El 26 de abril de 1838, el profeta José Smith recibió la revelación registrada en Doctrina y Convenios 115. En ella, el Señor reveló el nombre de la Iglesia, dio el mandamiento a los santos: “Levantaos y brillad” (D. y C. 115:5) y reveló Su voluntad con respecto al templo en Far West. El 19 de mayo de 1838, el profeta José Smith recibió la revelación que se encuentra en Doctrina y Convenios 116, donde se identifica a Spring Hill, Misuri, como Adán-ondi-Ahmán.
El señor manda a los miembros de Su Iglesia: “Levantaos y brillad”
¿Qué nombres de empresas y organizaciones conoces? ¿Qué comunican los nombres de esas organizaciones? ¿Quiénes dirigen esas organizaciones? ¿Qué hacen esas organizaciones?
Piensa en el nombre y el logotipo de la Iglesia. A medida que estudies Doctrina y Convenios 115, averigua lo que comunica el nombre de la Iglesia en cuanto a quién dirige la Iglesia y lo que es.
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logotipo de la Iglesia
En Doctrina y Convenios 115:1–3 se nos dice que esta revelación que se recibió por medio del profeta José Smith está dirigida a todos los miembros de la Iglesia. Lee Doctrina y Convenios 115:4 y encuentra el nombre que el Señor otorgó a Su Iglesia.
Piensa detenidamente en cada palabra del nombre de la Iglesia y reflexiona por qué cada una de ellas es importante.
Lee la siguiente declaración del élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
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Élder M. Russell Ballard
“He pensado mucho sobre la razón por la que el Salvador le dio un nombre de once palabras a Su Iglesia restaurada. Parece largo, pero si lo consideramos una reseña descriptiva de lo que es la Iglesia, de repente se vuelve maravillosamente breve, sencillo y preciso. ¿Cómo podría una descripción ser más directa y clara, y aun así expresarse en tan pocas palabras?
“Cada palabra es aclaratoria e indispensable. La palabra La indica la posición única de la Iglesia restaurada entre las religiones del mundo.
“Las palabras Iglesia de Jesucristo declaran que esta es Su Iglesia…
“de los Santos significa que sus miembros lo siguen a Él y se esfuerzan por hacer Su voluntad, guardar Sus mandamientos y prepararse una vez más para vivir con Él y nuestro Padre Celestial en el futuro.
“Santos sencillamente se refiere a aquellos que procuran santificar sus vidas mediante el convenio de seguir a Cristo; de los Últimos Días explica que es la misma Iglesia que Jesucristo estableció durante Su ministerio terrenal, pero restaurada en estos últimos días” (“La importancia de un nombre”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 80).
Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
¿Qué verdades importantes se comunican en el nombre de la Iglesia?
¿Quién está a la cabeza de la Iglesia? ¿A quién instruye e inspira Él en la tierra para dirigir la Iglesia?
Lee Doctrina y Convenios 115:5 y descubre lo que espera el Señor de las personas que pertenecen a Su Iglesia.
Responde la pregunta siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Qué crees que signifique “levantaos y brillad” (D. y C. 115:5) como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días?
¿Qué bendición vendrá cuando los miembros de la Iglesia sigan el consejo del Señor de levantarse y brillar? Para responder esta pregunta, apóyate en el versículo 5 como ayuda para completar la siguiente declaración: Si nos levantamos y brillamos, nuestra luz será . Podrías marcar ese principio en el versículo 5.
Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
¿Que crees que signifique que nuestra luz, o ejemplo, pueda ser “un estandarte a las naciones” (D. y C. 115:5)? (Para contestar esta pregunta, te puede servir el saber que un estandarte es una bandera o un pendón que sirve como punto de congregación o símbolo de inspiración).
¿De qué modo el cumplir con el mandamiento del Salvador de levantarse y brillar puede atraer a otras personas a La Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días?
El presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, compartió el siguiente relato de una hermana miembro de la Iglesia que siguió ese principio:
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Presidente James E. Faust
“Hace algunos años, a Constance, una estudiante de enfermería, se le asignó la tarea de tratar de ayudar a una mujer que se había lesionado una pierna en un accidente. La mujer rehusaba recibir atención médica debido a una mala experiencia que había tenido con alguien en el hospital. Ella sentía temor y se había recluido en su casa. La primera vez que Constance fue a verla, la mujer mandó que se fuera. La segunda vez, permitió que Constance entrara en su casa. Para entonces, la pierna la tenía cubierta de úlceras y una parte se estaba pudriendo; aún así, no deseaba que la trataran.
