviente

¿Por qué es el testimonio de la misión profética de José Smith indispensable para nuestro testimonio del Evangelio de Jesucristo?

Introducción

El presidente Harold B. Lee tenía un poderoso testimonio del profeta José Smith y solía emplear las palabras del Profeta cuando enseñaba los principios del Evangelio. Sabía que el tener un testimonio de la misión del profeta José Smith es de importancia fundamental para tener un testimonio del Evangelio de Jesucristo. El presidente Lee se topó con muchas personas que no compartían ese testimonio del Profeta. Una de ellas era un amigo suyo que, tras haber leído el Libro de Mormón, dijo que “sentía reverencia por las enseñanzas del libro”. El presidente Lee le preguntó: “¿Por qué no hace algo con respecto a eso?… ¿Por qué no se une a la Iglesia?”. Su interlocutor le respondió pensativamente: “Admito que la razón es que José Smith está demasiado cerca de mi época. Si hubiese vivido hace dos mil años, supongo que creería. Pero creo que no puedo aceptar[lo] porque vivió hace muy poco tiempo”. De la respuesta de ese amigo, el presidente Lee dijo: “Allí había un hombre que decía: ‘Creo en los profetas ya muertos que vivieron hace más de mil años, pero me resulta muy difícil creer en un profeta viviente’ ”1.

Otro caso fue el de una dama que le dijo: “Sabe usted, siempre he podido aceptar todo en la Iglesia con excepción de una cosa… Nunca he podido aceptar el que José Smith haya sido Profeta de Dios”. El presidente Lee comentó: “Cómo puede una persona aceptar el Evangelio sin aceptar al que fue el medio de la restauración de él, es algo que no entenderé jamás”2.

El presidente Lee dijo: “Debemos saber con certeza en nuestro corazón y en nuestra mente que Jesús es el Cristo, el Salvador del mundo. Debemos saber que ésta es efectivamente la Iglesia de Jesucristo, el reino de Dios sobre la tierra en estos últimos días; y, por último, debemos tener un testimonio de que José Smith fue un profeta de Dios”3.

Enseñanzas de Harold B. Lee

¿Por qué debemos tener un testimonio de que José Smith fue un profeta de Dios?

¿Qué es lo que caracteriza a un verdadero Profeta de Dios? Primero, él es el portavoz de Dios en su época y para las personas entre las cuales ejerce su ministerio. Segundo, él expone de nuevo las verdades antiguas y procura hacer que la gente observe las leyes inmutables del Evangelio. Tercero, recibe revelaciones adicionales del Señor para hacer frente a los problemas que se vayan presentando a medida que el plan se vaya desarrollando. Tales verdades nuevas que emanan de Dios llegan únicamente por conducto del Profeta de la época. Tal hombre fue José Smith, que fue en todo sentido un Profeta de Dios. Sí, verdaderamente, como dijo el profeta Amós: “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” [Amós 3:7]4.

En lo más profundo de mi alma… sé que José Smith fue profeta del Dios viviente. Sé que vivió y murió para traer a esta generación el medio por el cual podría obtenerse la salvación. Sé que él ocupa un lugar elevado y que posee las llaves de esta última dispensación. Con respecto a los que le sigan y escuchen sus enseñanzas, que le acepten como verdadero profeta de Dios y que acepten sus revelaciones y enseñanzas como la palabra de Dios, sé que las puertas del infierno no prevalecerán contra ellos [véase D. y C. 21:4–6]5.

Debemos aceptar la misión divina del profeta José Smith como el medio por el cual se llevó a cabo la restauración del Evangelio y la organización de la Iglesia de Jesucristo. Cada miembro de la Iglesia, a fin de que esté preparado para el reinado milenario, debe recibir un testimonio, por sí mismo, de la divinidad de la obra establecida por José Smith. Eso lo enseñaron claramente los santos después del advenimiento del Salvador a la tierra, y uno de los líderes de nuestra época lo especificó de nuevo cuando dijo, probablemente en relación con la parábola del Maestro de las cinco vírgenes insensatas y las cinco vírgenes prudentes [véase Mateo 25:1–13]: “Llegará el tiempo en el que ningún hombre ni ninguna mujer podrá sostenerse con luz prestada. Cada uno tendrá que ser guiado por la luz que tenga dentro de su alma” [Orson F. Whitney, Life of Heber C. Kimball, 1945, pág. 450]6.

