2009
Creemos que la familia es ordenada por Dios
Octubre de 2009


Tiempo para compartir

Creemos que la familia es ordenada por Dios

“La familia es la parte central del plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos” (“La Familia: Una proclamación para el mundo”).

Amalickíah era un hombre inicuo; él les prometió muchas cosas a los nefitas si ellos lo convertían a él en rey. Muchas personas le creyeron y se apartaron de la rectitud.

Moroni era el capitán de los ejércitos nefitas; era recto y creía en Jesucristo. Cuando Moroni escuchó que Amalickíah estaba engañando a muchas personas, se enojó con él, ya que sabía que esas personas corrían el peligro de perder su libertad.

Moroni rasgó un trozo de su túnica y en ella escribió: “En memoria de nuestro Dios, nuestra religión, y libertad, y nuestra paz, nuestras esposas y nuestros hijos” (Alma 46:12). Ató la túnica rasgada al extremo de un asta y la llamó el estandarte de la libertad; entonces oró por las personas y las visitó, y fue entre el pueblo haciendo ondear el estandarte de la libertad y pidiendo a los nefitas que se unieran a él para proteger su libertad. (Véase Alma 46:1–21.)

Ustedes viven en una época en la que hay personas como Amalickíah que quieren apartarlos y evitar que sigan el plan del Padre Celestial. Una de las partes más importantes de ese plan son las familias.

El Padre Celestial desea que los miembros de la Iglesia comprendan el plan que Él tiene para las familias. La Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles escribieron “La Familia: Una proclamación para el mundo” con el propósito de declarar lo que nosotros creemos en cuanto a la familia. Al igual que el estandarte de la libertad, la proclamación nos puede ayudar a recordar y explicar lo que creemos.

Actividad

Quite la página A4 y péguela sobre cartulina gruesa. Cuelgue la proclamación en un lugar donde su familia pueda verla y recordar la importancia de fortalecerse los unos a los otros.

Ideas para el Tiempo para compartir

  1. “La Familia: Una proclamación para el mundo” es una revelación moderna. Pida a los niños que presten atención y cuenten cuántas veces se mencionan palabras derivadas de “revelar” mientras repiten todos juntos el Artículo de Fe N° 9. Enseñe que Dios sigue revelando Su voluntad a Sus hijos. A esta comunicación con Dios se le llama revelación. Entregue a cada niño una copia de “La Familia: Una proclamación para el mundo” y explique que la proclamación es una revelación dada en nuestra época por medio de los siervos escogidos de Dios. Dé a cada clase una oración o frase diferente de la proclamación a las cuales les falten algunas palabras. Pídales que trabajen juntos para completar los espacios con las palabras correctas. Por ejemplo: “La es del del Creador para el destino eterno de Sus hijos”. Invite a cada clase a ponerse de pie y recitar la frase u oración completa. Canten la primera estrofa de “La familia es de Dios” (Liahona, octubre de 2008, A12–A13). Haga hincapié en que la proclamación sobre la familia es una revelación de Dios y que debemos entenderla y poner en práctica sus enseñanzas en nuestra vida. Junte las copias de la proclamación, ya que volverá a usarlas la tercera semana.

  2. “La Familia: Una proclamación para el mundo” enseña acerca de la importancia del matrimonio. Con la aprobación del obispo o del presidente de rama, invite a algunos miembros de la unidad a participar de un debate acerca de la importancia del matrimonio (véase “Deliberaciones de mesa redonda”, La enseñanza: El llamamiento más importante, 1999, pág. 186). Con anticipación, entrégueles las preguntas que les formulará. Ejemplos: ¿Cómo los ha bendecido el Padre Celestial a usted y a su cónyuge? ¿Podrían contarnos alguna historia acerca de una enseñanza del Evangelio que le haya ayudado a ser una buena esposa (o esposo)? ¿Qué pueden hacer los niños en esta etapa de su vida a fin de prepararse para casarse en el futuro? Quizá desee sugerirles a los participantes que repasen “La Familia: Una proclamación para el mundo”. Permita que los niños se turnen para elegir y leer una pregunta. Pida a los integrantes de la mesa redonda que ofrezcan sus respuestas. Exprese su testimonio de la importancia del matrimonio en el plan del Padre Celestial.

Ilustración fotográfica por Matthew Reier.