2004
El lugar donde nació el Profeta
diciembre de 2004


El lugar donde nació el Profeta

Casi en el medio, de arriba a abajo, del pequeño estado de Vermont del noreste de los Estados Unidos se encuentran los pueblos de Sharon y South Royalton. La mayoría de los vehículos que circulan por la autopista pasan como balas al lado de ellos, pero cada año los grupos de turistas que tratan de aprender más sobre los acontecimientos de la historia de la Iglesia salen de la autopista 89 por la salida 2 y conducen lentamente por el pueblo de Sharon, pasan por la tienda, donde se vende verdadero jarabe de arce (maple), y siguen el río hasta llegar a una intersección donde hay una señal de bronce. Esa señal indica a los viajeros dónde deben dar vuelta para dirigirse a Diary Hill, pasando por entre las pequeñas granjas que pueblan los arbolados cerros, hasta llegar a un sendero flanqueado de arces. Otra señal indica que ése es el sitio donde nació el profeta José Smith. Es la entrada a un monumento conmemorativo erigido hace casi cien años en memoria de un gran hombre y un gran acontecimiento.

Después de que los visitantes entran en ese sendero, lo primero que ven es una hermosa y blanca capilla de los Santos de los Últimos Días con un pequeño montículo de césped en la parte delantera. Pero al seguir calle arriba, por entre los arces, se percatan de un cambio, ya que les invade un gran sentimiento de calma y de paz.

No serán ni los primeros ni los últimos en percatarse de ese cambio. Kevin Burkholder, de la Rama Middlebury, recuerda cómo su familia llevó a su tía a visitar ese lugar. Tan pronto como el auto entró en la propiedad, Kevin recuerda que su tía le preguntó: “¿Qué pasó aquí? ¿Por qué hay este sentimiento en este lugar?”. Kevin dice que trataron de explicarle: “En apariencia no difiere en nada de ningún otro sitio, pero en él hay un sentimiento muy especial. Si se tiene cualquier duda sobre la Iglesia, ésta desaparecerá. Es como si tus pensamientos fueran más claros en este sitio”.

Adolescentes como Caitlin Shamp, del Barrio Essex, Estaca Montpelier, Vermont, van a menudo al Lugar Conmemorativo del Nacimiento de José Smith; ella añade sobre el sentimiento que allí se percibe: “Siento que es santo; es tan pacífico y tranquilo”.

Cuando los visitantes pasan de largo la capilla, el sendero baja levemente hacia dos edificios bajos de ladrillo con porches que son idénticos. Uno es el centro de visitantes y el otro alberga las oficinas de los misioneros que sirven allí. Los edificios se hallan a ambos lados de la escalera que conduce al monumento.

Granito liso y pulido

El monumento se halla sobre un pequeño cerro; se trata de un obelisco de granito pulido de 38 pies y medio (11,7 metros) de altura. Cada pie representa un año de la vida de José. El obelisco descansa sobre un gran bloque cuadrado. Cuando se cortó en 1905, era la pieza más alta de América cortada de una sola pieza de roca, representando esta roca sin imperfecciones las magníficas cualidades del hombre al que honra. Kristin Simmons, del Barrio Burlington, dice: “Considero que es un símbolo muy adecuado de lo que representó el profeta José. El monumento es una piedra pura, un cimiento. Es un ejemplo de lo que fue él”. Allishia Adams, del Barrio South Royalton, explica de modo muy parecido: “Creo que el monumento es un símbolo de una Iglesia que tiene un fundamento firme”.

Por la tarde, el sol da de cara al obelisco y lo hace brillar, como si de pronto se encendiera un reflector. Durante el verano el monumento está rodeado de flores y jardines, pero en invierno el cerro está cubierto de blanca y radiante nieve, algo apropiado para la época del año cuando nació el profeta José (el 23 de diciembre). Cada mes de diciembre, la Estaca Montpelier, Vermont presenta un Nacimiento vivo en este lugar, participando con la comunidad en la celebración del nacimiento del Salvador. El lugar está decorado con miles de luces.

Joseph Smith, padre, y Lucy Mack Smith sólo vivieron en esta granja, propiedad de Solomon Mack, el padre de Lucy, por un par de años. Su hijo, José, fue el único de los nueve hijos que nació aquí. Las tierras han permanecido prístinas; más de 120 hectáreas de tierra y hermosos árboles circundan el monumento.

No es difícil imaginarse cómo debió ser ese gélido mes de diciembre cuando nació José. La cabaña original se vino abajo hace mucho tiempo y quedó reducida a escombros, salvándose únicamente el escalón de la entrada y la piedra de la chimenea.

La piedra que se usó como el escalón de la entrada de la cabaña está afuera junto a un banco, a un lado del monumento, donde originalmente estaba la cabaña. La piedra de la chimenea se halla en el centro de visitantes, frente a una chimenea. Es fácil imaginarse a una madre sosteniendo a su recién nacido cerca del calor del fuego mientras se sentaba en esa piedra. Christal Collette y Stephani Wright, ambas del Barrio Essex, han tenido pensamientos idénticos. Stephani dice: “Me gusta sentarme al lado de la chimenea y simplemente pensar”. Y Christal agrega: “Aquí es donde él nació. Su madre debió haberlo vestido y cambiado en este preciso lugar”.

