Seminario
Unidad 25: Día 2, Isaías 30–35


Unidad 25: Día 2

Isaías 30-35

Introducción

En lugar de depender de Jehová, el pueblo de Judá buscó la ayuda de Egipto para defenderse contra Asiria. Isaías profetizó que el pueblo de Judá sería esparcido por causa de su rebelión. También profetizó concerniente a la Apostasía, la Restauración y la segunda venida del Señor Jesucristo. Isaías testificó que el Señor vendría a salvar a Su pueblo.

Isaías 30–31

Isaías le advierte a Judá que no confíe en Egipto y que mejor confíe en Jehová.

Piensa en alguien a quien conoces y quien alegremente obedece las palabras de los profetas del Señor y las normas del folleto Para la Fortaleza de la Juventud.

¿Qué bendiciones reciben aquellos que fielmente siguen las palabras y el consejo de los profetas?

Compara las bendiciones que describiste anteriormente con las consecuencias que experimentan aquellos que desobedecen. De lo que has aprendido durante tu estudio del Antiguo Testamento este año, ¿qué consecuencias enfrentan las personas si rehúsan a seguir el consejo de los profetas del Señor?

Mientras estudias Isaías 30–31, presta atención a un principio que te ayude a comprender lo que puede suceder si las personas rehúsan a seguir el consejo de los profetas del Señor.

En Isaías 30–31 se encuentra la advertencia que Isaías hizo al pueblo de Judá, quien consideraba hacer una alianza con Egipto para protegerse del ejército asirio.

Lee Isaías 30:1–3, 7, para saber cómo se rebeló el pueblo de Judá contra Jehová cuando estaba bajo amenaza de ataque.

¿Por qué piensas que formar una alianza con Egipto se habría considerado rebelión contra Jehová? La frase “yo lo he llamado Rahab, la inmóvil” en el versículo 7 significa que los judíos habrían recibido la fuerza que necesitaban al depender de Jehová.

Isaías 30:8 registra el mandato que se dio a Isaías de escribir en un libro las palabras de Jehová respecto a la rebelión del pueblo. Lee Isaías 30:9–11 para determinar lo que el Señor le mandó escribir a Isaías. La frase “cosas halagüeñas” en el versículo 10 se refiere a las doctrinas falsas y a las palabras lisonjeras (véase Helamán 13:26–28).

¿En que formas adicionales estaba siendo rebelde el pueblo?

Lee la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, para ver cómo describe el élder Holland a algunas personas de nuestros días:

Imagen
Elder Jeffrey R. Holland

“Lamentablemente, los mensajeros de los mandamientos divinamente ordenados no suelen gozar de mayor popularidad en la actualidad que en la antigüedad…

“Tristemente… es una característica de nuestra época que si la gente quiere dioses, quiere que sean dioses que no exijan mucho; dioses cómodos que no sólo no zarandeen la barca, sino que ni siquiera la muevan; dioses que nos den una palmadita en la cabeza, que nos hagan reír y luego nos digan que salgamos a jugar y recojamos flores” (“El costo –y las bendiciones– del discipulado”, Liahona, mayo de 2014, pág. 7).

Según la descripción del élder Holland, ¿cómo son algunas personas de nuestros días similares a la gente de la época de Isaías?

Lee Isaías 30:12–14 para saber a qué dijo Jehová que conduciría la rebelión del pueblo contra Él.

Imagen
wall with vertical break

Un muro fracturado

Una grieta (véaseIsaías 30:13) es una fractura o una abertura en un muro. En los días de Isaías, el pueblo con frecuencia edificaba muros para protegerse de sus enemigos. Un muro con una fractura o una grieta en él está debilitado, y si no se arregla, expone la ciudad al peligro. ¿Por qué crees que una grieta o fractura en un muro es una metáfora apropiada para el pecado?

Según el versículo 14, ¿qué sucederá si no se arregla la grieta o fractura?

De Isaías 30:12–14 aprendemos que si nos rebelamos contra Dios al rechazar las palabras de Sus profetas, entonces nos debilitaremos, y si continuamos rechazando las palabras de los profetas, sufriremos serias consecuencias. Recuerda que algunas veces las consecuencias no resultan inmediatamente después del pecado. En algunos casos, tal vez no ocurran sino hasta después que muramos.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cuáles son algunas consecuencias que podrían venir a quienes continúan rechazando las palabras de los profetas?

Considera cualquier punto débil en tu vida que pueda llevar a consecuencias destructivas, y toma la decisión ahora de arrepentirte.

Lee Isaías 30:15 para ver lo que Jehová prometió al pueblo si se arrepentían y dependían en Él para su protección.

El resto de Isaías 30 registra cómo rehusó el pueblo de Judá rehusó arrepentirse porque creían que su alianza con Egipto los salvaría. Isaías profetizó que ellos serían derrotados por los asirios. También profetizó que Israel sería recogido en los últimos días y serían bendecidos temporal y espiritualmente. Isaías 31 registra que Jehová reprendió a Israel por depender de Egipto para tener ayuda en lugar de confiar en Él para recibir protección y ayuda divinas. También contiene una profecía reconfortante de que en los últimos días el Señor defenderá a los habitantes justos de Sión.

