2008
Las prácticas de Pablo
Agosto de 2008


De amigo a amigo

Las prácticas de Pablo

Hay muchos niños en el mundo que oran, cantan canciones de la Primaria y aprenden sobre el Evangelio… ¡igual que tú! Este mes vamos a conocer a Pablo Chiroy, de Ciudad Vieja, Guatemala.

Pablo Chiroy se muere de ganas por ser misionero, así que ya ha empezado a practicar. Le encanta ir a la iglesia y aprender acerca de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo. Monta en bicicleta siempre que tiene ocasión y ya comparte el Evangelio con sus amigos y vecinos de Ciudad Vieja.

El bautismo de Pablo

Cuando Pablo cumplió ocho años, fue bautizado y confirmado miembro de la Iglesia. Estaba agradecido de que su padre estuviera con él porque no sólo estaba entusiasmado, sino un poquito nervioso también.

“Tenía un poco de miedo a ahogarme”, dice. Pero, claro, eso no sucedió. Justo después sintió algo nuevo. “Me sentí bien y diferente”.

Era un sentimiento tan bueno que deseaba compartirlo con otras personas.

La obra misional de Pablo

Cuando los misioneros le pidieron a la familia de Pablo que les ayudaran a encontrar personas para enseñar, Pablo tomó uno de sus folletos. A la mañana siguiente, de camino a la escuela, se lo dio a la madre de su amigo en la parada del autobús.

“Cada mañana le pregunta si lo ha leído”, dice su padre. “Estoy convencido de que no se rendirá hasta que lo haga”.

La Guatemala de Pablo

A Pablo le encanta visitar sitios nuevos y ver cosas interesantes. Por suerte para él, vive en un lugar muy interesante.

Pablo vive en las afueras de Antigua, Guatemala, una ciudad de casi 500 años de antigüedad. Como sus habitantes han preservado los bellos y antiguos edificios de estilo español colonial, Antigua recibe la visita de turistas de todo el mundo.

A Pablo le gusta ver todas las cosas interesantes del lugar donde vive y sus padres trabajan organizando visitas guiadas y llevando a la gente a ver los lugares de interés de Guatemala. A Pablo le encanta cuando sus padres le permiten acompañarlos. “Me gusta viajar con mi familia”, dice.

La familia de Pablo

A la familia de Pablo le encanta pasar tiempo juntos. En particular les gusta cantar juntos en la noche de hogar.

Pablo tiene dos hermanas menores: Andrea, de seis años, y Sofía, de dos. Pablo dice: “Nos llevamos bien, pero unas veces mejor que otras”.

Pero él se esfuerza por ser un buen hermano mayor y por jugar bien con ellas. Eso es algo que a Andrea le gusta. Ellas lo admiran tal y como él admira a su padre.

El padre de Pablo presta servicio como bombero voluntario y Pablo espera que, después de haber ayudado a las personas como misionero, también pueda ayudarlas algún día siendo bombero.