Historia de la Iglesia
“Juntos por la eternidad”


“‘Juntos por la eternidad’”, Historias mundiales: Portugal, 2019

“‘Juntos por la eternidad’”, Historias mundiales: Portugal

“Juntos por la eternidad”

Además de aumentar la libertad en Portugal, la Revolución de los Claveles de 1974 condujo al rápido regreso de cientos de miles de ciudadanos portugueses que vivían en Angola, Mozambique y otras colonias, quienes se vieron obligados a abandonar sus hogares debido a los disturbios políticos que tuvieron lugar. Más de la mitad de los primeros conversos de la Iglesia en Portugal se encontraban entre los desplazados.

Arnaldo y Eugénia Teles Grilo llegaron a Portugal en octubre de 1975, llevando consigo solo lo que podían cargar en los brazos. Les dieron una habitación de hotel para quedarse mientras buscaban trabajo, pero decidieron enviar a sus hijos a vivir con parientes en otra parte del país hasta que se instalaran. Vivir con la familia separada fue difícil. “Lloraba todos los días”, dijo Eugénia. Después de un año, pudieron conseguir un apartamento y reunir a su familia. Eugénia recordó haber orado mucho al Señor durante ese tiempo. “Quería entender mi nueva vida y dedicar mi vida a servirle a Él”, dijo. Pocos días después de la oración de Eugénia, los misioneros presentaron a la familia el mensaje del Evangelio. “Los misioneros explicaron cada parte del Plan de Salvación, especialmente que podríamos estar juntos por la eternidad como familia”, recordó Eugénia. “Eso nos brindó una felicidad increíble”. Se bautizaron en noviembre de 1977, uniéndose a otros de los primeros conversos en asumir responsabilidades de liderazgo para ayudar a establecer la Iglesia. “En todo lo que he hecho por la Iglesia”, dijo Eugénia, “me doy cuenta de que he estado cumpliendo con lo que había orado cuando sentía tanto dolor”.

En febrero de 1981, Arnaldo y Eugénia viajaron durante más de dos días en autobús hasta el Templo de Berna, Suiza, para ser sellados. Aunque, al principio, el viaje les pareció un sacrificio, sus sentimientos pronto cambiaron. “Al final del trayecto, cuando vemos el templo”, recordó Arnaldo, “¿cuál es el sacrificio?”. Dos años después, regresaron, esta vez con sus hijos, para ser sellados juntos por la eternidad.

Durante décadas, los santos portugueses continuaron haciendo grandes sacrificios para asistir al templo. En octubre de 2010, el Presidente de la Iglesia, Thomas S. Monson, anunció que se construiría un templo en Lisboa. El élder Joaquim J. Moreira, un Setenta de Área, comentó: “Esta es una bendición que nuestros miembros han estado esperando durante mucho tiempo”.