Historia de la Iglesia
“La causa más noble”


“‘La causa más noble’”, Historias mundiales: Bielorrusia, 2019

“‘La causa más noble’”, Historias mundiales: Bielorrusia

“La causa más noble”

Desde 1993, los Santos de los Últimos Días bielorrusos han procurado tender una mano a sus comunidades para mejorar la vida de sus conciudadanos con necesidades. Esta labor, a menudo, la lleva a cabo oficialmente la ICPA (Asociación Pública Benéfica Internacional, por sus siglas en inglés), o “Safia”, una organización humanitaria fundada y dirigida por miembros locales de la Iglesia y patrocinada por la Iglesia a través de LDS Charities. Santos de los Últimos Días de otros países acuden a Bielorrusia como voluntarios de Safia para apoyar su misión humanitaria.

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Miembros de Brest trabajan como voluntarios para la ICPA “Safia”.

Santos de los Últimos Días bielorrusos, voluntarios de la ICPA “Safia” e invitados en Brest, confeccionan mantas para refugios y orfanatos, 2018.

Los miembros de la Iglesia de Bielorrusia fundaron Safia como asociación benéfica local en el otoño de 1993. En 1994, la organización comenzó a colaborar con otras instituciones y asociaciones benéficas para ayudar a grupos vulnerables de Bielorrusia mediante el servicio comunitario, la ayuda material, la capacitación médica, la distribución de sillas de ruedas y otros medios. Ese mismo año, Mikhail Davydik, un miembro local de la Iglesia, dejó su profesión como arquitecto para dirigir la organización. En colaboración con otras personas, Mikhail ayudó a que Safia se convirtiera en una organización muy respetada en Bielorrusia. En 1999, se organizó la ICPA “Safia” para llevar a cabo esta labor.

Uno de los proyectos en curso de Safia es la organización de ferias de salud para niños en edad escolar. Por medio de espectáculos de títeres, los voluntarios de Safia instruyen a los niños bielorrusos sobre la necesidad de llevar una vida saludable y los peligros del consumo de drogas. Decenas de miles de niños bielorrusos han participado en estas ferias de salud desde su presentación en 1998.

La labor de Safia también une a los bielorrusos de diferentes orígenes con un propósito común. A principios de la década de 2000, Mikhail Davydik y un funcionario del servicio estatal de archivos de Bielorrusia hicieron arreglos para que Safia almacenara sus suministros humanitarios en un antiguo búnker subterráneo de un archivo de Minsk. Teniendo en cuenta el propósito militar original del búnker, el funcionario se alegró de que se diera una nueva vida a esas instalaciones y comenzaran a utilizarse en “la causa más pacífica y noble: la ayuda humanitaria”. Los Santos de los Últimos Días bielorrusos y la ICPA “Safia” han seguido adelante con esa causa desde entonces.