2003
Yo soy de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
enero de 2003


Tiempo para compartir

Yo soy de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

“Y los que fueron bautizados en el nombre de Jesús, fueron llamados la iglesia de Cristo” (3 Nefi 26:21).

Tú perteneces a muchos grupos: perteneces a una familia, a una escuela, puede que formes parte de un equipo deportivo o de un grupo de teatro; pero una organización muy especial de la que formas parte es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Esta organización es diferente de las otras organizaciones, y muy valiosa y sagrada.

Con frecuencia, los grupos tienen líderes, los cuales podrían ser un presidente, un entrenador o un maestro. En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, nuestro líder es el Salvador mismo.

Cuando Jesucristo estuvo en la tierra, organizó Su Iglesia y llamó y “estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades” (Marcos 3:14–15). Jesús dio a estos Doce Apóstoles la autoridad para gobernar la Iglesia cuando Él se hubiera ido.

Hoy en día, los apóstoles (los miembros de la Primera Presidencia y del Quórum de los Doce) tienen el mismo sacerdocio, o autoridad, que Jesucristo dio a Sus apóstoles cuando vivió sobre la tierra. Cuando los apóstoles actuales se dirigen a ti en la conferencia general o envían mensajes a través de tu obispo o presidente de rama, ellos representan a Jesucristo, el líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Instrucciones

Haz un librito para ayudarte a recordar las palabras de la canción “La Iglesia de Jesucristo” (véase Bosquejo de la Presentación por los niños en la reunión sacramental y Tiempo para compartir 2003 ). Retira la página 4 de la revista, recorta por la línea gruesa y oscura, teniendo cuidado de no cortar ninguna de la líneas punteadas, y luego sigue las ilustraciones para doblar las páginas para crear el librito.

Ideas para el Tiempo para compartir

  1. 1. Ayude a los niños a entender la parte importante que desempeñan como miembros de la Iglesia. Comparta lo que dijo el presidente Gordon B. Hinckley: “Ustedes, los que son miembros de esta Iglesia, deben ser leales a ella. Ésta es la Iglesia de ustedes. Ustedes tienen tanta responsabilidad en [lo que hacen] como yo [en lo que hago]. Les pertenece a ustedes como me pertenece a mí” (“El consejo y la oración de un profeta en beneficio de la juventud”, Liahona , abril de 2001, pág. 39). Dibuje un cuerpo y recórtelo en forma de piezas de un rompecabezas. Ponga las piezas en un recipiente, con excepción de una. Pida a los niños que se turnen para escoger una pieza del rompecabezas. Monten el cuerpo y pregunte qué está mal. Pida a los niños que lean 1 Corintios 12:14–20 y hablen de lo importante que es cada miembro de la Iglesia. Añada la pieza final del rompecabezas y canten “La Iglesia de Jesucristo”. Dibuje una muñeca en una hoja de papel y dé una copia a cada uno de los niños para que la coloree. Pídales que escriban o dibujen algo que puedan hacer para ser un buen miembro de la Iglesia.

  2. 2. Ayude a los niños a aprender sobre la Iglesia que estableció Jesús mientras estuvo en la tierra. Escriba en la pizarra las referencias de los siguientes pasajes de las Escrituras: Mateo 3:13–17; Mateo 6:9–13; Marcos 3:14–15; Marcos 12:41–44; Lucas 22:19–20; Juan 5:39; Hechos 5:42; 1 Corintios 15:29; Efesios 4:11–12; Efesios 5:19. A continuación escriba los términos siguientes: bautismo, oración, sacerdocio, diezmos y ofrendas, Santa Cena, Escrituras, templo, bautismo por los muertos, apóstoles y profetas, y canciones e himnos. Lean los pasajes de las Escrituras y pida a los niños que tracen una línea desde cada una de las referencias hasta el término que le corresponda. Hablen de cómo estos aspectos del Evangelio son idénticos hoy día [a los de los tiempos bíblicos]; canten canciones o himnos sobre cada uno.