2020
Las bendiciones de la tecnología en la obra misional
Marzo de 2020


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Las bendiciones de la tecnología en la obra misional

Historia de conversión del hermano Claudio Bravo

Perspectiva y palabras de la hermana Ramírez y la hermana Vázquez

El hermano Claudio entró a la página de Facebook y encontró una publicación que invitaba a las personas a solicitar un Libro de Mormón. Como misioneras del Centro de Visitantes recibimos estas solicitudes y en esta ocasión recibimos la solicitud del hermano Claudio. Nos contactamos con él por WhatsApp y le preguntamos cómo estaba y qué lo había motivado para solicitar un Libro de Mormón. Él nos respondió: “Bien… Les informo que hace 5 años estuve asistiendo a la capilla ubicada en Salamanca-Ate-Perú, lamentablemente no pude continuar porque el horario de mi trabajo me impedía asistir a las reuniones, especialmente los domingos. En la actualidad, me gustaría retomar mi participación en la Iglesia. En el poco tiempo que estuve asistiendo, lo que más me impresionó fue que pude comprobar que ustedes practican lo que predican”.

Al leer su mensaje sentimos que debíamos llamarlo y conocerlo mejor, entonces fijamos una cita para contactarlo. Un día antes de la cita recibimos un mensaje suyo donde nos dijo que por asuntos familiares no podría recibir la llamada y que si podíamos ayudarle a encontrar la capilla más cercana a su casa. Nos pasó su dirección y cuando ya teníamos la ubicación de la capilla, se la enviamos para que él pudiera asistir. Le dijimos que lo estaríamos llamando para que no se olvidara de asistir a la reunión sacramental. Entonces un domingo por la mañana muy temprano recibimos un mensaje de él que decía que ya se encontraba en la capilla. Nos sentimos muy felices porque el hermano Claudio pudo ir a la Iglesia por sí mismo. Nos envió otro mensaje diciendo que ya había fijado una cita con los misioneros locales. En este momento fue cuando nos comunicamos con los élderes Ataide y Humphreys. Hablamos con ellos y les pasamos la referencia del hermano Claudio. Les dijimos que seguiríamos en contacto con el hermano y que nos gustaría trabajar con ellos. Ellos aceptaron trabajar con nosotras. El 30 de octubre a las 6:00 p.m. los misioneros fueron a conocerlo. Cuando le preguntamos al hermano Claudio cómo le había ido con los misioneros, él nos dijo que fueron muy amables, que la conversación había sido muy didáctica y acogedora, y que pudieron hablar de cómo iniciar la lectura y lograr una mayor comprensión del Libro de Mormón.

Durante los próximos días, en colaboración con los misioneros locales, nosotras seguíamos teniendo contacto diario con el hermano Claudio, enviándole imágenes, escrituras, vídeos, nuestro testimonio y ministrándole cada día. Teníamos contacto frecuente con los misioneros locales, informándoles del progreso que veíamos en el hermano Claudio. Igualmente, los élderes Ataide y Humphreys nos informaban acerca del progreso del hermano Claudio y detalles relacionados con su enseñanza. Realmente fue un trabajo en equipo, muy bien sincronizado.

Perspectiva y palabras del élder Ataide y el élder Humphreys

Desde el primer momento que contactamos al hermano Claudio sentimos que él era un elegido muy especial. En la primera lección fijamos una fecha para su bautismo, el 17 de noviembre, y él la aceptó. Cada día que pasábamos a visitarlo, el hermano Claudio progresaba de una manera increíble gracias a la ayuda de la hermana Ramírez y la hermana Vázquez, que hacían contacto telefónico con él cada día. Cuando íbamos a enseñarle las lecciones, el hermano Claudio ya sabía todo.

Llevamos al hermano Claudio a la Iglesia, lo presentamos al presidente del cuórum de élderes, lo hermanamos con muchos miembros y eso le permitió vivir experiencias espirituales maravillosas en la capilla. Al hacer un vivir, sentir y compartir con él, donde le preguntamos qué experiencias había tenido en la Iglesia. Nos comentó los sentimientos de paz y felicidad que había sentido al asistir a las reuniones dominicales. En ese momento sentimos que debíamos adelantar su fecha bautismal. Seguimos la inspiración y coordinamos la entrevista bautismal.

El 9 de noviembre el hermano Claudio fue bautizado. Fue un servicio bautismal bien hermoso y espiritual. Con la ayuda de la tecnología, las hermanas Ramírez y Vázquez pudieron estar presentes por videollamada en su bautismo. El día 10 de noviembre el hermano Claudio fue confirmado y comenzó su nueva vida de gozo; pero esto no es todo, los milagros continúan. Ayer el Hno. Claudio tuvo la oportunidad de bautizar por primera vez. Esto es lo que en la Misión Perú Lima Oeste denominamos ¡gozo completo!

Realmente nosotros, las hermanas Ramírez y Vázquez, y los élderes Ataide y Humphreys, somos testigos de que el Señor nos permite ser instrumentos en Sus manos para ayudar en esta, Su obra. Hoy en día tenemos la gran oportunidad de usar la tecnología y ser parte de la promesa del Señor en Doctrina y Convenios 88:73: “He aquí, apresuraré mi obra en su tiempo”.

La obra del Señor se está acelerando y el uso correcto de la tecnología se convierte en una herramienta eficaz para encontrar, enseñar y bautizar. Es una herramienta que nos ayuda a aprovechar mejor el tiempo sagrado que tenemos como misioneros. Somos testigos de que, si utilizamos la tecnología con sabiduría, Dios nos bendice con conversos como el hermano Claudio Bravo. En el nombre de Jesucristo. Amen.