Una vida nueva en el Evangelio

En 1911, después de ser desterrado por sus intentos de predicar el Evangelio en su tierra natal, Croacia, John Stosich (Janko Stošić), un misionero de la Misión Suizo-Alemana, pasó seis semanas en Liubliana esperando su nueva asignación. Además de caminar a diario hasta el Castillo de Liubliana, donde se sentaba para llevar a cabo su estudio diario del idioma y de las Escrituras, intentaba hacer amigos y compartir el Evangelio cada vez que tenía la oportunidad. Sin embargo Stosich se marchó de Liubliana sin bautizar a nadie y tendrían que pasar más de cincuenta años para que el Evangelio restaurado volviese a Eslovenia.

En 1968, una residente de Liubliana de setenta y dos años, Maria Gruden, viajó a Austria para ser bautizada, pues su hijo se había unido a la Iglesia en aquel país. Sin embargo, era rara la vez que Gruden podía viajar a Austria y, la mayor parte del tiempo, adoraba aislada de otros santos. Un día de 1972, Jerald Bradshaw, un estadounidense Santo de los Últimos Días que estaba viviendo en Liubliana temporalmente, se presentó en la puerta de Gruden hablando con dificultad en una mezcla de alemán y esloveno. Cuando Gruden entendió que un poseedor del sacerdocio había ido a su casa por primera vez, se sentó y lloró. Gruden asistió a los servicios dominicales en casa de la familia Bradshaw mientras estos vivían en Liubliana. En años posteriores, Gruden recibió visitas regulares de Krešimir Ćosić, un converso croata apartado como misionero especial en Yugoslavia. La Iglesia empezó a enviar misioneros a Yugoslavia en 1978, en gran parte gracias a la labor realizada por Ćosić. En 1981, Vaughn y Ester Stosich, el hijo y la nuera de John Stosich, se convirtieron en el primer matrimonio misionero en servir en ese país.

En 1989, Albin Lotrič conoció la Iglesia mientras trabajaba en Noruega. Lotrič no hablaba noruego, así que los misioneros le llevaron un Libro de Mormón en inglés y los miembros de la Rama Stavanger lo recibían muy cordialmente cuando asistía. “Me aceptaron como parte de su familia”, recordaba Lotrič. Luego de estudiar el Libro de Mormón y recibir un testimonio, Lotrič fue bautizado. “Estaba empezando una nueva vida”, reflexionaba.

Esa nueva vida conllevaba mucha responsabilidad: Lotrič volvió a su hogar, en Eslovenia, donde la Iglesia todavía no se había establecido. Oraba pidiendo fortaleza para explicar sus nuevas creencias a su novia, Boža Gartner, y a su familia y amigos. “Sabía que iba a ser difícil.”, dijo Lotrič. “Sin embargo, también sabía que Dios me ayudaría”. Al año siguiente, Lotrič viajó cada semana a Klagenfurt, Austria, para asistir a la rama más cercana, y a menudo lo acompañaba Boža, quien fue bautizada en marzo de 1990. Cuando se organizó la primera rama de Eslovenia en diciembre de 1991, se llamó a Lotrič como presidente. En julio de 1992, Albin y Boža se casaron y después viajaron al Templo de Fráncfort, Alemania, para ser sellados.

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Los primeros miembros de la Iglesia en Liubliana