La búsqueda de respuestas

En la base del monumento se encuentra grabado el pasaje de las Escrituras que tanto significó para el profeta José a los 14 años. El versículo dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5). El profeta dijo: “Ningún pasaje de las Escrituras jamás penetró el corazón de un hombre con más fuerza que éste… el mío” (José Smith—Historia 1:12). Los adolescentes que viven en Vermont y tienen la oportunidad de visitar con frecuencia este lugar valoran lo que les ha enseñado el ejemplo de José, y saben que si carecen de sabiduría, pueden pedir ayuda.

Stephen Brown, del Barrio Essex, dice: “La única manera de saber por ti mismo que la Iglesia es verdadera es preguntar. Sólo se sabe por medio de la revelación personal. Para ello hay que orar y escuchar”.

Andrew Lords, también del Barrio Essex, tuvo una experiencia respecto a preguntar para saber la verdad: “Jamás había leído el Libro de Mormón con regularidad. Lo tomé y oré: ‘Por favor, dime si es verdadero’. Luego empecé a leer la introducción y me sobrecogió el Espíritu. Pensé: “¡Vaya! Y no es más que la introducción’. Ésa fue definitivamente mi respuesta”.

La búsqueda de la verdad

Así como la búsqueda de José lo condujo a respuestas maravillosas, los jóvenes del Barrio Essex, Vermont, han sido guiados a comprender las respuestas a sus oraciones al indagar como lo hizo José. Dawn Doney dice: “Los padres de José lo apoyaron en su búsqueda de la Iglesia verdadera. Si tengo una pregunta o algo inquieta mi mente, lo converso con mis padres”. Dawn también acude a las Escrituras, tal como lo hizo José.

“Si algo me inquieta”, dice Kristen Brown, “recibo un sentimiento cálido; es como si la llave encajara en la cerradura. Sé que es la respuesta a mi oración”.

Caitlin Shamp dice: “Hay que apartar tiempo, cuando no haya nadie que te moleste y no tengas más que hacer, para así poder pensar y orar de verdad”.

Autumn Doney agrega: “A los 14 años te preocupan cosas como si te gusta un chico o si eres popular. A José Smith le interesaba encontrar la verdad y el Evangelio verdadero. Ojalá yo tuviera tanta fe. Debemos arrodillarnos y orar cada mañana y cada noche”.

Lo que encontrarás

Algunos jóvenes, como los del Barrio South Royalton, acuden cada domingo al lugar donde nació el Profeta para asistir a las reuniones de la Iglesia, y cada miércoles para la Mutual. Meghan Tracy dice: “Por haber vivido aquí toda mi vida, tal vez no he apreciado lo suficiente este lugar, pero ahora que me he dado cuenta de lo sagrado que es, puedo sentir la presencia del Espíritu del Señor. Qué consolador es que esté tan cerca de donde vivo”.

Kevin Burkholder tiene una sugerencia para los que visiten el Lugar Conmemorativo del Nacimiento de José Smith: “Paseen por los bosques; tomen el sendero que conduce hasta el cerro que llamamos Monte Patriarca y desde allí contemplarán el monumento. Pueden pasarse horas allí sentados pensando. Se les dibujará una sonrisa en el rostro. Es inevitable”.

¡extra! ¡extra!

Si deseas un mapa del lugar u obtener más información, visita www.lds.org. Haz clic en “Church History”, luego en “Historic Sites”, en “Places to Visit” y en “Northeastern USA”. Luego selecciona “Joseph Smith Memorial Birthplace”.

Acerca de los Padres de José

Lucy Mack Smith, madre del Profeta, nació en New Hampshire. Cuando Lucy aún era una jovencita, falleció su hermana Lovina, lo cual le causó un gran dolor. Su hermano Stephen fue a visitarles y le preguntó a su padre si Lucy podía ir a la ciudad de Tunbridge, Vermont, y pasar una temporada con su familia. Creyeron que así Lucy se repondría del dolor por la pérdida de su amada hermana.

Mientras se hallaba en Tunbridge, Lucy conoció a un joven llamado Joseph Smith y se casó con él. La boda se celebró el 24 de enero de 1796. Lucy tenía 20 años y Joseph 24. Ellos serían los padres de José Smith, el hombre destinado a restaurar el Evangelio de Jesucristo, la verdad que Lucy había estado buscando la mayor parte de su vida.

La joven pareja, Lucy y Joseph, tenían una pequeña granja y administraban una tienda (representada arriba) en Tunbridge, la cual existe hoy día, aunque reparada y ampliada. Mientras los Smith vivían en Tunbridge nacieron sus hijos mayores, Alvin y Hyrum. La joven familia se trasladó a una granja propiedad del padre de Lucy, en las afueras de Sharon, Vermont. La pequeña cabaña que construyeron en la propiedad se hallaba en los lindes de Sharon y South Royalton. El día después del nacimiento de su hijo José el 23 de diciembre de 1805, Joseph caminó hasta la ciudad y registró el nacimiento en la ciudad de Sharon. (Véase Lucy Mack Smith, History of Joseph Smith , edición de Preston Nibley, 1958.)

El Profeta Dijo de Sí Mismo

“Soy como una enorme piedra áspera que viene rodando desde lo alto de la montaña; y el único pulimiento que recibo es cuando una de las orillas de la piedra se alisa al entrar en contacto con otra cosa… Así llegaré a ser dardo pulido y terso en la aljaba del Todopoderoso”.

El profeta José Smith, History of the Church, 5:401.