Historia de la Iglesia
Avanzar la obra del Señor


“Avanzar la obra del Señor”, Historias mundiales: Togo, 2018

“Avanzar la obra del Señor”, Historias mundiales: Togo

Avanzar la obra del Señor

A principios de la década de 1990, Nowah Afangbedji, quien tenía doce años, se sorprendió cuando su padre, Koffi, anunció emocionado: “Encontré una iglesia… una iglesia hermosa”. Koffi, quien había estado viviendo y trabajando en Dinamarca durante varios años, le contó a su familia que su amigo Agnon Ameri Didier le había dado a conocer La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Había encontrado la verdad entre aquellas personas amables. Koffi le dijo a su familia que se había bautizado dos años antes y los invitó a asistir a las reuniones en la casa de Didier. Sin embargo, Nowah se mostró escéptico y continuó asistiendo a otra iglesia.

Dos años más tarde, Koffi invitó a su familia a una reunión especial con el élder James O. Mason, el presidente del Área África Oeste. En la reunión, el élder Mason organizó el primer grupo oficial de Santos de los Últimos Días en Togo y testificó que la Iglesia de Jesucristo había sido restaurada y que era guiada por apóstoles y profetas. Luego de que Mason habló, Nowah levantó la mano y preguntó: “¿Quiere decir que tenemos a los apóstoles Pedro, Santiago y Juan, esos ancianos, otra vez en la tierra?”.

“Sí, pero no son las mismas personas”, respondió Mason, quien explicó que Dios había llamado a hombres contemporáneos como profetas y apóstoles.

Nowah recuerda: “Sentí paz en mi alma. Ese día sentí que, en realidad, necesitamos algo como eso: una organización por medio de la cual el Salvador Jesucristo nos guíe”. Nowah y otras personas comenzaron a asistir de manera regular y pronto aprendieron acerca de la Primera Visión de José Smith. A Nowah le impactó que alguien de su misma edad se sintiera “tan firme y seguro como para acudir al Señor y preguntarle”. Decidió seguir el ejemplo de José y preguntarle a Dios con fe. “Debo unirme a la iglesia en la que yo sienta que está el Señor”, pensó. En septiembre de 1997, Nowah y otros trece nuevos conversos se bautizaron.

A partir de ese comienzo pequeño y sencillo se realizó una gran obra. Poco después de que Nowah regresara de una misión en 2009, se creó el primer distrito en Togo. Cuatro años más tarde, se convirtió en una estaca. Cuando se organizó la estaca, Norbert K. Ounleu, un Setenta de Área, elogió a los santos togoleses. “Tenemos miembros fieles que harán avanzar los asuntos del Señor”, dijo. “Creen firmemente que la estaca cambiará su vida y protegerá a su país”. Para el recién llamado presidente de estaca, Kcodgoh Edgeweblime, la nueva estaca era también un recordatorio de lo que podía suceder. “Es posible que no veamos su importancia ahora, pero la formación de la Estaca Lomé será una gran bendición para Togo”, afirmó. “Hay millones de personas en nuestro país que tienen la necesidad de escuchar la palabra de Dios”.