2002
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marzo de 2002


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Agradecido Por el Artículo Sobre el Ajuste de Diezmos

Me bauticé en la Iglesia en 1986 y la revista Liahona (en portugués) ha formado parte de mi vida desde entonces. Me ha ayudado en esos momentos en los que me he encontrado espiritualmente débil y he podido sentir su poder en la obra misional durante las visitas como maestro orientador y con los amigos que aún no han tenido la oportunidad de conocer el Evangelio verdadero.

Estoy especialmente agradecido por la publicación del artículo “La importancia del ajuste de diezmos”, del ejemplar de diciembre de 2000. Ese artículo me ha servido para llevar a cabo las entrevistas relacionadas con el ajuste de diezmos más satisfactorias de mi llamamiento como obispo.

Amarildo Martins, Barrio Parque Dorotéia, Estaca Diadema, Brasil

Nuestro Padre Celestial Contesta las Oraciones

Tras leer la revista Liahona (en ucraniano), sentí la influencia del Espíritu Santo con tal fuerza que quería compartir mi testimonio. En ocasiones me parece que mis pruebas espirituales son insuperables. Soy el único miembro de la Iglesia en mi familia y a mis amistades no les gusta la Iglesia ni sus valores. Desgraciadamente, no he sido capaz de hacerles cambiar de opinión.

Sé que hay mucha gente como yo, pero sé también que nuestro Padre Celestial nos ama a todos y desea que seamos fuertes. Cuando me desanimo, pienso en lo mucho que Él me ha bendecido. Siempre escucha mis oraciones y me ayuda, a veces por medio de amistades y parientes, otras por medio de la revista Liahona. Hay muchos testimonios y relatos maravillosos en esa revista y cuando la leo, mi testimonio crece.

Yelena Sivopylas, Rama Chernihiv Tseltralny, Misión Ucrania Kiev

La Revista Es Un Milagro

La revista es un verdadero milagro en mi hogar. Cada vez que llevo a casa un nuevo número de la revista Liahona (en ruso), ¡desaparece! Al día siguiente, mi padre, que no es miembro de la Iglesia, dice que se la ha llevado al trabajo, que la ha leído por entero y que le ha gustado mucho. O mi madre, que tampoco es miembro, dice que no pudo dejar de leerla toda la mañana. En particular, a ella le gustó el artículo: “Japón, luz naciente del Este”, del ejemplar de marzo de 2001. Les doy las gracias por este milagro que me da fuerzas para seguir trabajando con mi familia.

Mariya Konovalova, Rama Kurgan Tsentralny, Misión Rusia Yekaterinburgo