2016
El Padre Celestial escucha tus oraciones
Septiembre de 2016


El Padre Celestial escucha tus oraciones

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Heavenly Father hears your prayers

Una vez, cuando era joven, necesitaba saber que el Padre Celestial me conocía y sabía cuáles eran los problemas a los que me enfrentaba. Le pedí que me guiara a encontrar una Escritura que me ayudara a sentirme mejor. Abrí las Escrituras y leí: “… nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones” (Romanos 5:3–5). Ese pasaje me enseñó que las experiencias difíciles me podían ayudar a obtener paciencia, experiencia y esperanza, y a sentir el amor que Dios tenía por mí. Supe que el Padre Celestial escuchó mi oración y me contestó mediante las Escrituras. Tenía fe en que las cosas mejorarían.

Mi nieto Stuart también aprendió que el Padre Celestial escucha nuestras oraciones. Él necesitaba un amigo en la escuela, de modo que él y su mamá decidieron orar a fin de pedir ayuda para que encontrara un amigo. Todos los días, cuando sonaba la campana del recreo, Stuart sabía que su mamá estaba orando por él. ¡Pronto hizo un nuevo amigo! Stuart aprendió que al Padre Celestial le interesan sus preocupaciones; y también aprendió que el Padre Celestial respondería sus oraciones.

Cuando mi nieto Jack tenía diez años, jugaba en un equipo competitivo de fútbol. Jack habló con sus padres y decidió honrar el día de reposo y no jugar los partidos de los domingos. Estaba preocupado de no estar mejorando por no participar en esos partidos. Charles, el hermano pequeño de Jack, sabía que él estaba preocupado. Un día Charles hizo la oración familiar y le pidió al Padre Celestial que ayudara a Jack a no estar preocupado por el fútbol. Charles sabía que una gran manera de ayudar a su hermano era orar por él. Tenía fe en que su oración ayudaría a Jack.

En esta vida, necesitamos ayuda; y el Padre Celestial nos la quiere dar. Él nos ama. ¡Él escuchará cuando oremos!