Ustedes, los que han escudriñado a fondo las Escrituras, ustedes, los que han procurado obtener un testimonio de la divina atestiguación del Espíritu, la cual cada uno de ustedes tiene derecho a recibir por la atestación del Espíritu Santo, pueden experimentar en su alma… la más conmovedora de las experiencias cuando puedan decir en su interior: “Ahora sé con toda mi alma, hasta el punto en que nunca había sabido, que Jesús es el Señor, el Salvador del mundo, y que José Smith, el mártir, fue el profeta de quien el Señor se valió para establecer Su Iglesia en esta época”7.

¿Cómo fue preparado José Smith para su llamamiento de Profeta de la Restauración?

José Smith fue el que el Señor levantó desde su tierna juventud, y lo invistió con autoridad divina y le enseñó lo que era necesario que él supiera para obtener el sacerdocio y establecer los cimientos del reino de Dios en estos últimos días8.

Desde siempre, los profetas líderes han sido escogidos de humildes condiciones de vida y no han recibido instrucción en seminarios teológicos. Tengamos en cuenta un número de los profetas. Al repasar la historia, he hallado: Eliseo era un agricultor próspero; Amós era pastor en Judea; el profeta Isaías era ciudadano de Jerusalén; Miqueas era aldeano de Judea; Jeremías era un joven de una antigua familia de sacerdotes; Ezequiel era sacerdote en el templo; Pedro, Andrés, Santiago y Juan eran pescadores; Jesús y su padre José eran carpinteros. Eso probablemente explique por qué el Señor escogió [al profeta José Smith para que fuese] el profeta líder de esta dispensación… Escogió a uno que podía ser hecho sabio en cuanto a las cosas de Dios, cosas que con toda probabilidad habrían sido necedad para los instruidos únicamente en las cosas del mundo9.

Antes de que al joven profeta se le diese la dádiva gloriosa de la manifestación de dos de las más grandes revelaciones que se han dado al hombre, hubo, inmediatamente antes de que ocurriesen, una demostración del poder del mal: tanto en la Arboleda Sagrada como en el cerro de Cumorah. Parece haber sido necesario que el Profeta comprendiera la naturaleza y el poder de esa fuerza a fin de que pudiese estar preparado para lidiar con ella y vencerla10.

Un profeta no llega a ser un líder espiritual mediante el estudio de libros de religión, ni por haber asistido a un seminario teológico… Se llega a ser profeta o líder religioso por contactos espirituales reales. El verdadero experto espiritual obtiene de ese modo su diploma directamente de Dios11.

¿Qué cosas extraordinarias ha establecido el Señor por conducto del profeta José Smith?

La misión del profeta José Smith se conocía… por lo menos 2.400 años antes de que naciera. Las profecías… referentes a Moisés y a José estaban registradas en las planchas de bronce que los hijos de Lehi obtuvieron de Labán, como recordarán. Allí se encontraba la siguiente profecía que no puede hacer referencia a ningún otro que no sea el profeta José Smith:

“Sí, José [indudablemente refiriéndose a ese José que fue vendido para Egipto] verdaderamente dijo: Así me dice el Señor: Levantaré a un vidente escogido del fruto de tus lomos… y a él daré poder para llevar mi palabra a los de tu descendencia; y no solamente para llevarles mi palabra, dice el Señor, sino para convencerlos de mi palabra que ya se habrá declarado entre ellos… He aquí, el Señor bendecirá a ese vidente, y los que traten de destruirlo serán confundidos… y su nombre será igual que el mío; y será igual que el nombre de su padre. Y será semejante a mí, porque aquello que el Señor lleve a efecto por su mano, por el poder del Señor, guiará a mi pueblo a la salvación” [véase 2 Nefi 3:7, 11, 14–15]12.

