Historia de la Iglesia
Devolver el bien


“Devolver el bien”, Historias mundiales: República Democrática del Congo, 2020

“Devolver el bien”, Historias mundiales: República Democrática del Congo

Devolver el bien

Desde finales de la década de 1990, el pueblo de la República Democrática del Congo soportó un conflicto tan intenso que muchos observadores lo llamaron “la guerra mundial de África”. Durante el conflicto, millones de ciudadanos congoleños fueron desplazados de sus hogares y, en algunos casos, se asentaron en el extranjero. Rosette Bahati se encontraba entre esos refugiados. En 1998, después de que los soldados se llevaran a su esposo, Rosette y sus siete hijos huyeron a Uganda, donde se establecieron temporalmente en un campamento de refugiados. Mientras estaban allí, los paquetes de ayuda humanitaria los ayudaron a sobrevivir. “Me fijé en un logotipo azul y blanco que estaba en las cajas”, recordó Rosette acerca de algunos de esos paquetes. “Yo no sabía inglés, pero recordaba el símbolo”.

Un año después de la llegada de Rosette al campamento, su esposo consiguió llegar allí y, en julio de 2006, su familia fue aceptada en los Estados Unidos y se establecieron en Utah. Cuando buscaban una iglesia a la que pudieran asistir, los misioneros los invitaron a las reuniones de los Santos de los Últimos Días. “Nunca olvidaremos la primera reunión a la que asistimos”, recordó Rosette. “Los miembros se acercaron a nosotros con mucha bondad”. Rosette no tardó en encontrar una oportunidad de servir al trabajar en el Centro Humanitario Santos de los Últimos Días, en Salt Lake City. Fue allí donde reconoció el mismo logotipo de las cajas del campamento en Uganda. “Me llenó de gran gozo saber que estaba ayudando a devolver el bien que habíamos recibido mi familia y yo”, dijo.

En 2014, Rosette también recibió el llamamiento de servir como presidenta de la Sociedad de Socorro en la rama de habla suajili de Salt Lake City. En esa rama, la mayoría de los miembros eran refugiados, a menudo de grupos étnicos del bando opuesto en los conflictos de los que habían huido. “Nuestras hermanas vienen de zonas de África donde todavía hay conflictos y disturbios entre las diferentes tribus”, comentó Rosette. “Sin embargo, en la rama intentamos estar unidas en hermandad y nos esforzamos por hacer que cada hermana sienta que es amada por el Padre Celestial y única ante Sus ojos”.