Ven, sígueme
23 – 29 septiembre. Gálatas: ‘Andad en el Espíritu’


“23 – 29 septiembre. Gálatas: ‘Andad en el Espíritu’”, Ven, sígueme — Para la Primaria Nuevo Testamento 2019 (2019)

“23 – 29 septiembre. Gálatas”, Ven, sígueme — Para la Primaria 2019

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Cristo se aparece a Pablo en la prisión

23 – 29 septiembre

Gálatas

“Andad en el Espíritu”

Al leer Gálatas, ¿qué impresiones recibe sobre lo que los niños de su clase necesitan aprender?

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Conceda a los niños unos minutos para hacer un dibujo de algo que hayan aprendido de un análisis reciente del Evangelio en casa o en la Iglesia. Recoja los dibujos y permita que los niños traten de adivinar lo que cada dibujo representa.

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Enseñar la doctrina

Niños pequeños

Gálatas 5:22–23

El Espíritu Santo me ayuda a sentir amor, gozo y paz.

Los niños pequeños pueden reconocer el fruto del Espíritu, y ello los preparará a buscar la influencia del Espíritu Santo a lo largo de su vida.

Posibles actividades

  • Muestre diferentes tipos de frutas (o imágenes de ellas), y pida a los niños que describan el sabor de cada una de ellas. Explique que tal como las frutas tienen diferentes sabores, podemos sentir el Espíritu Santo de diferentes maneras, tal como amor y paz. Pídales que describan la forma en que ellos sienten el Espíritu Santo.

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    Manzanas en un árbol

    Los niños de todas las edades pueden experimentar el fruto del Espíritu.

  • Lea Gálatas 5:22–23 con los niños y explique las palabras con las que quizá no estén familiarizados. Invite a cada niño a elegir un fruto del Espíritu que se menciona en esos versículos y a hablar sobre alguna ocasión en la que él o ella haya experimentado ese fruto del Espíritu. Invite a los niños a hacer dibujos sencillos de sus experiencias.

Gálatas 6:2

Jesucristo desea que ayude a los necesitados.

La instrucción que se encuentra en Gálatas 6:2 es similar a la enseñanza de Alma en Mosíah 18:8 dirigida a las personas que estaban por bautizarse. Aproveche esta oportunidad para ayudar a los niños a prepararse para los convenios del bautismo.

Posibles actividades

  • Muestre una imagen de un niño que está siendo bautizado (tal como Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 104). Pregunte a los niños qué está haciendo la niña. Explique que cuando somos bautizados, hacemos convenios o promesas. Lea Gálatas 6:2 o Mosíah 18:8 para ayudar a los niños a aprender una de las cosas que prometemos hacer: llevar las cargas los unos de los otros. Invite a los niños a hacer dibujos de maneras en que puedan ayudar a los que llevan cargas.

  • Lea a los niños esta frase de Gálatas 6:2: “… sobrellevad los unos las cargas de los otros”. Para ilustrar lo que eso significa, entregue a uno de los niños algo pesado para que lo cargue, y luego pida un voluntario para que ayude al niño a cargar el objeto. Explique a los niños que muchas cosas pueden parecer una carga, tal como estar enfermo o sentirse triste o solo. ¿Qué podríamos hacer para ayudar a una persona con ese tipo de carga?

Gálatas 6:7–9

Nuestros actos, tanto buenos como malos, tienen consecuencias.

Es importante que los niños entiendan que nuestras decisiones tienen consecuencias. Para ilustrar esa verdad, puede utilizar Gálatas 6:7–9.

Posibles actividades

  • Muestre una semilla y una verdura. Lea Gálatas 6:7–9 a los niños y pídales que actúen como que están plantando una semilla cuando escuchen la palabra “siembre” o “siembra”. Pídales que actúen como que están cosechando verdura de una planta cuando escuchen la palabra “segará”.

  • Muestre a los niños diferentes tipos de verduras y ayúdeles a encontrar las semillas que cada una contiene. Ponga las semillas en un recipiente y permita que los niños tomen turnos para elegir una y decir qué verdura crecerá si la plantan. Ayúdeles a ver que de la misma manera en que las semillas que plantamos determinan la verdura que cosecharemos, las decisiones que tomemos determinarán las consecuencias y las bendiciones que finalmente recibamos.

