2010
¿Por qué pagamos ofrendas de ayuno?
Marzo de 2010


¿Por qué pagamos ofrendas de ayuno?

Rebecca Alison Titz, una joven adulta de Alemania que actualmente asiste al Barrio de Winterthur, Suiza, tiene un testimonio del ayuno y de las bendiciones que provienen del pago de una ofrenda de ayuno generosa. Rebecca creció viendo a sus padres pagar ofrendas de ayuno y, cuando comenzó a ganar su propio salario, empezó a hacer sus propios donativos.

Ella explica: “Ha habido ocasiones en las que podía pagar una generosa ofrenda de ayuno”, y de esas veces, dice: “Nunca tuve hambre ni en cuerpo ni en espíritu”. Comenta que la sensación de hambre al ayunar se pasa con rapidez, mientras que las bendiciones de fortalecimiento espiritual que resultan por ayudar a los demás son duraderas, incluso eternas.

Rebecca siempre ha procurado dar ofrendas de ayuno de buen grado. “Nunca se me ha hecho difícil darlas”, dice. “Nunca he pensado: ‘Podría utilizar este dinero para otra cosa’, sino que lo que siempre he pensado es: ‘Esto va a ayudar a personas que lo necesitan’”.

Una amiga de Rebecca, Jessica Schwabe, de la Rama Halberstadt, de Hannover, Alemania, agrega: “Pagar las ofrendas de ayuno le brinda a éste mayor significado; hace que todo encaje. Las ofrendas de ayuno son una parte del ayuno que consiste en no hacerlo por nosotros mismos, sino por otras personas, por personas necesitadas”. ◼