En esta dispensación, como ha sido en todas las dispensaciones anteriores del Evangelio en la tierra, se dio, por conducto del profeta moderno, José Smith, el conocimiento auténtico de Dios y de Su Hijo, nuestro Salvador, cuando Ellos, como Personas glorificadas que pueden hablar y ser vistas por los hombres, conversaron con él, como para demostrar Su realidad tangible, al marcar el inicio de la dispensación del cumplimiento de los tiempos, en preparación para la segunda venida del Señor cuando venga a reinar como Señor de señores y Rey de reyes al comienzo del Milenio13.

Siempre que [los del género humano] hemos decaído en nuestra fe y en nuestro conocimiento, el Señor, en Su misericordia, ha devuelto el conocimiento más completo de Dios y de Su Hijo, y siempre que ha habido un derramamiento del conocimiento divino con respecto al Padre y al Hijo, decimos que ha habido una nueva dispensación. Así fue en la época de Adán; así fue en la época de Abraham; así ocurrió en los tiempos de Moisés; y cuando el Señor visitó a los nefitas; al pueblo de Enoc; y así fue cuando el Salvador vino entre los hombres a enseñarles la relación que hay entre Dios y el Hijo de Dios…

Entonces, es de trascendental importancia que el comienzo de la dispensación del cumplimiento de los tiempos haya sido anunciado ¿con qué? Con una revelación de la personalidad de Dios el Padre y del Hijo al joven profeta José Smith14.

“José Smith, el Profeta y Vidente del Señor, ha hecho más por la salvación del hombre en este mundo, que cualquier otro que ha vivido en él…” (D. y C. 135:3). Ahora bien, algunos podrán pensar que ésa es una aseveración exagerada, pero [no lo es] si pensamos en lo que el Señor nos dio por conducto de ese magnífico joven que, en el breve espacio de dos años, sacó a luz el gran volumen de Escrituras que es un segundo testigo de la misión del Señor, vale decir, el Libro de Mormón… Ese joven, que no tenía el bagaje de preparación de un hombre instruido, por medio del poder de Dios Todopoderoso, tradujo ese registro escrito en un lenguaje desconocido a una lengua de la actualidad, en el cual se hallaría la plenitud del Evangelio sempiterno15.

José Smith, el joven que no había sido instruido en las teologías de la época ni en los establecimientos de enseñanza superior de su tiempo… [era] un muchacho que podía ser sumiso a las enseñanzas y a los susurros del Espíritu. José Smith no hubiese podido [él solo] establecer esta Iglesia. No hubiese podido sacar a luz la obra del Señor: el Libro de Mormón. Podrán burlarse del profeta José Smith como hombre. Podrán poner en duda cómo comenzó esta Iglesia, pero tenemos lo que se eleva como un monumento: el Libro de Mormón mismo. José, el hombre, no hubiera podido realizar esto, pero José, puesto en acción por el poder de Dios Todopoderoso, pudo realizar y realizó el servicio milagroso de hacer salir de la oscuridad el reino en el Evangelio restaurado de Jesucristo16.

[Moroni] anunció al profeta… que se hallaba cerca el tiempo para que el Evangelio en toda su plenitud fuese predicado con poder a todas las naciones. Eso fue el cumplimiento de lo que se le prometió a Juan de que un ángel volaría por en medio del cielo, el “que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra…” (Apocalipsis 14:6). La restauración de esa plenitud del Evangelio se cumplió cuando el Libro de Mormón, del que se dijo era un registro que contenía la plenitud del Evangelio, fue restaurado al mundo por conducto del profeta José Smith17.

