“Nunca estamos solos”, Liahona, julio de 2022.
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Nunca estamos solos
¿Alguna vez se ha sentido solo o temeroso de lo que ocurriría? El criado del profeta Eliseo también se sintió así cuando vio al ejército de Siria con caballos y carros, que rodeaba Dotán, la ciudad natal de Eliseo.
Ilustraciones por Denis Freitas
Con temor, el criado clamó a Eliseo: “¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?” (2 Reyes 6:15).
Con fe, Eliseo respondió: “No tengas miedo, porque son más los que están con nosotros que los que están con ellos” (versículo 16). Después de que Eliseo oró para que el Señor abriese los ojos de su siervo, este vio “caballo[s] y […] carros de fuego alrededor de Eliseo” (versículo 17).
“Podría haber momentos en los que ustedes, como el criado, se encuentren luchando por ver cómo está actuando Dios en su vida, momentos en los que sientan que ustedes están siendo sitiados, cuando las pruebas de la vida terrenal los pongan de rodillas. Esperen y confíen en Dios y en Su tiempo, porque pueden confiar en Él con todo su corazón […]. [U]stedes también pueden orar para que el Señor les abra los ojos y vean aquello que no verían normalmente” (Michelle D. Craig, “Ojos para ver”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 15).
Tal vez no los veamos, pero el Señor y Su ejército de ángeles están a nuestro alrededor (véase Doctrina y Convenios 84:88). “… Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31).