2018
Nuestro espacio
Septiembre de 2018


Nuestro espacio

La respuesta correcta, pero considerada incorrecta

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taking a test

Ilustraciones por Matthew Shipley

Cuando me inscribí en una clase de filosofía en la secundaria, mi papá estaba un poco preocupado. En filosofía, todo se cuestiona, incluso la existencia de Dios. Mi maestro nos enseñó cosas que van en contra de la religión y niegan la existencia de Dios.

En una prueba de filosofía se preguntaba: “¿Por qué hemos venido a la tierra?”. La respuesta que debía dar era que podíamos llegar a desarrollar completamente nuestro potencial y tomar nuestro lugar en el círculo de la vida. No escribí esa respuesta porque no es lo que creo.

Más bien, escribí: “Hemos venido a la tierra para ser probados y para regresar a vivir con nuestro Padre Celestial en el cielo por la eternidad con nuestras familias”.

Después, el maestro me llamó y me preguntó si sabía la respuesta correcta a la pregunta. Le dije que sí sabía, pero que no iba a escribir algo que sabía que era falso.

Me preguntó si yo era religioso y a qué iglesia pertenecía. Le dije que era miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Me dijo que nunca había conocido a ningún alumno religioso con el valor suficiente para defender sus creencias y escribir tal respuesta.

“No te di la nota completa porque tu respuesta no era la correcta”, dijo él. “Pero te di puntos por tener el valor de escribir lo que crees”.

Estaba feliz porque había contestado de acuerdo con mis convicciones y de acuerdo con las verdades del Evangelio que sé y estoy tratando de vivir.

Benjamín M., Chile

La luz del templo

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riding a bike with the temple in view

Hace algunos veranos, los hombres jóvenes de mi barrio fueron a montar bicicleta de montaña. Estaba un poco nervioso porque era mi primera vez, pero mi amigo Jacob era un ciclista de montaña con experiencia, así que planifiqué quedarme cerca de él.

Después de un breve descanso en la cima, empezamos a descender la montaña. Yo iba más lento que el resto del grupo y me quedé rezagado, especialmente después de caerme un par de veces en unas curvas cerradas. Jacob se detuvo para ayudarme cada vez que me caía, y tratamos de alcanzar al grupo.

Al atardecer, era obvio que estábamos perdidos. Había pasado más de media hora desde que habíamos visto a nuestro grupo, y estaba poniéndose tan obscuro que apenas podíamos ver el sendero. Oré al Padre Celestial pidiendo ayuda y valor para seguir adelante. Entonces Jacob y yo decidimos continuar manejando en cierta dirección. Cuando doblamos una esquina, vimos el espectáculo más brillante y grato, ¡el Templo de Draper, Utah! La luz que reflejaba el templo iluminaba nuestro sendero, y pudimos regresar sin ningún percance a nuestros líderes y amigos.

Cada vez que veo el templo, recuerdo la paz y la ayuda que tenemos allí a nuestro alcance. Cada vez que me siento perdido en la obscuridad del mundo, puedo ver el templo para obtener la luz que necesito.

Joel G., Utah, EE. UU.

Hacer un nuevo amigo

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making a friend

Estaba con mis amigos en la mesa del comedor cuando noté a Michael, un nuevo muchacho. Él decidió sentarse con un grupo de muchachos mayores que empezaron a burlarse de él y más adelante me enteré que tiene autismo.

Le pregunté a Michael si deseaba sentarse con mis amigos, lo cual rehusó hacer, probablemente por temor a que las personas se burlaran de él otra vez.

Al día siguiente, lo presenté a mis amigos. Noté que se alegró de que no me di por vencida con él. Él tenía mucho que contar, ¡era extraordinario!

Cada día, notaba que Michael se volvía una persona más feliz. Empezó a esperar que llegara el momento de almorzar con mis amigos. El sentarnos con Michael durante el almuerzo pronto se convirtió en una amistad significativa. No solo le ayudó a él sino que me ayudó a mí.

El sentimiento de servir a los demás es uno de los sentimientos más hermosos en el mundo.

Laura P., Illinois, EE. UU.