Isaías 32–34

Isaías profetiza de la Restauración y de la segunda venida de Jesucristo.

Piensa sobre cómo responderías las siguientes preguntas: Si yo fuera a comparecer ante Dios, ¿me sentiría digno de estar en Su presencia? ¿Por qué sí o por qué no?

Mientras estudias Isaías 32–34, busca un principio que te enseñe lo que tienes que hacer para que seas digno de morar en la presencia de Dios.

En Isaías 32 leemos que Isaías profetizó de la restauración del Evangelio y del reinado milenario del Salvador. En Isaías 33:1–9 Isaías profetizó de la iniquidad que existiría antes de la segunda venida del Salvador.

Lee Isaías 33:10–13, y aprende cómo describió Isaías la segunda venida de Jesucristo.

La frase “serán quemados con fuego” en el versículo 12 significa que los malvados serán destruidos por el resplandor de la gloria del Salvador cuando Él venga de nuevo (véase D. y C. 5:19).

Lee Isaías 33:14, para saber cómo algunos miembros de la Iglesia reaccionarán a la segunda venida del Salvador.

¿Qué crees que significan las preguntas en ese versículo?

Imagen
Elder Bruce R. McConkie

El élder Bruce R. McConkie, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó que esas preguntas indagan “¿quién en la Iglesia heredará el reino celestial? ¿Quién irá a donde Dios y Cristo y los seres celestiales moran? ¿Quién vencerá al mundo, obrará en justicia y perseverará en fe y devoción hasta el fin y escuchará la gran bendición: ‘Ven y hereda el reino de mi Padre’?” (“Think on These Things”, Ensign, enero de 1974, pág. 47).

Lee Isaías 33:15–17 para ver quién será digno de morar en la presencia de Dios.

  1. Haz lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. De lo que se enseña en Isaías 33:15, haz una lista de lo que tendremos que hacer para ser dignos de morar en la presencia de Dios.

    2. Explica lo que cada frase de tu lista podría significar y cómo puedes vivir esas normas.

Un principio que esos versículos enseñan es que si caminamos con rectitud, hablamos lo recto y no participamos en cosas malas, seremos dignos de morar en la presencia de Dios. Cuando caminamos con rectitud, hablamos lo recto y no participamos en cosas malas, llegamos a ser más como Dios. Cuando nos esforzamos por llegar a ser más como Dios cada día mediante la obediencia a Sus mandamientos y mediante el poder habilitador de la expiación de Jesucristo, llegamos a ser dignos de regresar a Su presencia.

Medita cómo el tener pensamientos puros puede ayudarte a andar con más rectitud, hablar lo recto y no participar en cosas malas.

  1. Considera lo que tienes que hacer para llegar a ser más como Dios y así ser digno de morar en Su presencia. Selecciona una de las cosas que enumeraste de Isaías 33:15 en la asignación anterior y, en tu diario de estudio de las Escrituras, escribe una meta sobre cómo quisieras mejorar en ese respecto.

Isaías 33:17–24 registra la profecía de Isaías de la gloria milenaria de Sión. Isaías 34 contiene las profecías de Isaías sobre la segunda venida del Señor y la destrucción de los inicuos.

Isaías 35

Isaías profetiza que el Señor vendrá de nuevo para salvar a Su pueblo.

Imagínate que un miembro de tu familia o amigo está cansado de tratar de ser justo. ¿Qué harías para ayudar a esa persona?

A medida que estudias Isaías 35, busca un principio que podría fortalecer la fe de alguien que tiene un deseo débil de ser justo.

Isaías 35 contiene las profecías de Isaías del recogimiento de Israel en los últimos días. En Isaías 35:1–2 leemos que Isaías profetizó que el desierto “florecerá como la rosa” (Isaías 35:1). Los profetas modernos han enseñado que un cumplimiento de esa profecía se relaciona a los cambios que ocurrieron en los valles de Utah tras el establecimiento de los santos en ese lugar, así como los cambios que están ocurriendo actualmente en la Tierra Santa (véase Manual del Alumno del Antiguo Testamento: 1 Reyes–Malaquías, 3ra ed. [Manual del SEI, 2003], pág. 168).

Lee Isaías 35:3–6 para saber lo que el Señor mandó.

Piensa en respuestas a las siguientes preguntas: ¿Qué significa “fortalecer las manos caídas” y “afirmad las rodillas debilitadas” (Isaías 35:3)? Según el versículo 4, ¿qué podemos hacer para fortalecer la fe de los demás?

De esos versículos aprendemos el principio de que al testificar que el Señor vendrá a salvarnos y sanarnos, podemos fortalecer la fe de los demás.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo el compartir tu testimonio del Señor puede ser útil para fortalecer la fe de los demás?

    2. ¿Cuándo has recibido fortaleza por causa del testimonio de alguien?

Considera con qué personas podrías compartir tu testimonio de modo que puedas ayudarlas a fortalecer su fe.

Isaías 35:7–10 registra la profecía de Isaías de las grandes bendiciones que vendrán a los fieles en los últimos días.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Isaías 30–35 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: