Las imágenes y la cultura del Evangelio

Vivimos en un mundo en el que las imágenes observadas en fotografías, videos, ilustraciones, etc. adquieren real importancia. Nuestras experiencias cotidianas están en constante relación con ellas. Las imágenes no suceden por fuera de nosotros, sino que nos atraviesan, nos perfilan y modifican en todas las posibles formas en las que podemos relacionarnos con ellas. Estas imágenes expresan ideas, emociones, sentimientos, reflejos y visiones del mundo.

El consumo de imágenes de manera indiscriminada y poco reflexiva puede llevarnos a creencias y comportamientos que no concuerdan con las enseñanzas de Cristo. Es sabido que las imágenes, ya sean fotografías o videos, no siempre reflejan la realidad, sino que son imágenes construidas sobre la realidad.

Dichas imágenes, lejos de ser neutras, están cargadas de intención. Las imágenes construidas desde algunos medios de comunicación muchas veces refuerzan las falsas creencias, el prejuicio y las concepciones del mundo estereotipadas en la sociedad. De manera que actúan como patrones culturales normativos, en cuanto a lo que debe ser un “buen cuerpo”, una familia “ideal”, lugares “ideales”, objetos “ideales”, etc.

En definitiva, Satanás se vale de estos poderosos modos para adormecer nuestra conciencia con el fin de manipular, condicionar y dominar nuestros deseos, pensamientos, hábitos y, finalmente, acciones.

Ahora bien, reflexionemos acerca de las imágenes:

• ¿Qué usos les otorgamos a las imágenes?

• ¿Estamos consumiendo imágenes que no concuerdan con las enseñanzas de Jesucristo?

• ¿Reproducimos y replicamos esas imágenes?

• ¿Cuáles son los mensajes que queremos transmitir a través de las imágenes que producimos?

• ¿Representan lo que sentimos, pensamos y decimos?

• ¿Dichas imágenes están siendo guiadas por nuestro testimonio del evangelio de Jesucristo?

El reflexionar sobre estas preguntas nos permitirá ejercer un mayor dominio sobre nuestra propia producción y uso adecuado de las imágenes.

Considerando el tiempo que puede consumirnos y asegurándonos de minimizar al máximo los peligros de la pornografía, las imágenes que producimos y replicamos permitirán el acceso a realidades que de otro modo estarían vedadas. Dichas imágenes rechazarían los imaginarios circulantes de nuestra sociedad y a la vez fortalecerían nuestro propio testimonio de Jesucristo.

De igual manera, a medida que seamos más conscientes de las imágenes que consumimos y producimos podremos resistir las mentiras de Satanás y a la vez predicar el Evangelio.

Por un lado, impediremos que se actúe sobre nosotros convirtiéndonos en agentes de acción independientemente de nuestras circunstancias¹ y, por otro lado, resistiremos las mentiras de Satanás por el poder del Espíritu Santo² conociendo la verdad de todas las cosas.

En cuanto al uso de la tecnología y de las imágenes digitales, el Elder Gary E. Stevenson nos declara:

“Ruego que cada uno de ustedes tenga el valor de bloguear, crear pines, hacer clic en Me gusta, compartir, publicar, conectarse, tuitear y tomar fotos de manera tal que glorifique, honre y respete la voluntad de nuestro amoroso Padre Celestial y lleve el conocimiento de un Salvador a sus familiares, seres queridos y amigos, incluso a sus amigos de las redes sociales”³.

Un ejemplo claro de los usos de las tecnologías es el tuit que el Elder David A. Bednar compartió la mañana de Pascua de Resurrección del año 2017, el cual se visualizó 210 000 veces. El élder Bednar demostró que un mensaje simple y breve: “No está aquí, porque ha resucitado”⁴ puede tener un impacto profundo y duradero.

Así pues, podemos producir o reproducir contenido de manera tal que otros se sientan inspirados y elevados a seguir a Cristo. Por consiguiente, construiremos modos de acción, existencia y aún resistencias a través de las imágenes tanto para nosotros como para nuestros amigos y familiares.

En cuanto a lo que vendrá, nuestro amado profeta, Russell M. Nelson, en la Conferencia General de Abril de 2021, nos declaró:

“El futuro es brillante para el pueblo de Dios que observa sus convenios. El Señor llamará cada vez más a Sus siervos que poseen dignamente el sacerdocio para bendecir, consolar y fortalecer al género humano, y contribuir a preparar al mundo y a sus habitantes para Su segunda venida. Nos conviene a cada uno de nosotros estar a la altura de la sagrada ordenación que hemos recibido. ¡Podemos hacerlo!”⁵.

Sé que el uso apropiado de las imágenes compartidas a través de los distintos canales de comunicación puede ser una herramienta eficaz para resistir las mentiras de Satanás y a la vez cumplir con el cometido de inundar el mundo con nuestro testimonio del evangelio de Jesucristo. De todas las realidades posibles, sé de la realidad de Dios, que vive y sé que Jesucristo es nuestro Salvador y Redentor. En el nombre de Jesucristo. Amén.