Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
Recordemos a Jesucristo cuando participemos de la Santa Cena


Lección 32

Recordemos a Jesucristo cuando participemos de la Santa Cena

Objetivo

Ayudar a los niños a pensar siempre en Jesucristo y en el convenio bautismal cuando participen de la Santa Cena.

Preparación

  1. Con espíritu de oración, estudie 3 Nefi 18:1–11, 20:1–9 y Mateo 26:17–30.

  2. Prepare una bolsa que contenga varios objetos pequeños.

  3. Repase el relato de Jesús y los niños nefitas que se encuentra en la lección 30, bajo el encabezamiento “Jesucristo ama a todos los niños”.

  4. Prepárese para ayudar a los niños a cantar o a repetir la letra de la canción “Siento el amor de mi Salvador” (Canciones para los niños, pág. 42).

  5. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar del Libro de Mormón y de Doctrina y Convenios.

    2. La lámina 3–57, Jesús bendice a los niños nefitas; la lámina 3-22, La Última Cena (62174 002, Las bellas artes del evangelio 225); la lámina 3–1, Juan el Bautista bautiza a Jesús (62133 002, Las bellas artes del evangelio 208); la lámina 3–51, El Sermón del Monte (62166 002, Las bellas artes del evangelio 212); la lámina 3–56, Jesús y los niños (62467 002, Las bellas artes del evangelio 216); la lámina 3–10, La Primera Visión (62470 002, Las bellas artes del evangelio 403) y la lámina 3–59, La repartición de la Santa Cena (62021).

    3. Si es posible, obtenga bandejas que se usan para repartir el pan y el agua, respectivamente.

  6. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

La Santa Cena nos ayuda a recordar a Jesucristo

Pida a un niño que ofrezca la primera oración.

Si en la clase anterior les dio a los niños una asignación, verifique si la hicieron.

Actividad para despertar el interés

Uno por uno, saque los objetos pequeños de la bolsa que usted haya preparado, y, en forma breve, describa cada uno de ellos. Cuando haya terminado, pregunte a los niños cuál fue el objeto que usted sacó primero de la bolsa, cuál fue el segundo, el tercero, etc.

A continuación, explíqueles que la actividad que acaban de realizar le ha servido para ver la eficacia con que pueden recordar algo.

Muestre la lámina 3–57, Jesús bendice a los niños nefitas. Pida a los niños que digan qué recuerdan acerca de ese acontecimiento. Elógielos por lo que digan.

Lámina y análisis

Explique que cuando Jesucristo estuvo con Sus Apóstoles en Jerusalén, envió a Pedro y a Juan a preparar una cena especial para Él y los Doce Apóstoles (véase Mateo 26:17–30).

Exponga la lámina 3–22, La Última Cena.

Ponga de relieve que, en esa ocasión, Jesucristo dijo a Sus Apóstoles que esa sería la última vez que Él comería con ellos porque sabía que pronto moriría. Después que cenaron, Jesús hizo algo que nunca antes se había hecho en la tierra: bendijo el pan y repartió la Santa Cena. Partió el pan en trozos pequeños y dijo a los Apóstoles que cuando lo comieran, lo hicieran en memoria de Su cuerpo herido. También les dio a beber vino, y les dijo que eso sería en memoria de Su sangre, que fue derramada para la remisión de los pecados. Les dijo que debían recordar que Él dio Su vida para que nosotros tuviéramos la vida eterna.

Relato de pasajes de las Escrituras

Explique que cuando Jesús visitó a los nefitas, también les dio la Santa Cena (véase 3 Nefi 18:1–11). Tal como lo había hecho en Jerusalén, Jesús mandó a los doce discípulos que le llevasen pan y vino. (Haga notar que en la actualidad bebemos agua y no vino.) Mientras los discípulos iban a traer el pan y el vino, Jesús mandó a la multitud que se sentara en el suelo con Él.

Cuando llegaron los discípulos con el pan y el vino, Jesucristo partió el pan en trozos y lo bendijo. Dio un trozo de pan a cada uno de los discípulos y les mandó que comieran. Entonces Jesús dio instrucciones a Sus discípulos de que dieran pan al resto de la gente. Una vez hecho esto, Jesús bendijo el vino y lo dio a Sus discípulos y les mandó que dieran también a la gente. Les explicó que les daría autoridad para bendecir y repartir la Santa Cena a todos los miembros de la Iglesia.

Otra vez, después que todos participaron de la Santa Cena, Jesucristo explicó su finalidad, tal como lo había hecho con Sus Apóstoles en Jerusalén.

Lectura de pasajes de las Escrituras

y análisis Lea en voz alta a los niños el pasaje de 3 Nefi 18:7, en el Libro de Mormón. Dígales que allí se encuentra escrito lo que dijo Jesús cuando dio la Santa Cena a los nefitas. Ponga de relieve el hecho de que el participar de la Santa Cena es una forma de demostrar a nuestro Padre Celestial que recordaremos a Jesucristo.

• ¿Qué piensan que sintieron los nefitas por Jesucristo cuando tomaron la Santa Cena?

Análisis con objetos

Exponga la lámina 3–59, La repartición de la Santa Cena.

Hable con los niños sobre lo que sucede durante la reunión sacramental. Formule preguntas para destacar los siguientes puntos:

  1. Cantamos un himno sacramental.

  2. Los poseedores del sacerdocio (por lo general los presbíteros) parten el pan. Muestre a los niños la bandeja sacramental del pan.

  3. Un poseedor del sacerdocio (por lo general un presbítero) se pone de rodillas y ofrece la oración sacramental sobre el pan. (Si lo desea, léales las oraciones sacramentales que se encuentran en Moroni 4 y 5, y en Doctrina y Convenios 20:77, 79.)

  4. Los poseedores del sacerdocio (por lo general los diáconos) reparten el pan.

  5. Un poseedor del sacerdocio (por lo general los presbíteros) se pone de rodillas y ofrece la oración sacramental sobre el agua. (Muestre la bandeja sacramental del agua.)

  6. Los poseedores del sacerdocio (por lo general los diáconos) reparten el agua.

• ¿En qué debemos pensar cuando se reparte la Santa Cena? (En Jesucristo y en lo mucho que Él nos ama.)

Debemos recordar a Jesucristo durante la Santa Cena

Análisis

• ¿Qué podemos hacer para recordar a Jesucristo durante la Santa Cena?

• ¿En qué relatos de los hechos del Salvador podríamos pensar durante la Santa Cena?

• ¿Cuáles son algunas de las canciones en las que podríamos pensar durante la Santa Cena?

Durante la Santa Cena, podemos pensar en las cosas que sabemos acerca de Jesucristo que nos ayuden a recordarle y a amarle.

Canción

Ayude a los niños a cantar o a repetir la letra de la canción “Siento el amor de mi Salvador”.

• ¿Cómo se sintieron al cantar o repetir la letra de esta canción?

• ¿Cómo se sentirían si durante la repartición de la Santa Cena pensaran en la letra de esta canción?

Análisis de láminas

Diga a los niños que usted tiene varias láminas y que le gustaría que ellos le dijeran algo de cada una de ellas. Muestre las láminas y, brevemente, analice cada una con los niños. Trate de que todos los niños participen lo más posible. Para esta actividad, use las láminas 3–1, Juan el Bautista bautiza a Jesús; la lámina 3-51, El Sermón del Monte; la lámina 3–56, Jesús y los niños, y la lámina 3–10, La Primera Visión.

Recuerde a los niños que ellos estarán pensando en Jesucristo si recuerdan relatos acerca de Él y si piensan en lo mucho que Él los quiere.

Actividad de representación y análisis

Diga a los niños que van a tener una actividad que les ayudará a recordar cómo deben comportarse durante la Santa Cena. Escoja dos niños a la vez para hacer la representación de las siguientes formas de comportarse durante la Santa Cena. Pídales que pasen al frente del salón y dígales al oído, a cada uno por separado, lo que debe hacer. En seguida, diga a los demás niños que observen y determinen cuál de los dos comportamientos es el que ellos deben adoptar durante la Santa Cena. Pida a los dos niños del frente que digan en lo que estaban pensando. Analice con los niños la razón por la cual el buen comportamiento les permite pensar en Jesucristo en forma más reverente.

1. Haz de cuenta que estás dibujando o coloreando.

Siéntate con reverencia y piensa en los relatos de las Escrituras que hablan de Jesucristo.

2. Haz de cuenta que hablas al oído a la persona que está sentada a tu lado.

Siéntate con reverencia y piensa en lo mucho que Jesucristo te ama.

3. Haz de cuenta que estás jugando con un juguete y que al hacerlo haces ruido.

Con reverencia toma la Santa Cena y con cuidado entrega la bandeja a la persona que está a tu lado.

Resumen

Lectura de pasajes de las Escrituras

Explique a los niños que ellos deben recordar a Jesucristo cuando tomen la Santa Cena y que también deben hacerlo durante el resto de la semana. Lea la siguiente frase de 3 Nefi 18:7: “Y si os acordáis siempre de mí, tendréis mi Espíritu para que esté con vosotros”.

Testimonio del maestro

Exprese su testimonio de que a nuestro Padre Celestial le complace que tratemos de recordar a Jesucristo y de obedecer Sus enseñanzas. Exhorte a los niños a pensar en Jesucristo la próxima vez que participen de la Santa Cena.

Pida a un niño que ofrezca la última oración.

Actividades complementarias

Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Si fuera posible, obtenga una lámina pequeña de Jesucristo para cada uno de los niños y escriba al dorso de cada cuadro una notita personal para cada uno de ellos. Diga a los niños que podrían poner la lámina en un lugar visible para que les recuerde a Jesús y el amor que Él tiene por ellos.

  2. Lea la letra de la canción “Dime la historia de Cristo” (Canciones para los niños, pág. 36), o cántela.

    Dime la historia de Cristo, hazme sentir

    cosas que yo de sus labios quisiera oír:

    obras que hizo en tierra o mar,

    cosas de Cristo quiero escuchar.

    Quiero saber de los niños que Él llamó,

    imaginarme la dicha que a ellos dio;

    actos de gracia con dulce voz

    y en Su rostro la luz de Dios.

    Dime con tono de asombro cómo la mar

    en Galilea la barca quiso trabar;

    cómo el Maestro pudo en verdad

    calmar las aguas y tempestad.

  3. Antes de que los niños salgan del salón de clases, pida a cada uno que le susurre al oído algo en particular que pensará acerca de Jesucristo la próxima vez que se reparta la Santa Cena. El que se lo susurren evitará que los niños simplemente repitan lo que hayan dicho los demás y servirá para mantener la reverencia cuando salgan del salón.

  4. Pida a los niños que escuchen el relato que les contará a continuación acerca de un niño que recibió la ayuda que necesitaba porque recordó a Jesús:

    “Mario y su familia acababan de mudarse de ciudad. El primer día en su nuevo hogar coincidió con el día en que Mario cumplía ocho años de edad, pero no tenía amigos con quienes jugar y no hubo visitas de sus abuelos o primos, como había sido siempre en otras ocasiones.

    “Su mamá le dijo:

    “—No te preocupes, Mario, la semana próxima comenzarán las clases en la escuela y tendrás muchos nuevos amigos.

    “Las clases comenzaron, pero si algo sintió Mario fue más soledad. Todos los niños parecían tener sus propios amigos. Reían y se divertían juntos, pero Mario no era invitado a participar. Él los miraba desde fuera del grupo. Al finalizar el día de clases, se dirigía solo a su casa.

    “Tiempo después, recordando esta época de soledad, Mario dijo: ‘Antes de mudarnos aquí, mi maestra de la Escuela Dominical me dio una lámina pequeña de Jesús. La coloqué al lado de mi cama. Cada vez que miraba el cuadrito, me sentía mejor. Recordaba que Jesús ama a los niños. Sentía que Él me amaba y [que] sabía cómo me sentía’.” (Manual Noches de hogar para la familia, 1972, pág. 148.)

    • ¿De qué modo ayudó a Mario el recordar a Jesús?

    • ¿Cómo puede el hecho de recordar a Jesús ayudarnos a nosotros?

  5. Pida a los niños que permanezcan en silencio por un minuto y que piensen en Jesucristo.

  6. Lea la letra del verso “Debo pensar en Jesús”.

    No debía ser difícil quieto estar y ponerme en Jesús el Señor pensar;

    En lo que sufrió, lo que hizo por mí, debía ser fácil pensar así.

    Debía ser fácil, no obstante mi edad, en Jesús pensar siempre y en Su bondad.

    Al pensar en los sitios que recorrió y en los niños que Él amó y ayudó,

    Debía ser fácil en mi asiento estar, atento escuchar y ruido evitar.

    Debía ser fácil, no obstante mi edad, en Jesús pensar siempre y en su bondad.