“Constance oró al respecto y un par de días después le llegó la respuesta. En su próxima visita, llevó consigo un poco de agua oxigenada y, como era indolora, la ancianita permitió que se la aplicara a la pierna. Después hablaron acerca de llevar a cabo un tratamiento más a fondo en el hospital. Constance le aseguró que el personal del hospital haría que su estadía en él fuera lo más placentera posible. En un día o dos la mujer adquirió la suficiente valentía para ingresar en el hospital. Cuando Constance fue a verla, ella le sonrió y le dijo: ‘Me ha convencido’, y después, en forma inesperada, le preguntó: ‘¿A qué Iglesia pertenece?’. Constance le dijo que era miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La mujer entonces dijo: ‘Lo sabía. Desde el primer día supe que había sido enviada a mí. Había una luz en su rostro que había notado anteriormente en otras personas de su misma religión. Tenía que confiar en usted’.
“A los tres meses, la pierna infectada sanó completamente. Los miembros del barrio que vivían en la vecindad de la anciana remodelaron su casa y le arreglaron el jardín. Los misioneros fueron a verla y ella se bautizó poco después [Véase Constance Polve, “A Battle Won”, New Era, abril de 1980, págs. 44–45. Todo eso porque ella advirtió la luz en el rostro de la joven estudiante de enfermería” (véase “La luz que ilumina sus ojos”, Liahona, noviembre de 2005, pág. 22).
¿Qué hizo Constance para levantarse y brillar? ¿En qué forma la luz en su rostro fue como un estandarte para esa mujer? ¿Cómo fue bendecida esa mujer por la luz que ella vio?
Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
¿A quién conoces que sea un buen ejemplo de levantarse y brillar?
¿De qué manera el ejemplo de esa persona ha sido una bendición para ti?
El profeta José Smith fue un buen ejemplo de lo que significa levantarse y brillar. Poco después de recibir esta revelación, José comenzó a escribir su historia que ahora forma parte de la Perla de Gran Precio.
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documento manuscrito
Una página de la historia del profeta José Smith
Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
¿De qué modo la historia de José Smith, que incluye su testimonio de la Primera Visión, es un estandarte a las naciones?
¿De qué manera es un estandarte para ti?
Lee Doctrina y Convenios 115:6 para conocer las bendiciones que se prometen a los que se congregan o recogen en la Iglesia, en las estacas de Sion.
Una verdad que aprendemos en este versículo es la siguiente: Nos congregamos en las estacas de Sion para defensa y para refugio. ¿De qué modo piensas que el congregarnos como santos nos proporciona protección, seguridad o refugio?
El Señor manda a los santos establecer la ciudad de Far West y edificar un templo
Una de las maneras en que podemos recibir la protección y seguridad del Señor es servirle y adorarle en el templo. Después de que los santos comenzaron a mudarse a Far West, Misuri, en 1836, los líderes de la Iglesia hicieron planes para edificar un templo similar al de Kirtland, Ohio. Se comenzaron las primeras excavaciones, pero se suspendió la obra hasta que José Smith recibiera instrucciones adicionales del Señor. El Señor reveló Su voluntad concerniente al templo como parte de la revelación que está en Doctrina y Convenios 115.
En Doctrina y Convenios 115:7–16, el Señor reveló que se debía edificar un templo en Far West conforme al modelo que Él daría a la Primera Presidencia. El Señor también aconsejó a los líderes de la Iglesia que no se endeudaran para edificar el templo.
Lee Doctrina y Convenios 115:17–19 y encuentra lo que el Señor deseaba que los santos hicieran bajo la dirección de José Smith en Far West y las regiones inmediatas.
Uno de los principios que aprendemos en el versículo 19 es que el Presidente de la Iglesia posee las llaves para dirigir la obra del Señor sobre la tierra.
El profeta José Smith siguió el consejo del Señor en Doctrina y Convenios 115:18 y exploró las regiones en los alrededores de Far West. Lee la introducción de Doctrina y Convenios 116, y busca el nombre del lugar que exploró el Profeta.
Esa revelación identifica la ubicación del futuro cumplimiento de una profecía hecha en la antigüedad por el profeta Daniel (véase Daniel 7:9–10, 13–14). Esa profecía describe un acontecimiento de los últimos días, en el cual el Salvador y Adán visitarán la tierra y presidirán una reunión antes de la segunda venida de Jesucristo a todo el mundo (véase D. y C. 27:5–14).
Medita en las palabras del himno “Adán-ondi-Ahmán” (Hymns, Nº 49, en el himnario en inglés).
Esta tierra antes fue un jardín,
con todas sus glorias en común,
y los hombres vivían como santa estirpe,
y adoraban a Jesús cara a cara,
en Adán-ondi-Ahmán.
Leemos que Enoc anduvo con Dios,
Y superó el poder de Mamón,
mientras que Sion se extendía,
y santos y ángeles en alta voz cantaban,
en Adán-ondi-Ahmán.
Su tierra buena era y muy bendecida,
más que el Canaán de Israel;
de oriente a occidente era conocida,
su paz grande era, y puro el reposo
de Adán-ondi-Ahmán.
Hosanna a tales días por venir,
la segunda venida del Salvador,
cuando toda la tierra florezca
y brinde a los santos un santo hogar,
como Adán-ondi-Ahmán.
Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy: