2019
Decidí pagar un diezmo íntegro
Febrero de 2019


Voces de Los Santos de los Últimos Días

Decidí pagar un diezmo íntegro

Me bauticé en la Iglesia por una joven que me invitó a asistir con ella los domingos. Al escuchar los principios y la doctrina, fui obteniendo un testimonio de la veracidad de este hermoso Evangelio.

En una clase se nos habló de un principio maravilloso en el libro Enseñanzas del profeta Lorenzo Snow, en el capítulo 12, con el tema: “El diezmo, una ley para nuestra protección y progreso”. Leímos una Escritura en Malaquías 3:8–11:

“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.

“Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.

“Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

“Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos”.

El Espíritu me testificó de ello a tal grado que decidí que a partir de ese día pagaría un diezmo íntegro, para probar al Señor y ver cómo las ventanas de los cielos se abrían para bendecirme.

Esa joven hermosa se casó conmigo. Nos sellamos en el templo y me convirtió en el padre de una hija maravillosa, la cual está por regresar de su misión. Hemos tenido un maravilloso hogar lleno de grandes bendiciones.

Tengo un testimonio del diezmo a tal grado que pago mis diezmos cada mes, y cada año me declaro íntegro. Y en cada oportunidad que tengo de compartir mi testimonio, testifico que estamos en la Iglesia verdadera y pagar un diezmo íntegro no es cuestión de dinero; es cuestión de fe.

La ley del diezmo es una de las leyes más importantes que se hayan revelado al hombre. Mediante la obediencia a esa ley, los Santos recibirán bendiciones de prosperidad y éxito. El Señor nos manda ser obedientes y al hacerlo Él ha bendecido mi vida y la de mi familia.