  • Marque una línea en el suelo con cinta adhesiva. Coloque una cara feliz y una triste en lados opuestos de la línea. Invite a un niño a ponerse de pie sobre la línea y permita que los otros niños mencionen decisiones que llevarán a la felicidad o a la tristeza (es posible que sea necesario que usted brinde algunos ejemplos). Por cada decisión, pida al niño que esté sobre la línea que dé un paso hacia el lado feliz o hacia el lado triste. Repita la actividad varias veces y permita que otros niños tomen turnos para estar sobre la cinta adhesiva.

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Enseñar la doctrina

Niños mayores

Gálatas 5:1

Jesucristo nos hace libres.

Algunas personas piensan que el evangelio de Jesucristo limita su libertad. Medite en la forma en que ayudará a los niños a ver que en realidad nos libra del pecado y de la muerte.

Posibles actividades

  • Invite a los niños a leer Gálatas 5:1. ¿En qué formas nos libró Jesucristo para que pudiéramos regresar al Padre Celestial? Muestre imágenes de Jesús sufriendo en Getsemaní y de Su resurrección a fin de ayudar a los niños a entender cómo nos libró Jesús del pecado y de la muerte (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 5659).

  • Canten juntos y repasen la letra de una canción que hable del Salvador, tal como “Yo sé que vive mi Señor” (Himnos, nro. 73). Pida a los niños que encuentren palabras en la canción que describan maneras en que Jesucristo nos puede librar del cautiverio espiritual.

Gálatas 5:22–23

Si “[ando] en el Espíritu”, puedo disfrutar el “fruto del Espíritu”.

¿Cómo ayudará a los niños a reconocer cuando sientan el Espíritu Santo?

Posibles actividades

  • Entregue a cada niño un pedazo de papel recortado en forma de una fruta y pídales que encuentren un “fruto del Espíritu” que se menciona en Gálatas 5:22–23. Invítelos a escribir uno de los frutos en un lado de su papel y una palabra que signifique lo opuesto en el otro lado. (Ayúdelos a entender las palabras con las que no estén familiarizados). Invítelos a compartir su fruto con la clase.

  • Invite a los niños a leer sobre los frutos del Espíritu en Gálatas 5:22–23 y a escribir o hacer un dibujo sobre alguna ocasión en la que el Espíritu Santo les haya hecho sentir uno de esos frutos. Pídales que compartan su historia o dibujo con otra persona de la clase. ¿Por qué es la fruta una buena manera de ayudarnos a entender cómo influye en nosotros el Espíritu?

Gálatas 6:7–9

Nuestros actos, tanto buenos como malos, tienen consecuencias.

Ayude a los niños a entender que las consecuencias de nuestro comportamiento a veces llegan inmediatamente, mientras que en otras ocasiones llegan “a su tiempo” (versículo 9).

Posibles actividades

  • Lean juntos Gálatas 6:7–9. Invite a los niños a hacer dibujos sencillos en los que alguien plante la semilla de una fruta y coseche una fruta diferente. ¿Por qué sería eso imposible? ¿En qué sentido el tomar malas decisiones y tener consecuencias positivas es igualmente imposible?

  • Como clase, elaboren un laberinto como el de la hoja de actividades de esta semana. Invite a los niños a pensar en palabras distintas a las del laberinto que representen buenos sentimientos del Espíritu Santo, o bien, malas decisiones que pudieran hacer que Él se aleje. Analicen las consecuencias de las decisiones en las que pensaron.

  • Invite a los niños a hacer una lista de algunas de las bendiciones que esperan recibir del Padre Celestial. Ayúdeles a pensar en las “semillas” que deben sembrar a fin de “segar” esas bendiciones.

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Invite a los niños a prestar atención a fin de descubrir las buenas consecuencias, o “frutos”, que son el resultado de las buenas decisiones que tomen esta semana. Dígales que la próxima semana podrán compartir sus experiencias.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Modifique las actividades según las edades de los niños. Conceda a los niños oportunidades de participar, pero recuerde que su capacidad de hacerlo variará según su edad y madurez. Es posible que los niños necesiten más guía y dirección. A medida que los niños vayan creciendo, podrán contribuir más y es posible que les resulte más fácil compartir lo que piensan (véase Enseñar a la manera del Salvador, págs. 25–26).