2015
Reconocí la voz del Profeta
Marzo de 2015


Reconocí la voz del Profeta

Miriam Ruiz, Utah, EE. UU.

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Illustration of young adult woman in bed. There is a radio by her bed

Un domingo por la noche estaba cambiando las estaciones de radio tratando de encontrar buena música de domingo. Hacía tres meses que había venido a estudiar a Estados Unidos, desde mi tierra natal, México. Mientras escuchaba varias estaciones de radio locales, escuché una voz familiar y me detuve.

Pensé que era la voz del presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008), quien era el Presidente de la Iglesia en ese entonces. Me di cuenta de que era raro que pudiera distinguir su voz; estaba acostumbrada a escuchar las conferencias generales, los devocionales del Sistema Educativo y otras transmisiones de la Iglesia siempre a través de la voz de un intérprete en español que hablaba sobre la voz del discursante; pero, de alguna manera, sabía que la voz en la radio era la del presidente Hinckley.

Aún no hablaba mucho inglés como para entender lo que él decía, pero seguí escuchando su mensaje en la radio de todos modos; su voz me brindaba una sensación de paz. Al concluir el discurso, el locutor de la radio dijo: “Acabamos de escuchar al presidente Gordon B. Hinckley”.

Yo sabía que el Señor habla por medio de Sus siervos y bien sea que el mensaje provenga de Su voz o de la de Sus profetas, es lo mismo (véase D. y C. 1:38).

Pensé que era extraño que hubiera podido reconocer la voz del presidente Hinckley. El haberlo hecho, me hizo darme cuenta de que siempre quiero reconocer la voz que el Señor utiliza para comunicarse con Sus hijos, sin importar el medio.

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen”, dijo el Salvador (Juan 10:27).

En un mundo lleno de tantas voces, tantas “estaciones” para escoger, espero que siempre esté sintonizada para reconocer la voz de mi Pastor y de Sus siervos, y que esté dispuesta a seguir sus consejos.