2021
El agradecimiento fortalece nuestra conexión con Dios y con el prójimo
Abril de 2021


Sección doctrinal

El agradecimiento fortalece nuestra conexión con Dios y con el prójimo

Aprovechando el mensaje del Presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson, sobre la gratitud, muchos miembros de la Iglesia, obedeciendo su consejo, han estado mandando palabras de agradecimiento durante una semana.

A mí todo esto me ha hecho meditar sobre ese poder que encierra la gratitud, un poder sanador, que a muchos podría parecerles extraño, según decía el presidente Nelson, pero del que dan testimonio muchas personas.

Y en mis meditaciones, he llegado a la conclusión que la actitud agradecida mejora considerablemente nuestra comunicación con Dios y con el prójimo, y también nuestra relación con ellos.

En lo que se refiere al agradecimiento y nuestra relación con Dios, se suelen citar las siguientes palabras del Señor, “Y en nada ofende el hombre a Dios, ni contra ninguno está encendida su ira, sino contra aquellos que no confiesan su mano en todas las cosas y no obedecen sus mandamientos” (D. y C. 59:21). Esta actitud desagradecida es propia de quienes no creen en Dios, o de los que piensan que Dios no se preocupa por el bienestar de sus hijos. Son los que dicen, “Si Dios existiera, no permitiría que pasaran tantas cosas malas en nuestra vida”. Y como no tienen ojos para todo lo bueno que Dios ha hecho y hace por nosotros, deciden no creer en Él y vivir como si no existiera, desobedeciendo sus mandamientos.

Y lo mismo pasa con quienes piensan que no tienen nada que agradecer a nadie, y pasan por la vida menospreciando a los demás, encerrados en sí mismos.

Cuando un matrimonio se rompe, es porque de repente el esposo, la esposa o ambos deciden que no tienen nada que agradecer al otro, y, a partir de ese momento, viene el distanciamiento, el enfriamiento y la ruptura.

Por tanto, cuando se habla del poder sanador del agradecimiento, estamos hablando de la enfermedad de la falta de fe en Dios y de la falta de amor por los demás.

En mi caso, me he dado cuenta de que una manera de fortalecer mi relación con Dios y con mi esposa, que son las dos conexiones fundamentales de mi vida, es buscar cosas que agradecerles. Y al hacer este esfuerzo, he descubierto dos cosas: 1) Que Dios y mi esposa me han demostrado sobradamente que me aman. 2) Que el diablo estaba avanzando demasiado en su esfuerzo por debilitar mi conexión con ambos.

Ha sido, pues, muy oportuno el consejo del presidente Nelson. Pero para que cumpla su propósito, debemos hacer algo más que decir gracias: debemos esforzarnos por convertir el agradecimiento en una herramienta al servicio del fortalecimiento de aquellas relaciones que se estén debilitando en nuestra vida.

Mi consejo es escoger a alguien con quién se estén debilitando nuestras relaciones, y averiguar todo lo que esa persona ha hecho y hace por mí y por los demás, hasta vencer el egoísmo que me esté alejando de ella. Y en el proceso veremos, no solo la mano de Dios que nos bendice, sino la mano de Satanás intentando destruirnos. Y el milagro prometido se cumplirá, salvando las relaciones que dan sentido a nuestra existencia.