El 21 de septiembre de 1823 [Moroni apareció a José Smith y le dijo, en parte,] “que la obra preparatoria para la segunda venida del Mesías comenzaría pronto; que el tiempo estaba cerca para que el Evangelio en toda su plenitud se predicara con poder a todas las naciones… para que un pueblo estuviese preparado para el reinado milenario”, lo cual significa la venida del Señor (History of the Church, tomo IV, pág. 537). En otras palabras, el objetivo principal de la restauración del Evangelio es preparar a un pueblo para que esté listo para estar en la presencia del Señor cuando Él venga; de no ser así… no podríamos soportar Su presencia18.

Hoy en día, la obra del reino de Dios en la tierra es un monumento al nombre del profeta José Smith. Millones de personas han aceptado totalmente la gloria de su misión, como él la proclamó y la dirigió por toda la tierra. Somos los herederos de esa invalorable perla de gran precio, el Evangelio de Jesucristo, que fue restaurado por conducto de él, en calidad de instrumento de Dios, con el fin de ayudarnos a vivir, y a morir de ser necesario, de manera que en el tiempo oportuno estemos preparados para ese reinado milenario. Esto no debemos olvidar jamás. Éste es el tiempo para nosotros, mientras todavía quede tiempo, para prepararnos para comparecer ante nuestro Dios19.

Sugerencias para el estudio y el análisis

  • ¿Cómo podemos fortalecer nuestro testimonio de la misión del profeta José Smith? ¿Qué ha fortalecido su testimonio del Profeta?

  • ¿Cómo podemos seguir el ejemplo del profeta José Smith para aumentar nuestra sabiduría y nuestra espiritualidad? ¿Qué cualidades cristianas se evidencian en la vida del profeta José Smith?

  • ¿Cuáles son algunas de las verdades fundamentales del Evangelio que fueron reveladas por conducto del profeta José Smith?

  • ¿Qué ha hecho José Smith por la salvación de todos los hijos de Dios? ¿En qué forma es su vida diferente debido a las revelaciones que recibió el profeta José Smith?

  • ¿De qué forma puede usted compartir su testimonio del profeta José Smith con otras personas?

Notas

  1. “The Place of the Living Prophet, Seer, and Revelator”, discurso pronunciado para el personal docente de seminario e instituto en la Universidad Brigham Young, el 8 de julio de 1964, Archivo General del Departamento Histórico, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, págs. 2–3.

  2. “He Lived Great, Died Great in Eyes of God and His People”, Church News, 10 de diciembre de 1955, pág. 4.

  3. The Teachings of Harold B. Lee, editado por Clyde J. Williams, 1996, pág. 371.

  4. “He Lived Great”, pág. 13.

  5. The Teachings of Harold B. Lee, pág. 371.

  6. En “Conference Report”, octubre de 1956, pág. 62.

  7. “Two Great Commemorations”, mensaje de Navidad para los empleados de las Oficinas Generales de la Iglesia, 14 de diciembre de 1972, Archivo General del Departamento Histórico, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, pág. 6.

  8. Véase “Siga adelante el reino de Dios”, Liahona, mayo de 1973, pág. 11. Véase también “Conference Report”, octubre de 1972, pág. 18; o Ensign, enero de 1973, pág. 23.

  9. “A Man among Men—A Man of Inspiration”, discurso pronunciado en el “Fourth Annual David O. McKay Honor Day”, el 29 de septiembre 1968, Archivo General del Departamento Histórico, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, pág. 12.

  10. The Teachings of Harold B. Lee, pág. 372.

  11. “He Lived Great”, pág. 5.

  12. “He Lived Great”, pág. 5.

  13. En “Conference Report”, abril de 1969, págs. 132–133; o Improvement Era, junio de 1969, pág. 105.

  14. The Teachings of Harold B. Lee, págs. 373–374.

  15. The Teachings of Harold B. Lee, pág. 372.

  16. The Teachings of Harold B. Lee, pág. 372.

  17. The Teachings of Harold B. Lee, pág. 374.

  18. The Teachings of Harold B. Lee, pág. 375.

  19. En “Conference Report”, “Munich Germany Area Conference”, 1973, pág. 7.